LA VOZ CENTENNIAL
La famosa cantante uruguaya de 19 años en una entrevista íntima: su primer beso, la decisión de dejar el liceo, el bullying que recibió en la adolescencia y la compra de su primer auto.

La cantante Agustina Padilla, de 19 años, es la representante de la generación centennial en la nueva edición de Masterchef Celebrity. Experta en el pastel de carne, la artista quiere abrirse paso en la competencia gastronómica de Canal 10. “La pandemia despertó ese lado culinario en mí”, indica en un diálogo con Sábado Show.
De forma paralela al certamen, lanzó el tema Amor de Dos sumando un hit más a una colección en la que están Ni tu amiga ni tu amante, Se Prendió y Control, entre otros. La artista que dejó de ser la voz teen del momento para convertirse en un ícono de la música pop de la región habla sobre sus nuevos desafíos profesionales, y deja al descubierto su faceta más personal en una entrevista íntima con Sábado Show.
-Estás en Masterchef Celebrity, ¿cómo te sentís en este nuevo rol?
-Muy bien, me gusta cocinar. La pandemia despertó ese lado culinario en mí. Veremos cómo me va.
-¿Cuál es tu especialidad?
-El pastel de carne y la lasaña son las comidas que más me gusta hacer.
-Hace unos días lanzaste el nuevo hit Amor de Dos junto al cantante puertorriqueño Darkiel, ¿vos elegiste convocarlo?
-Sí, es un artista que yo sigo y admiro desde hace mucho tiempo. Le pasé la canción y le gustó de una. Fue un crack. Trabajamos a la distancia, pero siempre estuvo muy pendiente de todo. Está bueno trabajar con gente activa. Fue un placer muy grande hacer una canción con él. El tema está grabado desde marzo de 2020 y lo pudimos lanzar ahora. Todavía hay varios pendientes.
-¿Cuál es la clave para lanzar temas que se convierten en hits de millones de reproducciones en You Tube?
-La interacción con la gente. Yo siempre estoy en contacto con mis seguidores para saber qué es lo que quieren. Y también hay que estar siempre activa en las redes. Una no puede desaparecer. Yo tengo la suerte de tener seguidores muy fieles que están muy pendientes de lo que hago. Me llegan comentarios que dicen “te sigo desde que sacaste tu primera canción” y ya pasaron cinco años. Es una locura.
-¿Qué otros factores creés que jugaron para que tus temas sigan sonando después de cinco años, a diferencia de lo que pasó con otras bandas uruguayas que eran furor pero no lograron sostener el éxito?
-En el momento que yo aparecí había muchas bandas de cumbia en Uruguay. La gente empezó a sentir que escuchaba siempre lo mismo. Hubo muchas que la rompieron y la gente se sigue acordando de ellas, pero el estilo de música que yo hago se fusionó con otros géneros y logró mantenerse en el tiempo.
-Te diferenciás de otras artistas de tu edad en cantar letras jugadas desde los 15 años, ¿tu generación necesita referentes que le hablen en su mismo idioma?
-Puede ser que haya algo de eso. Al principio era muy raro para la gente ver a una chica de mi edad cantando reguetón. La primera canción se llamaba “Ni tu amiga ni tu amante” y yo tenía 15 años cuando la hacía. Esas cosas chocaban porque la cumbia que se escuchaba en ese momento era toda “family friendly”. Pero eso fue cambiando. En los últimos años yo empecé a componer los temas, y escribo sobre cosas que vivo, y así como me pasan a mí, le pasan a la gente de mi edad. Está bueno que el público se sienta identificado.
-¿En cuáles aspectos de tu carrera sos intransigente y no negociás con tus productores?
-Los primeros años me planteaban la idea de cambiar de género musical. Me decían que el reguetón no funcionaba en Uruguay. Querían que cante cumbia y yo siempre dije “cumbia no”. También presto mucha atención a la vestimenta de los videoclips. Me gusta estar cómoda y no quiero verme muy ridiculizada. La mayoría de veces que me plantean la vestimenta no me gusta, y llega el punto que me da vergüenza seguir diciendo que no y acepto cosas que no me convencen tanto.
-Si bien tus primeros temas ya eran de reguetón, te hiciste conocida haciendo covers con una guitarra manteniendo un perfil mucho más bajo, ¿cómo fue la transformación hacia esta especie de femme fatale que mostrás en tus videos?
-Yo cambié un montón con las cosas que viví en estos años. Rodearme de gente mayor hizo que madure más rápido y cambie mucho la cabeza. Ahora me siento mucho más segura de mí misma, sacando lo físico.
