Anto Lima, el consejo al "Colo" Ramírez, por qué pasó sola San Valentín y su nueva vida en Rosario

La modelo y Miss Uruguay habla de su carrera, de su preparación para el certamen de belleza Miss Hispanic International, así como su nueva vida en Rosario junto a su esposo, Ignacio "Colo" Ramírez.

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Anto Lima.
Anto Lima.
Foto: Difusión.

Viajó el año pasado a Napoles donde logró el tercer puesto en el certamen de belleza Miss Europa Continental; y en los próximos días viaja a Lima (Perú) para otra competencia importante: Miss Hispanic International que integran otras 17 participantes de América y Europa. Más allá de estos viajes, la vida de Anto Lima se vio trastocada este año ya que su esposo, Ignacio “Colo” Ramírez fue contratado por Newell’s. A través de sus redes sociales, la modelo e influencer ha mostrado el recibimiento que le ha hecho la hinchada al goleador uruguayo, así como su rutina de entrenamiento. En esta entrevista con Sábado Show, Anto Lima habla de su vida en tierras de Lionel Messi, de las exigencias de los certámenes de belleza, y cuenta por qué pasó sola en San Valentín.

—¿Con qué te sorprendieron para San Valentín?
—Ignacio está en Miami porque juega contra el equipo de Messi y Suarez. Justo viajó el 13 de febrero, así que es un San Valentín, sola. Salgo con una amiga a comer. Igual, creo que San Valentín es todos los días. Es como el día de la madre.

—¿Cómo es la vida en Rosario?
—Me he adaptado recontra bien. Estamos viviendo en un country precioso. La gente es divina, súper tranquilo. Salgo a caminar en las tardecitas y es una paz. Conseguí un gimnasio que está frente al country y también hay un colegio al que quiero mandar a mis hijos. Está todo cerca, la gente de Rosario es muy atenta, no es igual a la de Montevideo. Todos se ponen a disposición, y en el gimnasio, por ejemplo antes de saber que era la mujer del “Colo”, estaban a disposición. Uno de los representantes que lo trajo acá nos brindó todo, sin saber si iba a rendir o no. La gente hace eso sin interés, así que todo es muy lindo, y te adecuas enseguida.

—Igualmente el Colo venía de ser el goleador uruguayo.
—Sí, pero nunca sabés cómo te puede ir. A veces sos un jugador tremendo pero te metés en otra liga que no es la tuya, o un equipo que no juega como para el 9 que es Ignacio, y no hacés goles. Gracias a Dios todo viene de maravillas.

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Anto Lima. Foto: Archivo.

—Es un cambio para mejor.
—Sí, obviamente hay un trabajo atrás y gracias a Dios nos ayudan nuestros padres porque no es movernos solo nosotros, están los dos niños y ahora también tenemos dos perros. Entonces no es quedarse en un hotel y ver cómo te las arreglás. Lo nuestro es moverse en manada.

—Imagino que a todo esto seguís participando de certámenes.
—Sí, en estos días me voy de nuevo. Se dio la casualidad que mi padre tenía licencia y regresa cuando termine el certamen, sino es también pensar qué hacía con mis hijos, porque es toda una semana afuera de casa. Y antes, hay que prepararse, lo que te lleva a estar afuera de casa varias horas al día.

—Y hay que cuidarse con las comidas, hacer ejercicio...
—Sí, todo. Además es el estrés porque no estás con el mismo humor. Por suerte Ignacio también está viajando entonces los dos estamos en lo nuestro.

—A todo esto, ¿se fue a Miami y te quedaste ahí?
—Tenía la oportunidad de ir a Miami con él. Viajaron casi todas las señoras de los jugadores, el club se hacia cargo de los gastos de todos para que viajaran más cómodos. Me ofrecieron para ir, pero no podía porque perdía tres o cuatro días de lo que podía estar preparándome acá. Una macana porque aparte es Miami. Fui a Estados Unidos pero nunca a Miami.

Anto Lima.
Anto Lima.
Foto: Difusión.

