Adriana da Silva tras el final de "Vespertinas" dirige dos obras y hace mucha televisión

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Adriana da Silva en "La culpa es de Colón". Foto: Difusión

ENTREVISTA

La actriz y comunicadora habla de estar en "La culpa es de Colón" y "Amamos el talento", y las obras donde dirige a Catalina Ferrand y Rusito González

Adriana da Silva en "La culpa es de Colón". Foto: Difusión
Adriana da Silva en "La culpa es de Colón". Foto: Difusión

Una vez que terminó Vespertinas en la pantalla de Canal 4, Adriana da Silva no se quedó de brazos cruzados esperando que llegue una oferta; fue a buscar las oportunidades, y en los últimos días estuvo muy activa, dividiéndose entre la pantalla de Canal 10 y Canal 12, además de dirigir teatro. El 16 de octubre se estrena en Undermovie Taitantos que protagoniza Catalina Ferrand, y el mismo día Rusito González protagoniza el unipersonal de humor Limitado. Sobre su pasaje por el ciclo de humor La culpa es de Colón, ser panelista en Amamos el talento, y dirigir a sus amigos, habló Adriana da Silva con Sábado Show.

—Desde el final de Vespertinas no paraste. Has estado en Canal 10 y Canal 12. ¿Cómo han sido esas experiencias?

—Una vez que no tenés el compromiso de estar en un canal, quedás liberado para poder visitar otros programas, a un montón de gente amiga que por suerte está trabajando en los medios, así que acepté la invitación con gusto. Terminé la suplencia en Canal 12 porque mi amiga Cata (Ferrand) se iba de viaje. Me propusieron cubrir la suplencia y dije que sí. Aparte Cata es mi amiga, estamos trabajando juntas, así que me embarqué en este juego lindo de estar acompañando a las chicas de La Culpa es de Colón, haciendo humor.

Adriana da Silva en "Amamos el talento". Foto: Difusión
Adriana da Silva en "Amamos el talento". Foto: Difusión

—Además de conductora sos actriz que sabe manejar el humor. ¿Lo tomaste como un volver a tus raíces?

—Sí, pero en televisión, humor no hice casi nada. Mi función tuvo que ver con la conducción, y lo poco que hice de humor fue en Vespertinas, un segmento que le llamábamos “La catarsis” pero que se hacía una vez por mes, era algo muy esporádico donde tomábamos alguna fecha o excusa para hacer un poco de humor. Pero nunca había trabajado en un programa de humor así, de principio a fin.

Adriana da Silva junto a las chicas de "La culpa es de Colón". Foto: Difusión
Adriana da Silva junto a las chicas de "La culpa es de Colón". Foto: Difusión

—Ya habías estado en La culpa es de Colón haciendo la suplencia de Jimena Vázquez.

—Me costó más hacer humor que conducir, porque estoy más cómoda del otro lado. Además, cuando tuve que hacer la suplencia, me llamaron el día anterior a que se grabara; estuve bastante estresada porque el humor es muy particular, y cada una maneja un ritmo distinto, una forma de hacer humor distinta, entonces tenía que acoplarme a un texto que estaba claramente escrito para otra persona. Pero la gente entiende que a veces es como la emergencia, hay que salir rápido de la situación y estás más para colaborar que para demostrar tanto tu destreza como actriz. A veces son casos puntuales donde hay que salir volando a hacer algo, y una hace lo mejor que puede.

Adriana da Silva en "La tarde en casa". Foto: Difusión
Adriana da Silva en "La tarde en casa". Foto: Difusión

—Cambiando de canal, también estuviste en Amamos el talento, en Canal 10, opinando sobre Got Talent. ¿Cómo te sentiste en esa faceta de panelista?

—Muy cómoda. Hay un límite que uno no debe transgredir, que es ni ofender ni maltratar a un participante, es simplemente opinar desde la experiencia y desde lo que uno ve, respetando el espíritu del programa. Pero me sentí muy cómoda hablando de todo lo que tiene que ver con el arte y sus diferentes aristas. Dar mi opinión sincera, pero también meterme en la competencia.

Adriana Da Silva. Foto: archivo
Adriana Da Silva. Foto: archivo

—La semana pasada Gonzalo Cammarota hablaba sobre ese sistema que tienen los canales de no prestar a sus figuras, y él decía que todos salían perdiendo.

