Es momento de vueltas para Andy Vila. Volvió a los medios porque acaba de estrenar un nuevo programa de streaming. Volvió a Canal 12 porque fueuno de los personajes de ¿Quién es la Máscara? Volvió a cantar porque le puso la voz a cada actuación caracterizada como “Choclo” en ese programa. Volvió a viajar frecuentemente a Montevideo pese a seguir instalada en Punta del Este. Pero es también tiempo de concreciones. La comunicadora que se ganó un lugar en el medio en ciclos como Verano Perfecto y Vamo Arriba se muestra más enfocada que nunca y va detrás de más desafíos. También toma distancia de algunas polémicas que protagonizó años atrás y con la madurez de los años las analiza desde nuevas perspectivas. “Con el tiempo me di cuenta de que los ataques tenían que ver con un tema más cultural que personal”, evalúa. Sobre regresos y nuevas miradas habla Andy Vila.

-¿Cómo fue la experiencia de participar en “¿Quién es la máscara”?

-Mucho mejor de lo que me imaginaba. Desde grabar las canciones hasta toda la dinámica de que nadie supiera quién era es muy interesante. El programa es una megaproducción y yo nunca había dado un show musical para el público con esa puesta de cámaras para televisión. Una se siente artista por un rato.

-Implicó volver a Canal 12.

-Eso fue muy lindo, pero fue una vuelta distinta porque apenas un par de personas de la producción sabían que era yo. Trabajé 12 años en el canal, nací, crecí y aprendí ahí, así que me trajo muchos recuerdos.

Foto: Leo Mainé

-¿A lo largo del programa querías que los investigadores adivinen quién eras o preferías sorprenderlos?

-Yo no quería que me descubrieran. Cuando Sofía Rodríguez dijo mi nombre me bajoneé y pensé “qué estoy haciendo mal” (risas). Me mandaron un montón de mensajes y en reuniones con amigos me decían que era yo. A mí me cuesta mentir, pero respondía que en todas las ediciones me habían dicho lo mismo. Por adentro pensaba “cuando vean que soy yo voy a quedar como una mentirosa”.

-Esta participación en La Máscara también hizo que te reencuentres con la música después de tres años de haber hecho una pausa en tu carrera musical.

-Eso fue hermoso. En algún punto fue reencontrarme con eso que había quedado ahí guardado. Igualmente reconozco mis limitaciones y sé que no tengo preparación para definirme como cantante.

-¿Pero te dieron ganas de retomar la carrera musical?

-Nunca cerré la puerta porque es algo que me encanta, pero hoy no lo estoy pensando. Cuando quiera decir algo a través de la música, lo volveré a hacer. Encontré esa veta musical con el tema “Bla bla bla” en 2019 para responder a todas las críticas por haber desfilado en las Llamadas.

-¿Sentís que mejoraste?, ¿estás cantando mejor que al comienzo?

-Cuando lo hice me lo tomé en serio y fui a clases de canto. Ahora me escucho y me doy cuenta que se nota que no soy cantante. Pero mi vínculo con la música es como otra forma de comunicación súper potente para llegar con un mensaje que quiera dar. Lo hice desde ese lugar. Yo soy comunicadora. Tengo claro que no soy cantante solo por haber sacado canciones.

-Has logrado crecer profesionalmente más allá de episodios en los que fuiste duramente cuestionada en redes, como cuando mostraste esa faceta musical por primera vez, ¿alguna crítica te hizo trastabillar?

-No te puedo decir que no de forma rotunda. Las críticas me empoderaron y hoy me siento una persona más fuerte. Me hacen sentir más segura de lo que quiero. Cada vez estoy más segura de que las críticas hablan más de quién las hace que de quién las recibe.

-¿Nunca te hicieron dudar de vos misma?

-Me hicieron cuestionarme por qué pasaba lo que pasaba. No me resbala lo que dicen los demás. Lo escucho y lo tomo, pero cuando siento que no me pertenece no me afecta. La crítica que me afecta es aquella en la que en algún punto dice algo que yo en el fondo también siento. La vez que me criticaron por salir en Carnaval, por ejemplo, no entendía nada. Con el tiempo me di cuenta de que los ataques tenían que ver con algo más cultural y no era algo personal hacia mí. Yo tenía muchas características por las que era muy fácil pegarme.

