Redacción El País.
Eunice Castro completa un año de transformación y sanación, de "poder elegir" o "tener el poder de elegir" lo que quiere para su futuro y lo que no. Luego de haber conducido los especiales de Nochebuena y Fin de año en Canal 10, revive el gusto por la televisión y espera la oportunidad para volver a un medio que siente como su casa. Además, cultiva un perfil de comunicadora vinculada a lo gastronómico (herencia de Masterchef y de su amor por la cocina) y también a charlas entre mujeres. En el día de su cumpleaños (hoy, 6 de enero) y a 15 años del Bailando por un sueño, la también bailarina cuenta cómo la danza profesional le afectó la salud de su columna. "Tuve que aprender a convivir con el dolor", asegura.

—Cerraste el año 2023 cultivando un perfil diferente, vinculado a la cocina. ¿Cómo fue este proceso?

—Me pasó varias veces en mi carrera el tener que cambiar y adaptarme. Lo disfruto y voy enamorándome de esa materia nueva que pasa por mi vida. Es el caso de la cocina: me interesa mucho y cada cosa me desafía a hacerla mejor. No soy una profesional pero le pongo mucho de mí porque como todo en mi carrera busco que tenga aceptación y que a los demás les guste. Así fue con la paella gigante que hicimos el año pasado en La Esmeralda (Rocha) y ahora repetimos el 10 de febrero, o los eventos de show cooking que hice a lo largo del año. Se trata de presentaciones con público donde cocino, a veces acompañada por un chef y al mismo tiempo damos un espectáculo.

—Decías que no sos una profesional de la cocina, ¿pero te interesaría formarte?

—Sí. He hecho algunos cursos, pero muy concretos y sobre cosas puntuales. Me gustaría hacer algo más extenso para tener mayores herramientas. Quizás es un proyecto para concretar en 2024. Las redes sociales también me enseñan mucho. Ahora para las fiestas hice dos recetas que me llegaron por las redes. La gente me acompaña y me apoya mucho.

—Otra iniciativa que ha crecido en vos es el encuentro con mujeres, como “Entre chicas”, que tuvo varias ediciones. ¿De qué se trata?

—Las charlas con mujeres fue una idea mía que empezó a plasmar en 2017. Me parecía que estaba bueno generar un encuentro entre mujeres donde doy un testimonio de vida y a partir de ahí, se inicia la charla con los demás. Lo he hecho en casas de té, shoppings, en marzo, el mes de la mujer, lo hice en varios puntos del país. Me encanta el feedback con las mujeres; creo que es necesario para nosotras en este momento escucharnos y decirnos cosas. En el último “Entre chicas” participaron 100 mujeres y realmente fue una maravilla; muchas van con amigas y otras se hacen amigas durante el encuentro.

—Hoy es tu cumpleaños, 6 de enero. Si uno busca en Google, dice que naciste en 1976, o sea, ¿cumplirías 48?

—No, eso no es cierto. En wikipedia han puesto varias edades, que no sé de dónde la sacan. No es muy fiable la información. Todo el mundo sabe la edad que tengo, porque no la oculto. Puedo decir que estoy muy contenta de pisar los 50.

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—Habitualmente, ¿cómo recibís cumplir un año más? ¿Sos de festejar o lo vivís de forma más melancólica?

—Me encanta festejar. Si bien en los últimos años las celebraciones fueron más tranquilas, en familia, no más, siempre me gustó festejar mi cumpleaños. Es una fecha muy linda, además.

—¿En la infancia te tocaba regalo de reyes o solo de cumpleaños?

—Los dos regalos. En la noche previa, recibía el regalo de mi cumpleaños y al otro día, con los zapatitos, aparecía el de los Reyes Magos. Enero es un mes de festejo en mi familia: mi padre cumple el 5, mi hermano el 27.

—Hablando de fechas, se cumplieron 15 años de tu participación en el Bailando, donde quedaste como sexta finalista en una temporada de muchísimo rating y repercusión. ¿Cómo recordás aquellos tiempos?