-¿Por qué aclarás “sacando lo físico”?, ¿tuviste algún conflicto con tu cuerpo a lo largo de tu adolescencia?
-Una no puede estar siempre segura con su físico. Hay días que me levanto y digo “hoy no puedo salir a la calle”. Y en mi adolescencia no estaba conforme conmigo ni ahí. Había momentos en los que no me sentía bien y sufría. Me jodían mucho con mi cuerpo y con mis dientes, y eso permaneció un tiempo.
-¿Sufriste bullying?
-Sí, en 1° de liceo. Yo era muy flaquita, la ropa me quedaba bailando, y tenía las paletas separadas. Mis amigas estaban todas enormes y yo me veía a mí y me preguntaba “¿qué pasa acá?”. Me acuerdo que las mujeres y los varones me hacían comentarios sobre eso. Encima de 1° a 4° de liceo es la peor edad porque es cuando uno está peor anímicamente. Hay 200 mambos en la cabeza, no sabés quién sos y tenés muchas inseguridades. Yo las tenía y trabajé en hacer cosas para verme mejor yo.
-En los videoclips y las letras de tus temas te presentás como una chica que va al frente con el género opuesto, ¿es así también en tu vida por fuera del trabajo?
-Nunca fui vergonzosa con los hombres. No me pongo nerviosa cuando un chico me habla y siempre tuve más amigos varones que mujeres.
-¿Pero encarás vos si un chico te gusta?
-No, ni ahí. Pero no tengo vergüenza en contestarle.
-¿Cómo fue tu primera salida con un chico?
-La primera salida con un chico fui al cine. Y mi primer beso también fue en el cine. Fue con mi primer noviecito de los 12 años. Tengo flashes, pero no me acuerdo cómo se dio la situación. Sé que salíamos y nunca le quería dar un beso.

-¿Cuáles cosas propias de tu edad tuviste que resignar por tu carrera musical?
-El liceo fue una de las cosas que tuve que dejar. Era demasiado estrés seguir estudiando con todos los viajes y el trabajo que tenía los fines de semana. Un día le tuve que decir a mis padres que no podía seguir. Hubiera querido terminarlo porque me gustaba estudiar, pero era mucho desgaste mental. Cuando entré al liceo era lo más importante de la vida, pero cuando eso pasó a segundo plano y la música empezó a ser más importante no tuve más opción que dejar. Pude hacer hasta 5° y me falta 6°. Espero en algún momento poder hacerlo, me quedó pendiente.
-¿Cómo reaccionaron tus padres cuando les hiciste ese planteo?
-Ellos se la veían venir. Se daban cuenta de que era muy complicado seguir con el liceo. Yo ya tenía muchas faltas por los viajes y eso complica un montón. Si no repetía por faltas, iba a ser por no haber podido estudiar.
-Y en cuanto a las actividades sociales, ¿tuviste que dejar de lado muchas salidas con amigas?
- La primera quincena de enero, que es cuando todos los jóvenes se van de joda, para mí significaba trabajo. No podía irme para afuera con amigas ni ir a un baile porque tenía shows. Hubo un momento en el que dejé de salir con amigas los fines de semana porque siempre trabajaba. Además, las veces que salía me tenía que cuidar mucho más que mis amigas. El solo hecho de estar pendiente y no poder hacer cualquier cosa porque después la gente lo podía estar comentando me afectaba. Yo soy súper responsable con mi trabajo y nunca pude decir “ya fue, voy a ser lo que pinte” porque siempre en mi cabeza pensaba “no te podés mandar cag...”.
-¿Qué fue lo primero que te compraste con el dinero de tu trabajo?
-Mi orgullo más grande fue cuando me pude comprar mi primer teléfono. Para mis padres era muy difícil comprarme un Iphone, así que cuando lo pude hacer yo me puse muy contenta.
-Trascendió que luego pudiste comprarte un auto pero te costó sacar la libreta.
-Sí, me compré la camioneta en enero del año pasado y en setiembre saqué la libreta. Perdí el examen cuatro veces. Siempre me pasaba algo. Aprendí a manejar después de que me dieron la libreta. Cuando di el examen no sabía.
-Siempre se dice que el ambiente de la noche y los boliches es pesado, y vos eras una chica de menos de 18 años, ¿sufriste alguna situación incómoda?
-A veces tenía miedo porque iba a cantar a bailes de mayores, pero siempre estuve bien acompañada. Tuve alguna situación en algún show, pero nada grave. Me pasó varias veces de estar esperando para entrar, que me pidan una foto y me saquen un beso. Yo me quedo re caliente y si tengo que putearlo lo puteo.