Alberto Silva: "Fui, soy y seré de izquierda pero nunca de un partido político"

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Alberto Silva. Foto: Leo Mainé

ENTREVISTA

El panelista de "Buscadores" y conductor del programa radial "Amargueando" habla de la polémica en televisión, de política y más en esta nota.

-¿Desde qué momento estás vinculado a los medios de comunicación?

-En el año 1980. Yo estaba radicado en Argentina. Me había ido del país por motivos políticos, como tantos uruguayos. Trabajaba allá en algunos medios alternativos o como freelance. Me convocó José Germán Araújo fui corresponsal de la 30 en Buenos Aires. Con la Guerra de Malvinas tuvimos mucho trabajo. En el 84 regresé a Montevideo y seguí vinculado a la radio. Hacíamos móviles en tiempos en que no había celulares y pocos teléfonos. Salíamos con un aparato enorme para comunicarnos.

-En la 30 nació “Amargueando”, el programa que lleva tu sello...

-Sí. Después pasamos a la 44 (Radio Panamericana en ese momento) y hoy seguimos en la 1410. También he escrito varios libros y desde hace 14 años soy panelista de Buscadores.

-¿Fue tu primera experiencia televisiva?

-No. Estuve un tiempo en TV Libre, en la época en que habían traído a Jorge Lanata y otras propuestas. Se le estaba dando un impulso al canal. Pero no duró mucho. Con Buscadores, la permanencia ha sido otra.

-Buscadores es claramente un programa de debate, ¿cómo te llevás con esa faceta de polemista?

-En este aspecto hay dos vertientes, incluso en la interna del programa. Lo he hablado con compañeros. Están los que consideran que la televisión debe apostar a la polémica y otros, como yo, que creemos más en el análisis y la exposición de ideas. Pero la verdad es que yo aparezco en Sonríe o en las redes sociales cuando hay una polémica, no cuando expongo una idea, planto árboles o apoyo causas sociales. Entonces, son las reglas de juego. Me llevo bien con eso. Busco el equilibro. No busco la polémica. Si se da, la enfrento.

-¿Hay normas o lineamientos para el debate en Buscadores?

-No. Tengo la suerte de que en todos los donde trabajo no me condicionan por el partido, por los avisadores ni por nada. Nadie me dijo a mí: “Decí tal cosa”. “Vamos a polemizar por tal cosa o tal otra”. Las cosas surgen naturalmente. De todos modos, no siempre el programa se enfrasca en debates. Depende del tema.

Alberto Silva. Foto: Leo Mainé
Alberto Silva. Foto: Leo Mainé

-En tu caso, tenés una voz comprometida con causas y con un lineamiento de izquierda...

-Sí, yo siempre fui muy claro. Fui, soy y seré un hombre de izquierda, pero nunca fui de un partido. Jamás milité en el Frente Amplio. Porque como comunicador y periodista me gusta hablar libremente, sin compromisos políticos.

-¿Nunca te ofrecieron la militancia?

-Sí, dos veces, de dos sectores del Frente me ofrecieron integrar la lista en un lugar como para salir diputado y dije que no. Mantengo mi opinión propia y matices frente a todos los temas. Esa libertad de pensamiento es fundamental para mí.

-¿Los bloques están más radicalizados?

-Sí. Lo he visto recientemente en el propio presidente de la república que salió a tomar el centro de ring enfrentando al presidente argentino y también, por otra parte, con cuestionamientos muy fuertes al intendente de Canelones, Yamandú Orsi. Hasta ahora lo había visto en una posición más moderada pero ahora vi que el presidente salió, no a discutir una idea, sino con una persona. También cuestionó a la intendenta de Montevideo. No sé si fue algo casual o a partir de ahora veremos a un Lacalle Pou más enfático. Quizás tiene que ver que se aproxima la campaña electoral.

-¿Coincidís con el término “grieta”?

-No. Es un invento de (Jorge) Lanata, quien dicho sea de paso vino a Uruguay y fracasó estrepitosamente, tanto en Canal 12 como en TV Libre. Vino con pretensiones de enseñarnos a hacer periodismo y se fue sin pena ni gloria, por la puerta de atrás. Ahora inventó esto de la “grieta” y nosotros lo copiamos, como tantas cosas de Argentina. En Uruguay diferencias políticas siempre hubo, muy duras, que terminaban en duelo muchas veces. Pero también hubo acuerdos y negociaciones... No todo es grieta o no grieta. Aparte, ¿por qué grieta? ¿Por qué no le llamamos zanja o cuneta? Tenemos que entender más nuestra historia antes de adoptar esos términos extranjeros.

