ENTREVISTA

-Volvieron a Uruguay después de una breve estadía en Francia. ¿Cómo viene esa readaptación?

-Nunca nos adaptamos a la vida allá. El idioma nos mató y no dio mucho el tiempo. Ignacio resignó muchas cosas por estar acá y por esta oportunidad en Nacional. Se sabe igual que serán seis meses o un año y después a volar nuevamente. Quién sabe para donde. Fue una experiencia internacional que tuvimos y nos vas a servir en el futuro indudablemente.

-Es inestable la profesión de él...

-Totalmente. Un día estás acá y al otro día, otro lado. Por eso, en mi caso trato de aprovechar y hacer todas las cosas que puedas. Me han surgido en este tiempo varias conducciones y eventos en Uruguay.

-Vas a desfilar en el Carnaval de Melo.

-Así es. Por segunda vez me invitaron y yo encantada. Participé en el año 2017 cuando desfilé con Claudia Fernández, Fata Delgado, Martina Graf… Fue una experiencia muy linda, por lo que me encanta repetirla.

-¿Qué lugar ocupa en tu vida el Carnaval?

-Me encanta. Pero más específicamente me encanta cómo lo vive Melo. Es una ciudad que siempre te recibe con los brazos abiertos y que vive el Carnaval de forma muy especial. Lo de Montevideo está genial, pero ellos pausan todo para la experiencia de Carnaval. Eso se transmite en las calles. Por eso voy con todas las ilusiones: mandé a hacer el traje en Buenos Aires y me llega en estos días. Que me hayan llamado como figura es un honor para mí.

-¿Qué ritmo va mejor contigo? ¿Candombe o Samba?

-A los dos le pongo onda sin ser una especialista. Creo que voy con la samba, aunque hay que tener más resistencia.

-Del traje qué se puede adelantar…

-Lo único que puedo decir es que es de color blanco y creo que va a sorprender.

-Sos de Mercedes, ¿cómo se vive el Carnaval por allí?

-También con mucha alegría. No me ha tocado salir pero es una muy linda fiesta.

-¿Cómo sentiste el recibimiento en Nacional?

-Fue muy lindo. Estoy muy agradecida con de Nacional. Cada vez que voy al parque me siento como en casa. Ya tenía una familiaridad por mi cuñado (Santiago Ramírez) que juega ahí. Pero más allá de eso, en general, me siento muy querida. A pesar de que no hay muchos eventos, me han llamado ya para varios. Estuve en la conducción de varios y estoy orgullosa de que confíen.

-Nacional, al ser un equipo grande, puede traer muchas satisfacciones, pero también una presión grande. ¿Lo han conversado?

-Sí. Lo estamos trabajando con psicólogo porque tenemos asumido que si las cosas salen bien, todo es más fácil. Ahora si aparecen los goles, se siente la responsabilidad y la presión. De todos modos, él está muy enfocado en lo positivo: tiene muchas ganas de que le vaya bien. Resignó mucho: lo económico lo dejó de lado prácticamente para aprovechar esta oportunidad. Él apostó a ser feliz más que a otra cosa. Y yo aposté a tener un esposo que sea feliz y recupere la confianza frente a cualquier otra cosa. La depresión en los jugadores de fútbol es una realidad cada vez más extendida y muchas veces tiene que ver con no encontrar los espacios para desarrollarse y ser feliz.

-¿Vos resignaste cosas también con este regreso?

-Al igual que él prioricé lo emocional a lo económico. Al mismo tiempo yo estoy tratando de construir un futuro en lo que me gusta. El mercado de Uruguay es chico y cerrado pero de tantas figuras que hay, que me llamen a mí para conducir eventos o desfilar en Melo, me genera mucha gratitud. Estar al lado de Chacho Ramos, Lucas Sugo, Agustín Casanova… me siento feliz con eso.

-Estudiaste periodismo deportivo, ¿te gustaría desarrollarte en esa carrera?

-Me encanta el periodismo deportivo pero creo que va a ser difícil ejercer mientras Ignacio esté en actividad. Pongamos el ejemplo de que me llamen de un programa deportivo: voy con todo gusto pero en el momento de dar una opinión pueden generarse suspicacias. Si yo llego a decir, por ejemplo, que Álvarez Martínez (el 9 de Peñarol) tuvo un mal partido, enseguida van a aparecer los comentarios: “Claro, esta le da palo a este porque es la mujer del Colo”. Todo lo que diga puede ser usado en mi contra, así que por el momento prefiero dejar en suspenso esa faceta. Por el momento prefiero vincularme a la comunicación desde otras áreas: la conducción, el modelaje o ahora, como pasará en Melo, el baile.