—¿Cuándo y dónde es el certamen?
—Viajo el domingo, y es un certamen importante porque quien gana tiene un contrato con una agencia en Miami, así que en caso de ganar tendría que viajar para ahí. Aunque como toda competencia está muy difícil porque hay chicas que se están preparando desde que tienen tres o cuatro años, desde muy chicas. Y Uruguay no es un país que apoye mucho, o inculque ser Miss desde niña, entonces todo cuesta el doble o más a la hora de prepararse.

—Y cómo estás haciendo todo eso, ¿cómo siempre todo a pulmón?
—Casi todo con gente de afuera. Un diseñador es argentino, otro peruano, tengo un coach de pasarela que es de Venezuela y en Argentina me hago las manos y eso que antes lo hacía en Montevideo. También acá estoy trabajando con una clínica estética que se encarga de lo que es la parte facial. Acá está un poco más adelantado que en Uruguay el tema estético y eso es una ventaja, pero estoy en Rosario y no es lo mismo que en Buenos Aires.

—Los comentarios que llegaban de Rosario eran de una ciudad peligrosa. ¿Cómo te has sentido?
—Nos habían dicho eso cuando vinimos, pero la verdad es que es súper tranquila. No sé si es que nos estamos moviendo mucho en esta zona, en un country al lado de donde Messi tiene su casa. Son como ocho o nueve country que armaron como una ciudad paralela que no tiene nada que ver con el centro de la ciudad. Y entre los country hay hasta un shopping, estás como que por fuera de Rosario. Seguramente haya villas, como en todos lados, pero por ahora venimos divino. No ponemos llave a la puerta, los autos quedan con las llaves adentro, como en todos los country hay una seguridad tremenda. Lo que se dice es lo que ocurre en otros lados; cuando la gente va a Brasil te dicen eso; o cuando viajé a Nápoles me acuerdo que me decían que no saliera de la ciudad, que hay violencia, y parecía que me fuera a meter a una villa. Igual fui precavida, salí sin cartera de marca, de zapatillas, guardé el celular y no anduve boludeando, y no me pasó nada. Pero si salís de taco aguja a caminar con una cartera Louis Vuitton por el centro de Rosario, o por Nápoles a ver el museo de Maradona, llamás la atención.

Anto Lima junto a "Colo" Ramírez.
Anto Lima junto a "Colo" Ramírez.
Foto: Difusión.

—¿Ese consejo lo recibiste en el concurso de belleza?
—Sí, nos lo dijeron a las modelos, en todos los idiomas. Nos explicaron: “no salgan así como están”. Imaginate, todas maquilladas, de taco aguja y vestido, sos una presa fácil. Es un poco de sentido común; y acá no siento que haya tanta inseguridad.

—¿Para qué certamen te estás preparando?
—Ahora voy a Miss Hispanic que este año se hace en Lima, Perú. Es la 12° edición y siempre se hizo en Miami pero este año había seis participantes que no tenían la visa, y para no dejarlas afuera decidieron hacerla en otra sede. Casi todas optamos por Lima, porque Perú nos ofrecía cosas como Miami: nos vamos a quedar en un hotel cinco estrellas, hay varios estilistas y diseñadores. Es una cosa divina, y me encanta porque me gustaría ir a Machu Pichu, también porque es más cerca de la selva, porque a Estados Unidos o Europa podés viajar porque la mayoría de los concursos son ahí, y es raro que alguien te diga: me voy a hacer un viaje a Lima; porque siempre es al Caribe, o destinos así. Así que yo encantada, porque aparte me queda cerca.

—Perdón la ignorancia, ¿es un certamen conocido?
—Sí, está muy bien posicionado y se caracteriza porque van las que ya compitieron en Miss Mundo o Miss Universo, porque en esos concursos no podés volver a presentarte una segunda vez, aunque no hayas ganado nada. Entonces van las chicas que se han presentado en ediciones pasadas que tengan entre 18 a 32 años. Ojalá pueda quedar primera, o gustarle a la agencia y hacer un contrato y a raíz de ahí empezar a trabajar con una agencia que te llame para laburar, y cortar un poco con los certámenes de belleza porque siento que he ido a todos los lugares que he querido.