—Es un tema que tiene larga data. De hecho ahora que estoy trabajando con Cata y el Rusito González que son de dos canales distintos, tenemos que ver cómo nos dividimos la prensa, porque definitivamente ninguno de los dos puede ir a otros canales, y la única que puede ir soy yo. Rusito hará prensa en su canal, Catalina en el suyo, y yo estaré fluctuando entre un canal y otro apoyando al equipo. Tiene esas cosas, pero es increíble porque Cata, Rusito y yo hemos trabajado en el mismo espectáculo que fue Bajo terapia el año pasado que de pronto vuelve el año que viene, y es como muy loco. Ahora nos tenemos que dividir.

Adriana Da Silva.
Adriana Da Silva.

—¿Cómo es dirigir dos obras de teatro con dos figuras como Catalina y Rusito?

—Es increíble, porque no solo estoy en simultáneo ensayando con los dos, sino que los dos van a estrenar el mismo día, Taitantos se estrena a las 20.00 el 16 de octubre, y el mismo día pero a las 21.30 en la sala mayor del Moviecenter, Rusito estrena Limitado. Es una adrenalina pura, porque ando de una casa a la otra ensayando y arreglando con los diferentes técnicos y casas de audio por la música, las grabaciones y la estética. Ya estamos en los descuentos y diga que me agarró en este momento donde no tengo un compromiso fijo en un canal, y puedo manejar mis horarios, porque de otra forma sería bien complicado. Yo estoy como el Pájaro Loco, de un lado para el otro pero feliz de acompañar a mis amigos porque son dos experiencias preciosas. Para los dos es la primera vez que hacen un monólogo, así que están saliendo a la cancha con los nervios y expectativas y adrenalina. Vienen bien los dos espectáculos porque hay muchas entradas vendidas, o sea que hay expectativa. Y si bien nos pone nerviosos, nos pone contentos. Estamos cruzando los dedos pero con una sonrisa de oreja a oreja.

Adriana da Silva en "La culpa es de Colón". Foto: Difusión
Adriana da Silva en "La culpa es de Colón". Foto: Difusión

—Una es una obra ya armada con cierta visibilidad, y el otro es un unipersonal original. ¿Cómo es dirigir una cosa y otra?

—En el caso de Taitantos, viene más digerido, el texto está pronto y te da más servido en bandeja lo que puede ser la puesta en escena, aunque todo eso depende del escenario, la actriz y lo que quieras hacer. Nosotros vamos a hacer cosas que en otras versiones no vimos. Hay personajes con los que habla por teléfono que van a aparecer en pantalla como si fueran videollamadas, van a aparecer famosos y tenemos uno argentino que aceptó, un galanaso que va a hacer de uno de los novios de Cata. Y lo del Rusito no es él solo hablando con un micrófono, se compuso música el texto es original y además hay un trabajo de mapping que va a estar acompañando el espectáculo. Con el Rusito estuvimos ensayando entre mate y mate, metiéndole letra y él se muere por meter muchas mechas y le tengo que pedir que se acote al texto, porque es un actor que tiene muchas posibilidades. Tiene mucho escenario, entonces un tema te lo puede llevar por distintas ramas, y todas le salen bien, porque son divertidas y válidas. Pero lo tengo que cortar porque sino va a terminar hablando dos horas y media y se va a morir del cansancio. Son dos espectáculos lindos y después del tiempo que hemos pasado, con las angustias, las pérdidas, el encierro y la incertidumbre, el humor viene muy bien. Creo que reírse es muy saludable.

—Estas obras los podés hacer porque no estás en Vespertinas. ¿Cómo se vivió el final del ciclo?

—Se extraña, porque era un programa precioso y nosotras lo pasamos muy bien. La verdad que el ritmo de Vespertinas, el compromiso que teníamos con los televidentes y el estilo de programa nos calzaba muy bien a las conductoras. Me sentía muy cómoda, como pez en el agua con mis compañeras, y cuando se terminó lo lamentamos todas, pero trato de no quedarme ubicada en un lugar de duelo. Trato de decir: es una etapa que se terminó y ahora hay que mirar para adelante y empezar a generar nuevos rumbos. Es la forma positiva de encarar el momento que te toca vivir, porque eso de ir por los medios llorando tus pérdidas y desgracias me parece que no invita al otro a trabajar contigo. Lo lamenté, claro, pero salí rápidamente de ese sitio, y empecé a vincularme con otra gente y con otros proyectos. Es la mejor manera de estar activa y tener esperanza que más cosas lindas van a venir.

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