-¿Cuáles?

-Era una persona que no venía del Carnaval, que no bailaba candombe, estaba saliendo con un número uno como Kanela y a su vez mi aspecto es todo lo contrario a lo que se ve en las Llamadas: blanca, rubia, de la televisión. Al ser algo distinto me convertía en algo fácil de pegar.

-Acabás de estrenar el programa de streaming Era Obvio (16 a 19 horas por el canal Topic), ¿cómo te llevás con ese formato?

-Hace mucho que quiero hacer streaming. Es un código muy interesante que mezcla cosas de la radio y la televisión. Yo hice un programa que se llamaba Código Virtual en Universal que tenía mucho de lo que hoy es el streaming. Si bien era en radio, salíamos en vivo con cámaras. Técnicamente faltaba hacerlo con una cabeza más digital. No lo hicimos como había que hacerlo pero igualmente todavía no era el momento. Hoy sí es el momento y estoy muy contenta de poder hacerlo. Salimos desde Magnolio, que es un lugar súper potente para hacer un programa de streaming. Estamos trabajando mucho y poniéndole corazón al proyecto.

-¿Cómo es volver a trabajar con Rusito González después de haber estado juntos en Vamo Arriba (Canal 4)?

-Lo extrañaba. Es divino porque en algún punto es reencontrarme con Vamo Arriba, que es un programa que llevo en el corazón. La química que tengo con él es real y surgió enseguida en el primer casting que hicimos para Vamo Arriba. En el programa también están Glen Rosado que es una influencer divina que yo ya seguía y Camilo Schipani que es tremendo personaje. Nos venimos divirtiendo desde las primeras reuniones.

Foto: Secuencia Films (Leandro Méndez y Santiago Mondo)

-El streaming se suele caracterizar por mostrar a sus comunicadores hablando sin filtro sobre experiencias personales, ¿cómo te ves en ese rol?

-En su momento me lo cuestioné. Parte del código del streaming implica exponerse, contar las historias de uno y hablar mucho en primera persona. Hoy siento que tengo mucho para decir, estoy en una etapa en la que no tengo mucho filtro. Siempre fui de decir todo y me ha pasado de tener muchos titulares en la prensa por ser muy espontánea. Muchas veces me he lamentado después y me pregunto “por qué suelto tanto la lengua”.

-¿Pero la gente no te elige justamente por esa espontaneidad?

-Me dicen que sí, pero a veces digo cosas que después me avergüenzan. Las digo desde la ingenuidad y pienso que nunca pueden llegar a ser noticia, pero después cuando las veo publicadas siento que quedo como una boluda (risas). Me ha pasado de leer y preguntarme “¿yo dije eso?”.

-¿Cómo afecta el programa a tu rutina siendo que seguís viviendo en Punta del Este?

-Vengo todos los martes a Montevideo para el programa. Nos organizamos bien. Mi familia y la de Emi nos ayudan y también contamos con una chica que cuida a Emma en casa. Lo hacemos así para que yo de a poco pueda retomar el trabajo que necesitaba y extrañaba.

-¿Conservás amigas del medio televisivo ahora que estás un poco alejada de la pantalla?

-En el medio tengo muchas personas que quiero mucho y tengo vínculos que son de esos que aunque no vea por tiempo los sigo sintiendo muy cercanos. Es el caso de mis ex compañeros de Vamo Arriba. Hay cariño que trasciende haber sido compañeros de trabajo. También hemos hecho re lindo grupo con las chicas de Algo Contigo en pandemia. Solo las veía a ellas porque no había otro tipo de juntada y almorzábamos juntas todos los días hasta que en un momento nos contábamos cosas importantes y empezó a ser una amistad. En ese grupo estaban Jime Sabaris, Anahi Lange, Giannina Silva y Luciana González. Es real que ese grupo hace tiempo no se mueve y hablo más con unas que con otras pero la relación quedó. Hace mucho que estoy en el medio, yo era muy chica cuando empecé y hay gente que me ha ayudado, enseñado y acompañado en momentos clave para mi. Hay mucha gente que conozco desde hace muchos años, incluso desde mis inicios, con la que no tengo una amistad pero la quiero mucho y la conozco hace tanto que la siento muy cercana.