ENTREVISTA
La modelo argentina de 22 años charló con Sábado Show sobre sus inicios en el modelaje, las frustraciones y ser la nueva cara de Calvin Klein
Con solo 22 años y seis como modelo, Camila Orsi se convirtió en la cara de la nueva campaña de Calvin Klein. Ella es la primera argentina en lograr esta marca y una de las dos latinoamericanas seleccionadas por el reconocido diseñador para que sean el rostro de su nueva fragancia. Camila nació en Pinamar, “que es una ciudad chiquita en Argentina, así que para los trabajos viajaba y era un gran esfuerzo para mis padres, pero ellos sabían que era lo que me gustaba”, dice desde Buenos Aires, donde reside. Así continuó hasta que terminó sus estudios de secundaria, y una vez que se mudó a Buenos Aires pudo centrarse en su carrera.
—¿Cómo es vivir en el mundo del modelaje en Argentina?, ¿se hace fácil el camino para hacerse conocida?
—Sinceramente desde mi experiencia, últimamente noto un cambio en el ambiente del modelaje, por suerte. Porque de chica me encontraba con situaciones donde me pedían las agencias, pedían cuerpos irrisorios, cuerpos que para una era difícil de alcanzar porque la moda y las grandes marcas se enfocaban en el físico y no en el talento o personalidades. Entonces buscaban físicos muy generales, entonces era bastante frustrante para una que intentaba encajar en ese molde y soy consciente que por suerte eso está cambiando. Porque hoy puedo trabajar gracias a mi personalidad y no solo gracias al físico. Las grandes marcas están buscando el talento y la personalidad más que un físico que encaje en eso.
—Me acordaba de Ashley Graham, la modelo XL que fue tapa de Sports Illustrated. Ella fue de las primeras en romper ese molde de mujeres flacas en las portadas.
—Sí, totalmente. Sigue habiendo y existiendo la modelo de alta costura que es flaquísima y altísima que también es hermoso de ver. Es hermoso de ver todo lo sano. Hay cuerpos que son así por naturaleza y metabolismo, y hay cuerpos que no, pero está buenísimo que las marcas exclusivas estén abiertas a todo tipo de personas y personalidades. Yo soy una de ellas, no me considero para nada una modelo de alta costura y sé que hoy en día lo que más me trajo para trabajar como modelo fue la personalidad y lo que una se va creando, y que te llamen por eso es espectacular.
—Y te llamaron de Calvin Klein para que seas la cara de la marca.
—Sí, no lo puedo creer, fue un sueño para mí que vengo de Pinamar, no entendía nada. Por eso lo que me gusta transmitir a las chicas de mi edad o las que están trabajando de esto, es que de verdad me llamaron por haber sido fiel a mi misma y haber trabajado en las cosas que me gustan y mostrarlas. No me llamaron por el físico o por el cuerpo, me dijeron: Cami queremos que vengas porque nos gusta lo que hacés. Entonces empezar a explotar esa parte nuestra que es hermosa y así se van a ir dando las cosas hoy en día.
—Ser modelo es un poco como ser actriz, tenés que ponerle personalidad a las fotos aunque estés en un mal día.
—Sí porque está bueno transmitir eso, que una marca pueda transmitir a una mujer segura, así que sí es un poco actuar estar presente en una sesión.
—¿Cómo fue verte en Times Square por la campaña?
—No lo podía creer, se me caían las lágrimas porque es como el resultado de todo este trabajo. Estuve con dos amigos así que estuvo bueno vivirlo con ellos, estábamos los tres abrazados y saltando. Porque entre nosotros nos vemos todos los días trabajando cada día por lo que quiere, y celebrar el logro de cada uno está buenísimo.
—¿Qué proyectos se te vienen?
—Ahora la idea es trabajar mucho en Argentina, además tengo planeado porque lo hago siempre, ir a Nueva York para el Fashion Week que es en setiembre. Ahora quiero quedarme un poco acá porque estoy estudiando actuación y dramaturgia, entonces no quiero perder mis estudios que me encantan. Como decís, el modelaje tiene mucho de actuación, así que tenerlo muy presente y no desviarme de eso. Y cada vez que se pueda, viajar porque está buenísimo y me ayuda un montón.
—¿Ser la portada de Seventeen o Vogue está en los planes?
—Si, no quiero decir nada aún, pero sí, está en camino eso.
—¿Cómo es ser tapa de una revista tan importante?
—Creo que lo que a una le gusta más de eso, no es solo el hecho de ver tu cara ahí y mostrársela a todo el mundo, sino porqué estás ahí, por ese camino que una hizo y que día a día hay un montón de cosas que salen y otras que no. Hay un montón de frustraciones y que salga algo así es como la recompensa y el resultado, es un bien lo hiciste. Esos logros son espectaculares.
—¿Hay mucha frustración en el mundo del modelaje?
—Sí, claro, como en cualquier rubro. Más que nada cuando una esté empezando y no sabe mucho cómo es el mundo, entonces las primeras frustraciones son las más duras porque uno no sabe mucho del tema hasta que vas entendiendo. Hay que seguir trabajando y trabajando, esto que me pasó en Nueva York que fue la recompensa.