—Me parece increíble que hayan pasado 15 años ya. Pasó mucha agua bajo el puente pero al mismo tiempo pasó muy rápido. Fue una muy buena experiencia, que me hizo quedarme en Argentina casi cinco años trabajando. Fue sorpresivo también el resultado: nunca me esperé quedarme tantos meses en el certamen. Éramos 36 parejas y cuando me fui quedaban cinco.

—¿En la actualidad mirás el certamen?

—Sí. No estoy totalmente prendida del Bailando ni soy seguidora pero me gusta ver televisión. Tengo un ojo crítico y miro de todo un poco para estar al tanto. Cuando estaba en Argentina también miraba mucha televisión mientras estaba trabajando para aprender y tener más herramientas.

—Luego del Bailando seguiste vinculada a Ideas del Sur en su momento...

—Sí, estuve en algunas cámaras ocultas. Y también grabamos, en el mismo estudio El Casting de la Tele, que yo conducía en 2009. De todos modos, después de la experiencia de 2008 no acepté volver al Bailando porque me parecía que no podía superar al que yo había estado. Fue tan exitoso en general y también para mí que era mejor no repetir la experiencia. No me arrepiento.

—¿También por ese tiempo se te detectó una lesión de espalda?

—Sí, eso fue en 2012 y se convirtió en uno de los motivos principales para que yo volviera a Uruguay. Tengo cuatro hernias de disco y un desplazamiento del sacro.

—¿Eso se desarrolló por la danza?

—Sí. La danza profesional y una predisposición genética. Yo bailé mucho tiempo en Uruguay profesionalmente. Después dejó muchos años y luego volví, con el Bailando y con teatro en Calle Corrientes, a la danza profesional. Los efectos en la columna fueron graves al punto de que cuando volví a Uruguay, tenía la indicación médica de hacer reposo por seis meses, sin poder moverme en la cama, cosa que no hice porque enseguida empecé a hacer televisión, radio y teatro. Es mi vida: yo no puedo quedarme acostada, por más que había días en que el dolor era tan fuerte que no podía ni calzarme.

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—¿No es operable?

—Podría operarse, pero no es aconsejable por la magnitud del cuadro y por mi edad. Serían varias operaciones además para sellar las diferentes partes de la columna que están dañadas.

—¿Cómo se manifiesta hoy ese cuadro en tu vida?

—Yo he aprendido a convivir con el dolor. Me levanto y me acuesto con dolor, me sigue como una sombra todo el día. Hay momentos en que es más leve. También ha mutado: más allá de que es un dolor lumbar, a veces deriva hacia las piernas, los brazos o la zona cervical. Intento olvidarme y hago todas las terapias alternativas posibles: probé acupuntura, homeopatía, hidroterapia, terapia de ozono, inyecciones de vitaminas... lo he probado todo, con suerte dispar. Lo que más me funciona es enfocarme en el trabajo, en lo positivo de la vida y de mis afectos. Por ahí se hace tolerable.

—¿Antes del Bailando no habías desarrollado esta dolencia?

—Había tenido algunos pinzamientos de columna, a los que no presté demasiada atención. Luego me llegó la oportunidad del Bailando y dejé la vida en la pista. Literalmente. Cuando uno ama algo y abraza su vocación, lo hace. En aquel momento me acuerdo que estrenamos Variety para María Elena, con Aníbal Pachano y Gerardo Sofovich en la producción. En el ensayo general, pocos días antes del estreno, me caí y tuve una lesión grave en los ligamentos del tobillo. Quedé totalmente inmovilizada, lo que hizo que el estreno se suspendiera. Me llevaron a una clínica para hacerme tratamientos y a los cinco días estrené. La obra era de martes a domingo y los fines de semana, doble función en Calle Corrientes. Terminaba cada función y yo tenía el tobillo que parecía una pelota. Andaba con un aparato láser de radiofrecuencia que era para bajar la inflamación y dormía con él. Al mismo tiempo, hacía el Bailando . Me acuerdo que por momentos pensaba que era una bestialidad lo que estaba haciendo, que podía quedar mal de esa lesión o que me viniera otra más grave.

