Redacción El País
Su tío era fotógrafo, tenía varios contactos agencias de publicidad, así que un día le hizo un lindo book de fotos y empezó a llevar a su pequño y carilindo sobrino a distintos castings, aunque sin suerte. Benjamín Rojas fue bochado de varias audiciones, incluso de una para Siete años en el tibet, protagonizada por Brad Pitt.

Tenía apenas 11 años, había rebotado varias veces, y estaba a punto de tirar la toalla cuando finalmente quedó seleccionado para trabajar con Cris Morena. Hizo su debut televisivo con apenas 12 años en Chiquititas, con el personaje de Yago, y no paró nunca más.

A partir de ahí, la carrera de Rojas fue un éxito atrás del otro. A los 15 años llegó Rebelde Way, junto a Luisana Lopilato, Camila Bordonaba (su primera novia) y Felipe Colombo, y con ese grupo de lujo armó la banda Erreway, que cantó por el mundo con enorme suceso, y vuelve a los escenarios después de varios años lejos de las luces.

Por estos días, la banda que los adolescentes de los 2000 amaron confirmó fecha de la gira Juntos en Montevideo: cantarán en el Antel Arena el sábado 5 de abril de 2025, aunque sin Lopilato, que no será parte de esta ansiada vuelta.

Por este motivo, te contamos cinco datos que quizás desconocías de Benjamín Rojas, el actor de 39 años oriundo de La Plata que también brilló en Floricienta, Alma Pirata, Casi Ángeles, Mis amigos de siempre, y en distintas obras teatrales.

La vez que Lionel Messi lo fue a ver al teatro rankea entre las mejores noches de su vida. Se enteró de que estaba entre el público en medio de la escena, porque la estrella de Inter Miami es muy amigo de Nico Vázquez y este se guardó el secreto: llamó a Rojas para decirle que llevara una camiseta de la selección a la función de El otro lado de la cama con la excusa de armar un video por las Eliminatorias.

“No contó nada, pero lo noté nervioso (a Nico) y en medio de la obra le digo, ‘¿qué pasa?’. Me dice: ‘está Messi en el teatro’. Estábamos tras bambalinas y cuando volví a escena no me salían las palabras”, recordó Rojas en Cortá por Lozano (Telefé).

Al finalizar la función, se dio el lujo de salir a cenar con su ídolo, y en cierto momento le lanzó: “¿Vamos a tomar algo?”. Pero no se percató de que era fecha de Eliminatorias. “‘Mañana a las 7:30 tengo que estar en Ezeiza’, me contestó y se río. La tiré porque quería cumplir el sueño de invitarlo un fernet”, contó entre risas en No está todo dicho (La 100 FM).

La pareja de Rojas, Martina Sánchez, es dueña de la pastelería City Bell, y el actor cada tanto colabora con el negocio. Tres años atrás, fueron víctima de un episodio de violencia cuando una fanática obsesionada con Rojas rompió la puerta de vidrio del local a patadas. Según trascendió, pretendía entregar una carta a su ídolo, que no estaba allí, pero ella igual exigía verlo y quiso derribar la puerta.

Un vecino la calmó hasta que llegó la policía. Esa vez, Rojas usó las redes para agradecer el apoyo y contar que todos estaban bien. Más adelante, en una nota con Revista Noticias, reveló: “Hubo un episodio desagradable con alguien que fue, agarró a patadas la puerta del negocio y agredió a Martina, pero ya fue subsanado”.

La popularidad no es lo que más le gusta de su carrera, pero se tuvo que acostumbrar a ser conocido con 12 años, cuando debutó en Chiquititas en el rol de Yago. El sumum llegó a los 15 con Rebelde Way, y desde entonces empezó a acumular anécdotas memorables.

Ha contado que en el secundario aprobó un examen de Economía por filmar un póster, que una azafata le ofreció viajar a España en primera clase junto a su padre cuando tenían boletos de turista; que fue tapa de revista en Israel con 17 años y que al llegar a ese país con la banda Erreway los recibieron con un vallado en el aeropuerto y los trataron como estrellas.

Y que una vez llamó a Cande Tinelli, que era su fan, a pedido de su padre, para saludarla por su cumple. Pidió por ella y le deseó feliz cumple, pero cuando le confesó quién era, Cande no le creyó y él solo atinó a decirle: “Decile a tu papá que te llamé”. “Era el número uno”, contó en Noche al Dente.

En pleno auge de Rebelde Way, Rojas, de 15 años, se las ingeniaba para combinar su pasión por la actuación y el rugby, deporte que practicaba a escondidas. Jugaba en La Plata Rugby Club desde los ocho años, y le tiraba, pero su ascendente carrera artística lo obligó a elegir.

El destino quiso que Tomás Yankelevich, hijo de Cris Morena y Gustavo Yankelevich (productores de la novela), descubriera el secreto que guardó un año. “Él jugaba y me dijo, ‘tenés una pisada de botín, ojo’. Después armaron una reunión con mis viejos, porque ya hacíamos Gran Rex, y si me fracturaba había que suspender las funciones. No era compatible y tuve que elegir”, contó en Noche al Dente.

En una entrevista con el streamer Fer Pujol, Rojas reveló que lleva un registro de todos los trabajos que realiza. Se trata de una suerte de estadística que le facilita saber por dónde va su carrera. “Me gusta saber qué hice y tengo poca memoria”, dijo.

Esta práctica, se sinceró, también le permite lidiar con la incertidumbre que genera la industria y ver en perspectiva su trayectoria: “También lo hago porque hay años en que no trabajo y me pongo muy mal, me ataca la ansiedad, miro esa hoja y digo, ‘hubo dos años en que no laburé y hoy estoy trabajando’. El medio es muy cruel, pasás mucho tiempo en pausa, y llevar esa cuenta me permite revalorizar la carera”.