—¿Te tenés fe?
—Va a estar complicado, pero me gustan los desafíos y poder competir a alto nivel.

—Parece que fuera fácil, pero todo requiere su trabajo, y esa es la receta.
—Qué va a ser fácil. Aparte, cada vez que vas subiendo el escalón, el nivel es más difícil. Cuando fui a mi primera competencia a Paraguay nos daban a elegir comida y elegía pizza. Ahora sabés que si comés eso podés quedar hinchada al otro día y no tenés la misma energía, entonces vas aprendiendo. Lo mismo cuando fui a Estados Unidos, las Miss estaban todas preparadas. Hacían meditación, cosas que le vas agregando y a un alto nivel, hacen la diferencia.

—¿Con tu experiencia no te han dado ganas de abrir una escuela de Miss?
—Todavía no estoy radicada en ningún lugar, y quiero empezar a trabajar más como modelo, hasta mis 32 años, o hasta que el cuerpo acompañe; y después sí empezar a trabajar como marca. Si abro la escuela, me conozco, voy a querer estar siempre, y los tiempos no me van a dar para todo. Para hacer algo a medias, prefiero hacerlo cuando mis hijos estén más grandes, esté en Uruguay y pueda preparar a una Miss Uruguay, y si tiene que viajar, hacerlo con ella. Me gustaría viajar y acompañarla yo.

—Imagino que es algo que no te pasó cuando comenzaste por este camino de las competencias de belleza.
—Claro. No tuve esa oportunidad, que me acompañaran y me dijeran cómo son las cosas. Pero siento que eso también me ayudó a aprender, el golpearme, ir a un certamen y no estar preparada. No sabía maquillarme y salían las otras 30 Miss todas maquilladas y yo con un poquito de labial y rimel. Quieras o no, te das cuenta cuándo alguien está maquillado, y cuándo no, y eso te juega en contra. O cuando te dicen de ir a desayunar, yo bajaba de deportivo y las otras estaban de vestido y taco aguja. Después te dicen: no viniste a tomar mate, viniste a una competencia de belleza. Esos golpes, que te dan tristeza y rabia en el momento, te hacen aprender. No es que tengas un coach o un director que te diga: ponete este vestido rojo con estos tacos, ponete labial, andá con el pelo suelto; recién ahora tengo gente que me aconseje. Antes era yo con mi bolsito que tenía más o menos lo que me gustaba o me ponía. Después me chocaba con la realidad.

Anto Lima.
Anto Lima.
Foto: Difusión.

—Y a todo esto, el trabajo de madre no se detiene.
—Sí. Por suerte están mis papás porque están de licencia, y de Mercedes a Rosario son tres horas y poco en auto, es como ir a Montevideo. Así que ligamos que queda cerca. En Montevideo tenía una señora que me ayudaba que era de la familia, pero está mayor, no quiso viajar y no me gusta meter a alguien con cama en mi casa, más allá que ahora el club nos dio una casa que tiene como 10 habitaciones. Imaginate lo que es pasar de un apartamento donde estábamos a una casa, estamos perdidos; la parte de arriba ni la tocamos. Dejamos las valijas y ni subimos. Es muy grande, se me pierden los nenes.

—¿Le diste algún consejo a Ignacio por el partido?
—Le dije: “disfrutá cada momento. Vas a estar en Miami, vas a estar recansado pero disfrutá”. Imaginate lo que es jugar contra un ídolo como Luis Suárez o Lionel Messi. A veces trabajás duro y no mirás el resultado, y cuando te das cuenta estás al lado de tu ídolo. Eso me pasa a mí también. Voy a compartir con Miss Colombia a quien admiraba, ella tiene tres años más que yo y Miss Brasil a quien vi en Miss Universo en 2018, y ahora voy a estar compitiendo con ella. Entonces llega un momento que al trabajar tanto no hacés una pausa para decir: “mirá a dónde llegamos”.

—Y ese camino seguro que costó sangre, sudor y lágrimas.
—La verdad que sí, ha costado mucho. Pero es lo lindo, porque después lo disfrutás el doble.

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