—¿Te arrepentís?

—No, no me arrepiento porque yo estaba disfrutando mucho también. Era un sueño estar en Calle Corrientes y en el programa más visto del Río de la Plata. Quizás sí fui un poco inconsciente y además, yo pensaba: cómo le digo a Sofovich, a Pachano o a Tinelli que me iba para mi casa, que estaba un poco rota de la espalda y me iba. No. Yo sentía que debía aprovechar al máximo esta oportunidad. Así lo hice y salió bien: fue una experiencia increíble. No cambiaría nada.

—Te iniciaste como modelo en 1990 luego de ganar un concurso en la revista Estilo, de El País. Luego empezó un camino por la pasarela, que incluía veranos de mucha actividad...

—Sí, Me acuerdo que en diciembre pasaba las fiestas en Montevideo y me iba todo el verano a trabajar a Punta del Este. Básicamente todos los días tenía un desfile: eran comunes en los restaurantes, casas de té o en los boliches. Había mucha prensa relacionada a la moda y también eventos y lanzamientos. Luego empecé a conducir eventos y también me sumé a Bien despiertos (magazine de Teledoce) y hacía salidas desde Punta del Este. Mis veranos eran sumamente movidos de trabajo. Y así por mucho tiempo. Esa dinámica ha cambiado y también se incorporó mucho el teatro a la propuesta de Punta del Este o los shows musicales.

—¿Cuándo fue la última vez que desfilaste?

—El año pasado participé en un evento de la intercoiffure Uruguay. Con ellos trabajé 30 años y los conozco a todos. Tuve la suerte de conducir el encuentro e hicimos una pasada con muchas modelos de mi generación. Fue muy lindo el reencuentro.

—Recibís el año con un cambio de look drástico. Volviste al corto. ¿Por qué ese cambio?

—Hacía mucho tiempo que tenía ganas de cortarme el pelo. Hace 10 años tenía un look similar y desde entonces no me lo había cortado. El otro día me preguntaron si tenía relación con algo diferente en mi vida y quizás interiormente sí. Hay un gran cambio en mi manera de ver las cosas y encarar mi trabajo. Quizás tiene que ver con la edad: a cierta altura de la vida, elijo más la gente a mi alrededor, lo que quiero hacer y peleo por eso. El corte de pelo creo que acompaña en ese proceso. También fue muy importanta hacerlo con Julio César Camacho y Marcelo Harín, que fueron mis peluqueros de toda la vida. Ellos me dan siempre seguridad.

—Por segundo año consecutivo, fuiste conductora invitada de los especiales de Nochebuena y Fin de año. ¿Te entusiasma volver a la conducción televisiva?

—Me encantaría. Me da mucha felicidad la televisión. Fui muy feliz cuando volví como participante en Masterchef., de Canal 10 y ahora estoy sumamente agradecida que me convocaran para estos especiales de fin de año. Ojalá se presenten posibilidades de regresar en 2024.

—Se cumplen 10 años de tu salida de Canal 12, que en su momento fue un poco traumática. ¿Crees que sanó esa herida?

—Sí, completamente. En este tiempo he ido muchas veces como invitada al canal, a varios programas. Pasé momentos increíbles, de crecimiento en ese canal. Fueron años muy intensos, de mucho rating también porque en el medio estaba lo del Bailando. Obviamente, cuando un ciclo se termina a todos nos duele, pero a la gente del canal la sigo sintiendo mis compañeros.

—¿Cómo definirías tu situación sentimental en este 2024?

—Estoy tranquila conmigo misma, sola. Pasé por una etapa en que me daba ansiedad o inquietud estar soltera pero hoy no me presiono. No me pesa ni me molesta estar sola. En los últimos años me di cuenta de que los pequeños gestos que me hacía a mí misma y hacia los demás, el lograr superarme, crecer y aceptarme, repercutían en mis pequeños logros... que luego viendo los resultados, se hacían inmensamente grandes. Así que he decidido celebrar cada paso en mi vida y seguiré haciéndolo. Lo recomiendo.