Andrés Ojeda & Kelsey Clay en Punta del Este: "Los ataques nos unieron como pareja"

El excandidato presidencial que fue revelación de la campaña electoral presenta a su novia, una misteriosa norteamericana experta en negocios que se mudó a Uruguay hace casi dos años. "Ella es distinta a todo", define.

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Andrés Ojeda y Kelsey Clay en Mansa Beach Club de Punta del Este.
Andrés Ojeda y Kelsey Clay en Mansa Beach Club de Punta del Este.
Foto: Richard Sosa Make up: Sergio Quintana

El destino los cruzó el 29 de noviembre de 2023 durante la cena del Centro de Estudios para el Desarrollo en la que habló Lacalle Pou. Él era un abogado que acababa de anunciar su candidatura a la Presidencia de la República y ella una norteamericana experta en negocios graduada en la Universidad de Texas que se mudó a Uruguay para dedicarse a proyectos de bienes raíces. Apenas la vio, él quedó flechado por esta rubia de ojos claros que se paseaba por el salón y saludaba en inglés. Tras un intercambio de miradas, le preguntó a un amigo en común por la identidad de la enigmática dama y le respondió con el nombre de Kelsey Clay. Al rato, ella leía en su teléfono la notificación de Instagram que decía "Andrés Ojeda comenzó a seguirte".

Pasó poco más de un año y hoy conforman una pareja consolidada. Así se mostraron en eventos durante la temporada de Punta del Este, el balneario que eligieron para pasar el verano y combinar descanso con reuniones de trabajo, salidas nocturnas y mucha actividad social. Días después de brindar por los 41 años en el restaurante Mansa Beach Club, Ojeda volvió al mismo sitio junto a su novia para una producción de fotos de Sábado Show. Lo afianzada que está la pareja y el descontracturado aire veraniego los motivó a aceptar la primera nota juntos para contar cómo construyeron su historia de amor pese a la diferencia de idioma, de cultura y al ruido de una campaña electoral que no les dio respiro.

Kelsey conoció Uruguay en 2022. Viajó con su padre para ver unos terrenos y quedó fascinada con la cultura del país del mate, los abrazos y los asados entre amigos. Por eso, al año siguiente cuando todavía trabajaba en Dallas en una importante firma de banca privada relacionada a desarrollos inmobiliarios y le surgió la oportunidad para mudarse a Uruguay no dudó. Una amiga uruguaya le proponía volcar su conocimiento de bienes raíces en un emprendimiento en Montevideo y sin pensarlo dos veces Kelsey dejó su actividad en Estados Unidos para mudarse sola a Uruguay sin fecha de retorno. "No conozco a nadie más enamorado de Uruguay que ella", destaca su novio. Kelsey está finalizando su primer proyecto de desarrollo inmobiliario en Uruguay “Proyecto Silvestre” ubicado en la calle Silvestre Blanco donde reciclan y modernizan un edificio art decó de ocho unidades.

Andrés Ojeda y Kelsey Clay en Mansa Beach Club de Punta del Este.
Andrés Ojeda y Kelsey Clay en Mansa Beach Club de Punta del Este.
Foto: Richard Sosa. Make up: Sergio Quintana

La capital uruguaya no se parece a su Dallas natal. Kelsey se deja seducir por la Rambla, el campo y los balnearios costeros, pero la principal diferencia la encuentra en la cultura del relacionamiento y en particular al “quality time” o tiempo de calidad que se vive con los afectos. "Son más cálidos, se juntan más con amigos y se ven todo el tiempo con la familia", se sorprende al comparar Uruguay con su país de origen. Lo que nunca imaginó es que la calma que había encontrado en la penillanura levemente ondulada daría un vuelco cuando se enamorara nada menos que de un candidato a presidente.

El primer encuentro tuvo lugar en un exclusivo restaurante de Carrasco, la misma semana en la que la ciudad se empezaba a empapelar por completo con la imagen del rostro sonriente de Ojeda promoviendo su candidatura. La conversación fluyó desde el comienzo "con mucha naturalidad". "Nos entendimos enseguida, no hubo ni un solo silencio incómodo", describe Ojeda sobre una conversación que contaba con la dificultad de ser íntegramente en inglés. "Tener una conversación profunda en otro idioma cuesta el triple de trabajo. Me implica esforzarme de otra manera y tengo que estar seguro que lo que digo es realmente lo que quiero decir", advierte Ojeda.

