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Carlos Rivera: su sueño con ser sacerdote, a quién le regaló un apartamento y el miedo que intenta superar

A cuatro años de su último show en el Teatro de Verano, el cantante mexicano regresará a Uruguay y tocará el miércoles en el Antel Arena. Acá, cinco cosas que quizás no sabías del artista.

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Carlos Rivera.
Foto: Instagram @carlosrivera

A cuatro años de su último show en el Teatro de Verano, el cantante mexicano regresará a Uruguay con su gira “Un tour a todas partes”. Tocará el miércoles en el Antel Arena y, por eso, van cinco cosas que quizás no sabías del artista.

Soñaba con ser sacerdote

Cuando era niño Carlos Rivera no fantaseaba con ser artista, sino con dedicarse a la vida religiosa. En cuarto año de primaria su sueño era ser sacerdote y afirmaba eso a todos los que le preguntaban. “Me crié en un colegio de monjas, y recuerdo que un día la madre Pili llegó y me dijo: ‘Carlos, Dios te eligió para ser sacerdote’. Entonces yo con 11 años pensé que sí debía serlo. Pero cuándo llegué a la adolescencia dije: ‘¿qué voy a ser sacerdote?’. Ahí ya tenía en claro que mi misión era la música y que a través de ella podría trasmitir buenas cosas también”, contó en entrevista al programa La Resistencia. Por eso, sus primeros temas fueron religiosos y dedicados a Dios y la virgen.

Regaló un apartamento

El principio de su carrera estuvo enmarcado por los realities La Academia y Desafío de Estrellas. El cantante contó en diversas oportunidades que, para comprar todo lo necesario para entrar en La Academia, su hermana le prestó el dinero para pagar un mes de alquiler. Rivera resultó el gran ganador del programa y recibió un premio de tres millones de pesos mexicanos. Durante la final del reality interpretó “Esta noche es para amar” de la película El Rey León, sin imaginar que años después protagonizaría la obra de teatro y se convertiría en el primer artista mexicano en encabezar un elenco teatral de Disney fuera de México, y en el primer actor en liderar dos producciones originales de esta historia. Durante la audición para el papel de Simba hizo casting junto a otros 10 mil aspirantes de todo el mundo, hasta conseguir el papel protagónico. Tiempo después, ya consolidado como artista internacional, quiso recompensar aquel gesto de su hermana y le compró un apartamento.

Le tiene fobia a las alturas

El cantante de 37 años, originario de Tlaxcala, México, mide un metro 80 de estatura y, a pesar de poder mirar el mundo “desde arriba”, le tiene miedo a las alturas. “Le tengo fobia, y a pesar de eso me quiero aventar de un paracaídas. Aunque me muera de miedo, me gustaría hacerlo”, contó según el portal Vivo. A Rivera le gusta tener el control de lo que le asusta y, por eso, también se atrevió a volar en globo aerostático. En una entrevista a La 100, narró la experiencia: “Viajar en globo aerostático para los que tenemos miedo a las alturas no es lo mejor”, introdujo. “Pero en Capadocia fue increíble, un sueño espectacular, especialmente cuando lo haces al lado de alguien que amas”, dijo refiriéndose a su esposa Cynthia Rodríguez.

El nombre de su hijo viene de una obra

León, el nombre que han elegido Carlos Rivera y Cynthia Rodríguez para su primer hijo, no parece estar escogido al azar. Su relación sentimental con Rodríguez comenzó cuando él estuvo viviendo en España, después de varios años interpretando al personaje de Simba en el musical El Rey León en la Gran Vía de Madrid, un papel que dio un giro a su vida y que más tarde interpretó en México. Este trabajo fue muy importante y marcó su vida, ya que unió al artista mexicano definitivamente a Rodríguez después de muchos años de amistad. En las redes muchos concluyeron que, por ese motivo, la pareja eligió llamar León a su primer hijo, un reconocimiento a un eslabón clave de su historia.

Llegó a perder la esperanza en la música

Una vez que concluyó su participación en el programa La Academia, Rivera vivió un mal momento. “Lo comparo con las 12 de la noche de la Cenicienta, porque al otro día nos entregan al mánager que era impuesto por la televisora”, recordó en entrevista con la revista Hola!. “No supieron manejarnos a la gran mayoría. Yo no podía hacer nada de lo que quería, muchas veces lo intenté. En ese momento era muy duro, fueron muchos años en los que yo no la pasé tan bien y empecé a perder un poco la esperanza, a ver mi sueño cada vez más lejos”, admitió. “Lo veo como una historia de amor: me enamoraron, me enamoré, fui feliz durante el noviazgo, pero ya luego durante el casamiento estuvo duro. Lo peor de todo es que al final era como: ‘Me tienes que dar las gracias porque te quise, sino nadie te hubiera querido’. Yo amé, pero no fue recíproco”, explicó sobre el contrato que le impedía desempeñarse como él esperaba.

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