-El otro día hubo una discusión muy fuerte con Sergio Gorzy. Él te llamó “insolente” y atrevido”

-Y yo lo llamé “reinsolente” y “reatrevido”. Fue una discusión más en el programa.

-¿Cómo quedaron las relaciones? Él es uno de los dueños del programa...

-Bien, en ese caso bien. Como pasa la gran mayoría de las veces, todo lo que se dijo, se dijo al aire. Después nos saludamos normalmente.

-¿Con Jorge Rowinsky también protagonizaste varios cruces?

-Sí, en ese caso siento que está buscando la polémica conmigo. Desde hace un tiempo noto esa actitud. No lo había visto en otros compañeros. Siempre busca pelearse conmigo.

-¿Llegaron a hablarlo?

-No, no. Él participa a distancia del programa (vive en Miami) y no hablamos fuera de lo que se ve.

-¿Por qué la izquierda perdió las elecciones?

-Fue una conjunción entre los errores propios, el desgaste de 15 años de gobierno y también, por supuesto, los aciertos de quienes estaban al frente de la coalición multicolor, en especial de (Julio María) Sanguinetti, quien fue el creador e impulsor de la coalición.

-¿Cómo imaginás la próxima campaña?

-Muy dura y muy radicalizada, lamentablemente. Me gustaría que la política, de los dos lados, tuviera otro vuelo. Ahora, los dos bloques están enfrascados en criticar lo que hace el otro, pero no hay una visión superadora. No hay nadie que proponga algo que no sea aplastar al otro. Está faltando utopía.

-¿Hay algunas algún aspecto o alguna medida que te haya parecido positiva de este gobierno?


-El manejo de la pandemia creo que fue positivo. El rubro comunicación, para los intereses del gobierno, funciona muy bien. Sabe emplear la comunicación de forma superior a como lo hacía el Frente Amplio. También veo que no ha ido al choque y apuesta al diálogo civilizado con las fuerzas gremiales, por ejemplo.

-La propuesta radial de Amargueando tiene más de 30 años, ¿cómo definirías la esencia del programa?

-Es un programa periodístico de autogestión con compromiso, pero no partidario. Nunca tuvimos un aviso oficial, ni siquiera cuando estaba el Frente Amplio. Estamos orgullosos y hacemos cosas increíbles. El fin de semana pasado juntamos 200 personas para hacer un circuito, sin costo, por padrones antiguos, empezando por la casa donde nació José Artigas, en Cerrito y Colón. También plantamos varios ejemplares de Ibirapitá y donamos 1.250 libros para cinco bibliotecas.

-¿Te interesa la historia?

-Sí, pero sobre todo desde el punto de vista de defensa del patrimonio, como una defensa de la identidad. Estamos en un mundo globalizado y creo que lo que nos va a salvar es mantener la identidad. Tenemos que estar orgullosos de muchas cosas, también por la política. Tenemos a dos partidos fundacionales de los más antiguos del mundo y también un Frente Amplio que es ejemplo de coalición de izquierda. Eso hay que cuidarlo.

-¿En qué es peligrosa la globalización?

-A veces se dan por sentado problemas o soluciones que no son universales. A mí hay temas que me parecen horribles y urgentes, como la gente que duerme en la calle. Lo he discutido con todos los ministros de desarrollo social, incluidos los del Frente Amplio. Se me dice: “Pasa en todo el mundo”. No me importa. Hay que solucionarlo y punto. Aquí, por ejemplo, se aprobó una ley de regularización de la marihuana que es un caso único. Un invento uruguayo. ¿Por qué no puede haber un invento uruguayo para erradicar a las personas de la calle? No debería ser tan difícil. Me he peleado mucho por este tema. En este gobierno, (Pablo) Bartol quiso solucionarlo pero no pudo, no siguió como ministro. Y ahora lo que veo es que están resignados. Creo que hay que ponerle pienso, creatividad y dinero y lo podemos hacer. No hay por qué ser “como todo el mundo”.

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