No pasan ni dos minutos desde que el ex Gran Hermano Renato Rossini ingresa a un restaurante de Punta del Este para que se acerque un grupo de jóvenes para pedirle una foto. La cantidad de saludos que recibe nunca harían pensar que el mediático en cuestión es en realidad quien con un 92,3% fue el que obtuvo el mayor porcentaje de la historia para quedar eliminado del reality show. "Si no hablan de uno es porque está haciendo las cosas mal", evalúa quien sin duda no pasó desapercibido por el programa. De vacaciones, el modelo nacido en Perú que sueña con afianzar un lugar en el espectáculo argentino habla de su paso por el ciclo y del enfrentamiento que mantuvo con Santiago Algorta, el participante uruguayo que continúa en competencia.
-¿Cuáles son tus planes para tus días en Punta del Este?
-Estamos viendo qué sale. Quiero conocer nuevas personas. Kennys (Palacios) me está ayudando a organizar planes. Quiero relajarme y descansar pero también hacer contenido y mostrar mi experiencia a los seguidores. Hoy fui a la playa con Rosina (Beltrán) y nos pararon un par de veces para pedirnos fotos. Es lindo porque la gente se acerca con la mejor energía que es la que uno precisa para empezar el año.
-¿Recibís muchos mensajes de uruguayos en las redes?
-Sí, muchísimos. Además uno de mis mejores amigos es uruguayo, se llama Joaquín Casotti y es influencer. Él me mostró Gran Hermano.
-Vos ya habías participado de reality shows en Perú antes de estar en Gran Hermano Argentina, ¿cuál dirías que es la diferencia entre el público peruano con el del Río de la Plata?
-Acá viven todo con más intensidad: hay más odio y más amor. Son como hinchas que se preocupan más por uno. Además permiten una retroalimentación que sirve para rendir mejor en el programa y en las redes. Hay mucha conversación en las publicaciones: antes tenía unos 60 comentarios en cada publicación que hacía y ahora tengo 300. A mí me gusta leer los comentarios, y hay mucha gente que dedica mucho tiempo a escribir.
-¿Cuál dirías que es el porcentaje de comentarios positivos y cuál el de negativos?
-Hicimos una encuesta en la que participaron mil personas y se revirtió la tendencia de lo que pasaba en la casa: el 53% de las personas me apoyan y el otro 47% no me banca.
-¿Creés que la gente te conoció más al salir de la casa?
-Sí. Pude mostrar una parte más tranquila. Las emociones en la casa se amplifican y todo se vuelve más intenso porque no sabés no sabés cuándo te podés ir y no sabés nada de lo que pasa afuera. Uno en la vida tiene naturalizado escuchar música o leer un libro, y son cosas que se extrañan dentro de la casa.
-¿Qué fue lo que disfrutaste de la experiencia?
-Poder formar parte de algo que siempre soñé. Tocar la mesa, las sillas e ir a la piscina de la casa era increíble, como algo irreal. Además conocí a algunas de las personas que más admiraba en el mundo, como Santiago Del Moro. Cuando llegué a Buenos Aires recuerdo que la primera cara que vi fue la suya en un cartel gigante de una publicidad de hamburguesas. Santiago es incónico, muy carismático. Ahora quiero conocer a Susana (Giménez). Yo estaba cuando ella hizo un contacto con la casa durante su último programa y no lo podía creer. Ella estaba sorprendida de que hubiera solo un baño para 24 personas.
-No es para menos, ¿cómo podían convivir 24 personas con un solo baño?
-Yo trabajé cinco meses limpiando cuartos de hotel así que he visto de todo y estoy acostumbrado a ser higiénico con eso. Por un tema de sanidad yo llevaba mi desinfectante cada vez que iba al baño. Antes de usarlo limpiaba todo y después de usarlo también. Hay que dejar el baño tal como uno lo encuentra. Es un gesto de respeto. Muchos no tienen esa misma costumbre. Hay gente que pensaba que los platos tienen piernas y se van a lavar solos y vuelven, por ejemplo. Hay costumbres que se obtienen en el hogar y que son fundamentales en la convivencia.
-Con 92,3% batiste el récord de votos negativos para quedar eliminado del programa, ¿en algún punto es un mérito haber roto esa marca?
-Yo soy marketinero y entiendo que no existe la mala publicidad. Si no hablan de uno es porque está haciendo las cosas mal.
-¿Pero en qué fallaste para que tanta gente vote para que quedes eliminado?
-Fallé cuando dejé de jugar y tomé personal un problema ajeno a mí que era de otro participante de la casa. Me saqué de mis casillas e hice comentarios desatinados. Ya pedí las disculpas que corresponden en todos los programas a los que fui.
-Te enfrentaste a Santiago, el participante uruguayo, ¿pudiste conocer a su familia afuera de la casa?
-Sí. Le pedí perdón a la familia de Santiago. Me di cuenta de que era un buen chico a través de sus padres. Me parecieron muy buena onda.
-¿Es mejor jugador que vos?
-Sí, por ahora.
-¿Querés volver en el repechaje?
-Sí y me estoy preparando con los mejores: exjugadores y analistas que conocen el juego.
-¿El público uruguayo te cobra que te hayas enfrentado a su representante en la casa?
-No, a Santiago lo bancan tanto uruguayos como argentinos y peruanos. No pasa por un tema de nacionalidad sino de humanidad. Yo hacía comentarios que no estaban bien, sin importar de dónde fuera.
-¿No identificás un componente de xenofobia en tu eliminación?
-Hay gente buena y gente mala, y hay xenobofia y gente desubicada en todos lados, pero Argentina siempre me abrió las puertas de su corazón. En cualquier parte del mundo me hubieran eliminado.
-¿Cómo te proyectás profesionalmente?, ¿querés seguir trabajando en la industria mediática argentina?
-Quiero ir de a poco mejorando mis competencias: ir a clases de actuación, mejorar la oratoria, aprender a bailar. Me encantaría estar en otro reality de Telefé.
-¿Con quién del medio te sentís identificado?
-Con Ricardo Fort. Me parece un personaje que estaba muy adelantado a la época. La tenía muy clara y entretenía mucho. Lo veo en los contenidos digitales que quedaron. Mostraba todo su estilo de vida y hacía muchas de las cosas que se hacen hoy en redes. Me llaman mucho la atención los personajes como él.
-Se habló mucho de tu vínculo previo con Marcos Ginocchio, el ganador de la edición de 2023, ¿cómo es tu relación con él?
-Lo vi tres veces. Nos vimos en el Lollapalooza y fuimos juntos a una Bresh. Es un buen chico, de pocas palabras pero muy buen corazón. Lo admiro porque es muy disciplinado con las artes marciales y el entrenamiento. No sé si nos vamos a ver estos días en Punta del Este.
-¿Y cómo se hicieron amigos con Rosina Belrtán, la participante uruguaya de la edición anterior?, ¿pasó algo entre ustedes?
-No, somos muy buenos amigos. Nos conocimos en el canal y pegamos muy buena onda. Le dije que venía a Punta del Este y me recibió.
-¿Quién querías que gane en su edición?
-Me gustaban el Chino y Furia, que fueron los que se destacaron más. Bautista (Mascia) tiene buena onda y no se metió con nadie. La hizo bien porque fue el que ganó.
-¿Cuál es tu rutina para cuidar tu físico?, ¿te privás de algo en la alimentación?
-Entreno al menos cuatro veces por semana y me gusta mucho correr, participé en varias maratones. Si no hiciera eso estaría en mal estado físico porque me gusta comer rico y tomar unos tragos. No me privo de tomarme una birra en la semana con amigos por ejemplo.
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