Redacción El País
En apenas un año, Agus Morales lanzó su proyecto solista con cuatro canciones propias y ya lo presentó en los multitudinarios festivales America Rockstars y Acá Estamos. En KLK, el tema que acaba de presentar, saca a relucir su faceta más sensual con un videoclip que deja ver mucha piel. “Me sentí muy cómoda haciéndolo”, asegura, y lo diferencia de un viejo video con su banda Dame 5 que no le había gustado “para nada”. Paralelamente, en este último año incursionó en televisión a través la plataforma Aweno TV, donde se muestra transparente y se anima a hacer picantes confesiones. También se probó en Ahora Caigo, aunque se despidió justo esta semana para dedicarle más tiempo a su carrera musical. “Eran muchas horas de rodaje para aparecer pocos minutos al aire”, analiza.

-¿Cómo ha sido el proceso que iniciaste hace un año cuando lanzaste tu carrera como cantante solista?

-Al empezar este camino tuve que soltar la vergüenza de escribir mis propias canciones, ya que en Dame 5 solamente interpretaba. Eso me había mantenido durante mucho tiempo en mi zona de confort y gracias a trabajarlo en terapia finalmente pude dar el paso de sentarme a escribir y enfrentarme a lo que me incomodaba. No es fácil expresar los sentimientos a través de canciones. Es un proceso muy lindo que estoy disfrutando mucho.

-Acabás de lanzar el tema KLK, ¿qué hay detrás de la historia que cuenta la canción?

-La canción cuenta la historia de una persona que tiene un encuentro íntimo con otra y después explora sus sentimientos y descubre que capaz que hay algo más. Fue la primera canción que hice en este proceso solista, pese a que después elegí otra para lanzar mi carrera. Esta canción explora un juego de sensualidad que también me interesa mostrar.

-Eso está demostrado en el videoclip, ¿te costó dar a conocer esa faceta?

-No porque estos años de carrera me dieron seguridad y tuve un equipo de mucha confianza para hacerlo. Cuando empezamos Dame 5, para el segundo videoclip tuvimos que hacer una producción que también era muy sensual y no me había gustado nada. Yo recién empezaba a mostrarme como artista y ni nos habíamos conocido mucho con mi compañera, que tenía 18 años. Ella la pasó mal porque no quería estar tan en pelotas ni tener un jugueteo entre nosotras. No nos obligaron, pero había un contrato que había que cumplir.

-Esta semana te despediste de Ahora Caigo, el programa de entretenimientos en el que debutaste el año pasado, ¿por qué te desvinculaste?

-Yo tenía un contrato que incluía tres instancias de rodajes; la última había sido en marzo de este año, y ahí se iba a ver si el programa continuaba. Yo estoy comprometida con la propuesta de (streaming) Aweno Tv que me coincide con los horarios de las grabaciones. La vez pasada había faltado durante un mes para hacer Ahora Caigo pero otra vez no iba a poder faltar por tanto tiempo, así que preferí darle prioridad a este programa que lo veo como un proyecto a largo plazo. Por otro lado los rodajes de Ahora Caigo son muy extensos y eso no me permitía dedicarle tiempo a la música.

-¿No te entusiasmaba Ahora Caigo?

-Siendo sincera, arranqué muy copada, pero después todo se volvió más rutinario. Está buenísimo trabajar en la televisión y aprendí un montón, pero la realidad es que la exposición que tenía en el programa era muy poca. Eran muchas horas de rodaje para aparecer muy poquitos minutos al aire. Yo siento que la televisión me aportó un montón de cosas, pero opté por Aweno y en poder enfocarme en la música.

-En Aweno se cuentan muchas intimidades, ¿te costó animarte a ese formato?

-Al principio me costó encontrarme cómoda en ese rol. Con los chicos generé confianza enseguida, pero se me hacía difícil pensar que todo lo que dijera iba a quedar grabado y guardado para siempre en internet. Tuve que trabajar mis inseguridades. Antes me guardaba más y decía “qué pensarán de mí” y ahora me animo y sé que tengo algo para decir.

-¿Te dio vergüenza verte en alguno de estos videos?

-Sí, conté una anécdota sobre un cumpleaños de 15 que me da mucha vergüenza. Fuimos a tocar con Dame 5 y antes de show nos advirtieron que la quinceañera tenía una enfermedad y nos sugirieron que dijéramos algo lindo. Yo dije “sí, obvio”, pero en el momento del show dije el speech que decíamos siempre, que era “disfrutá esta noche como si fuera la última”. No fue una maldad sino como un reflejo de que si pienso que no tengo que decir algo me sale solo. Me di cuenta apenas terminé de decirlo y quería que me tragara la Tierra. No es para reírse y no quisiera que la chica me escuche contarlo.