Desde el punto de vista de Kelsey, la dificultad del idioma pasó esa noche totalmente desapercibida. Define que en ese primer encuentro "conectamos con facilidad" y destaca lo "cómoda" que se sintió durante la cena. Fue tan así, que a la hora de enumerar las virtudes de su novio, ella destaca especialmente que "le gusta escuchar": "Es curioso y abierto. Se puede hablar de muchísimas cosas y tener conversaciones profundas". Él, en tanto, destaca que Kelsey es "una persona completamente distinta a cualquier otra de acá". "Viene de otro lugar y tiene otra cabeza", sintetiza.

Andrés Ojeda y Kelsey Clay en Mansa Beach Club de Punta del Este.
Andrés Ojeda y Kelsey Clay en Mansa Beach Club de Punta del Este.
Foto: Richard Sosa. Make up: Sergio Quintana

Con el correr de las semanas y el avance de la campaña electoral, Kelsey se convirtió, sin quererlo, en una pieza clave en la candidatura de su hasta entonces saliente. Es que según cuenta Ojeda, ella conseguía contagiarle una "alegría y optimismo" que por momentos era difícil de encontrar en el fragor de la campaña. "Yo siempre estoy preocupado, tenso y nervioso. Ella, en cambio, siempre está contenta y ve lo mejor de las cosas. Es muy admirable cuando ves que alguien tiene algo que vos no podés tener o hace las cosas de una forma que vos no las podés hacer. Yo siempre pienso en lo que puede salir mal, pero en la vida hay cosas que hay que vivirlas sin preocuparse tanto", considera.

A la vez, ella lo acompañó a la mayoría de sus actividades partidarias y recuerda que conocer los pueblos más pequeños del territorio nacional durante las giras por el interior y recorrer las ferias es lo que más disfrutó de estar al lado del presidenciable en esa etapa. "Todo nuestro equipo la recibió y la arropó", define Ojeda sobre la incorporación de Kelsey al elenco que iba con él a cada acto.

Si bien Ojeda sostiene una y otra vez que nunca ocultó el vínculo con Kelsey y argumenta que ella estaba a su lado incluso el día de su victoria en las internas del Partido Colorado, lo cierto es que la relación se hizo pública la noche en la que él asistió al extinto programa Santo y Seña. El conductor Ignacio Álvarez puso al aire un video en el que se los veía juntos en un evento socialy le preguntó directamente por ella. Lejos de negar la relación, Ojeda le dedicó el tema "Love Story" de Taylor Swift que hizo sonar tocando un bajo en vivo en el programa.

La confirmación del vínculo en uno de los programas más vistos de la televisión desató un terremoto a dos semanas de la elección. Los adversarios de Ojeda sacaron a relucir viejas imágenes de Kelsey que la mostraban como una aficionada a la cacería de animales salvajes y contraponían este interés al "bienestar animal" que era uno de los principales ejes de la campaña del candidato colorado. El culebrón terminó con la denuncia de Ojeda al Frente Amplio por "campaña sucia".

"En un año de campaña intenso el único momento en el que perdí la compostura fue cuando se metieron con ella", evalúa el excandidato en perspectiva, y agrega que "había comentarios fuera de lugar que se metían con un entorno que no estaba haciendo política; el candidato era yo". Sin embargo el dirigente asegura que aquella tormenta mediática "nos terminó uniendo más" y ella supo entenderlo como parte natural de la política. "La relación venía en un camino que se profundizó con todo esto", recuerda Ojeda. Eso sí, para intentar reducir el impacto de semejante exposición Kelsey cambió la configuración de sus redes sociales de públicas a privadas.

En concreto sobre la cacería deportiva, Kelsey prefiere no contestar y su novio da el tema por cerrado al considerar que "ya hablé suficiente". Pero en cuanto al uso del hobby de su novia por parte de sus contrincantes, insiste en que "no está bueno que haya personas que pagan altas sumas de dinero para enchastrar a otras personas con medias verdades sobre su vida privada".

¿Y qué hay del futuro para la pareja de Ojeda y Clay? No descartan casarse y ambos quieren ser padres en algún momento de sus vidas. "Será cuando tenga que ser, lo hablamos mil veces", revela él. Y si de proyectarse se trata, al ser consultada sobre si se ve a sí misma como la primera dama de Uruguay, Kelsey contesta que va "a acompañar a Andrés en lo que haga". El tiempo dirá si la historia guarda un espacio para una extranjera enamorada de Uruguay junto a un futuro mandatario.

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