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Alita Menéndez, el sentirse "Rari", los haters y poder abrazar las rarezas para hacer su nuevo unipersonal

La actriz y comediante habla de cómo surgió su nuevo unipersonal, "Rari", que se estrena el viernes 5 de julio en la sala Undermovie; adelanta algún personaje y el disparador para el humor.

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Alita Menéndez.
Alita Menéndez.
Foto: Difusión.

Es una de las comediantes más activas y convocantes del Uruguay; eso se debe a que ha hecho Carnaval, hace teatro (su obra Farsantes que se hizo en La Candela la harán en España), escribe y canta canciones como “Jogging Gris” que tiene más de 167 mil reproducciones en Youtube), inventa personajes como Pata Cajetilla y crea unipersonales donde el humor es la excusa para hablar de cuestiones serias, siempre desde un concepto base: aceptarse y quererse uno mismo. Este viernes 5 de julio estrena en el Undermovie Rari, y sobre el abrazar lo “rari” de uno, el humor, la vida de madre y los proyectos es esta charla con Alita Menéndez.

“Osvaldo Hater es un auditor de lo que tiene que ser normal. Todo lo que se sale un poquito, le molesta, le incomoda”, comenta Alita Menéndez sobre el nuevo personaje que con celular en mano y listo para criticar sobre cualquier tema, comenzó a desarrollar y será parte de Rari, el unipersonal que estrena este viernes en el Undermovie.

“El problema del hater es que no acepta su propia incomodidad por dentro. El problema no lo tiene con uno u otro porque va y escribe, el problema es para adentro, consigo mismo; y debe ser muy difícil habitar ese cuerpito”, agrega Menéndez sobre un personaje que sintetiza todo lo negativo de las redes sociales.

“A veces veo comentarios de gente que pone ‘a esta quien la conoce’, y cosas así, y son cosas que no me quitan el sueño porque también entiendo que es parte del juego y desprenderme que no están hablando de mí, están dando información sobre sí mismos, y ya no respetan nada; porque salieron a criticar a Ian Moche, un niño autista argentino que solo busca un mundo más amigable”, agrega Menéndez.

“Las mujeres estaban acostumbradas, a que la ropa, el sobrepeso, el rulo, pero un niño. Qué tristeza esa vida, y no quisiera ser hija o familiar de una persona así. Imaginate esa gente que tiene tiempo de sentarse a criticar”, señala la actriz, cantante y comediante.

Alita Menéndez.
Alita Menéndez.
Foto: Difusión.

—Para este espectáculo formaste equipo.
—Sí, porque venía haciendo todo sola, la autogestión de todo; y el costo lo pagaba mi familia porque era toda una locura, el tema de la plata que sacás de allá y ponés acá; cosas que no son mis propósitos, no son mis dones. Porque la producción y puesta en escena es de Ernesto Muniz, y todo lo demás artístico está en manos de gente con sus dones. Y estamos recopados.

—Llama la atención el título de “guardiana” para Victoria Vera.
—Sí, le pusimos guardiana y no directora porque el equipo quería tener un respeto con el espectáculo, porque es vivenciar. Rari se trata de algo vivencial, y nadie se anima a dirigir la vida que viviste. Entonces, ¿cómo le ponemos para mantener el mantener respeto? Ernesto y Victoria me decían, “esto es al revés de todo el mundo, porque vos vivís primero y después bajás al libreto; el libreto es lo último”. Y en realidad todo el mundo empieza a ensayar con un texto primero y después vas construyendo.

—¿Y vos cuándo te te sentiste rari?
—Sí, de chica era rari, me decían “María Llorona” o “Paragüitas” porque lloraba por todo. Me hacían re-bullying pero hoy trabajo con mi sensibilidad. En eso de llorar, había una semilla que la estaba viendo como un problema y no lo era. Lo que me hizo rari de chica eran mis dones; y para este espectáculo tuve que revisar mi infancia. Le tenía miedo a los globos y no quería ir a los cumpleaños porque explotaban y hasta hoy me afecta, pero porque tengo una sensibilidad extrema; lo que hace que también componga canciones. Y mi hija tiene esa sensibilidad extrema, y muchas veces eso de ser diferente te hace pensar que sos el problema; porque no sos el normal. No sos el que se amolda a todo lo que pasa, y la vida la pasa. ¿Y que pasa si no sos el problema, si sos la solución? Empezar a ver eso raro y como una solución, me estalló el cerebro.

—También es cambiar la mirada sobre distintos aspectos.
—Sí, claro, porque en la escuela o el liceo, si sos bueno en matemáticas y malo en literatura, ¿qué te recomiendan?, que te pongas un profesor de literatura para mejorar; pero en realidad sos bueno en matemáticas, hay que incentivar eso en lo que uno se destaca, y no intentar amoldarse.

—También tenés presencia en redes donde hacés campañas para varias marcas. ¿Por qué ahora?
—Porque tenía muchos preconceptos: que las empresas te dicen lo que hacer y que no sé qué. Pero mirá mi pensamiento limitante, porque durante 5 años hice stand up improvisado donde, por Whatsapp la gente me decía lo que tenía que hacer en un boliche; así fueron todos los miércoles por 5 años consecutivos, la gente me decía lo que tenía que hacer y yo subía y lo hacía. Y ellos no me pagaban, me pagaba el lugar. Entonces, ¿cuál es la creencia limitante? Pensar que una empresa me va a decir lo que tengo que hacer. Y en el camino me encontré con empresas que apoyan verdaderamente, que te dan una validación como artista.

—Sos madre, cantante, actriz, comediante, ¿cómo te definís?
—Hice una canción en base a eso, se llama “Soy un montón”. Es darse cuenta que a veces no te podes quedar con una cosa sola, porque sos mucho más. No quiero enfocarme en una cosa, de ninguna manera. A veces para agradar o encajar, he ocultado mi parte mística, porque también estudié un montón de cosas, biodecodificación, reiki, registros akáshicos, y si me dejás también me pongo a estudiar algo más: y yo soy todo esto. No sé cuánto más puedo llegar a hacer, pero no me quiero limitar a nada.

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