-Tu novio y compañero argentino de Dame 5 Nacho Prina se mudó a Uruguay con vos, ¿por qué tomaron esa decisión y no que vos te fueras a Buenos Aires donde hay una industria artística con más oportunidades?

-Antes de la pandemia mi objetivo era mudarme a Buenos Aires, pero cuando en Argentina decretaron cuarentena él se vino a Montevideo y armamos una vida acá. Yo en Uruguay tengo muchas marcas con las que laburo anualmente y debería soltar muchos trabajos fijos para moverme a Buenos Aires. Igualmente no lo descarto porque entiendo que en Uruguay hay un techo y me dan ganas de que me conozcan de otros lados.

-¿Ante qué situaciones visualizás que hay un “techo”?

-Yo me siento muy privilegiada y agradecida por haber hecho todo lo que tenía ganas en Uruguay, pero sin ir más lejos la cantidad de gente que hay ya limita por ejemplo en la cantidad de seguidores que uno puede tener en Instagram. A mí me sigue la gente que me puede conocer y ya no me queda mucho margen para crecer. Me gustaría que por mi música me conozca más gente.

Foto: Camila Arias

-Venís del rubro de la cumbia pop, ¿es un género sobre el que hay muchos prejuicios en la industria?

-Sí. Durante el furor de la cumbia pop había comentarios de artistas consagrados que bastardeaban el género. Se decía que el éxito de llenar un Luna Park y hacer giras por el exterior no era merecido porque la música no estaba buena. Para mí que era una artista joven era doloroso ver que otros consagrados menospreciaban ese laburo. Ya ni me acuerdo quiénes fueron.

-¿Hay compañerismo entre colegas a la hora de pensar en hacer temas o shows en conjunto, por ejemplo?

-Algunos artistas son más de hacer su propio camino y otros piensan que colaborando entre sí ayudan a crecer entre todos.

-Hiciste un Antel Arena con Nati Ferrero, Clipper y Sole Ramírez y han contado que hubo otras que no quisieron participar.

-A veces no es que no quieran participar sino que las productoras que trabajan con ellas dicen que no. Nunca se sabe quién tiene la última palabra. Quisimos por ejemplo que estuviera Valeria Gau y los productores entendieron que no era conveniente. Ella estaba encantada de hacerlo, o al menos eso nos hacía saber. También nos pasó con Meri Deal que su productora nos dijo que no. Yo me llevo divino con ella y me hubiera encantado que estuviera.

-¿Cómo viviste la polémica que se generó en torno al festival Acá Estamos de la Intendencia de Montevideo en el que participaste y sobre el que se debatió mucho sobre el cachet que cobró cada artista?

-Está bueno saber en qué se invierten los fondos públicos. Lo que me afecta es que se ponga en tela de juicio el valor de la cultura como aporte a la sociedad. Siempre se subestimó lo artístico. Me acuerdo que cuando yo quise hacer el bachillerato artístico me tildaban como la que no quería trabajar, y esta es una carrera como cualquier otra. Además las mujeres siempre están desplazadas. Cuando una ve la grilla de los festivales siempre está lleno de hombres.

-Gran parte de la polémica se centró en si era conveniente que la Intendencia pagara 250 mil dólares por un show de Lali Espósito.

-Es una artista que cobra por su laburo y los 250.000 dólares no se los lleva ella sino que es el costo de todo el show. Es un gran momento para ella, puede cobrar lo que quiera. Y por ser quien es hizo que el festival explotara de gente y fueran 50 mil personas a verlo. Había muchos artistas que por ahí la gente no conocía y se les dio visibilidad gracias a que estaba Lali.

-Varias artistas de tu generación han contado recientemente que sufrieron episodios de depresión, algo similar a lo que has dicho vos en otras notas, ¿te sentiste identificada?

-Sí. A mí me pasó en el año pasado cuando me encontré en piloto automático haciendo siempre lo mismo y trabajando para una discográfica potente. Se terminaba mi contrato y tuve que decidir si seguía sintiéndome una más del montón o emprendía mi camino sola. Me encontré con una frustración muy grande y tuve que hacer un trabajo de terapia profundo para soltar cosas que me frenaban a mostrar lo que tenía para dar. Nacho fue un soporte fundamental al ayudarme a salir adelante. Por suerte no pasó a mayores pero fue difícil. Es muy bueno que figuras consagradas como Tini Stoessel compartan sus experiencias en estos temas.