Catalina Ferrand se suma a un exitoso programa de televisión: "Es un formato que me estresa"

La comunicadora y actriz estrena hogar, obra de teatro, programa de televisión y habla sobre la diversidad en la educación: "Mis hijas tienen maestras con pareja de su mismo sexo".

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Catalina Ferrand
La conductora protagonizó una fresca producción en su nuevo hogar lejos del centro de Montevideo.
Fotos: Santi Colinet. Agradecimientos: Lu Penni, Karen Del Río, Amor Mío, Sofía Buysan y Flor Libonatti para Amen Shoes.

El reloj apura a Cata Ferrand. La comunicadora llega a un bar para la entrevista con Sábado Show después de un rodaje con el tiempo contado. Es que en unos minutos su hija Simona (9 años) sale de una de sus actividades extracurriculares y apenas otro rato después también debe pasar a buscar a su otra hija Cayetana (11) para volver a su nuevo hogar lejos del centro de Montevideo.

Su rol como mamá es apenas uno más para esta figura de los medios que ahora divide su rutina laboral entre los ensayos de la nueva obra ParaAnormales, sus charlas en los ciclos de Sembrando y su vuelta a la pantalla como participante de Fuego Sagrado. “Es un formato que me estresa”, confiesa. Todo este trabajo es el que le sigue dando el reconocimiento del público, que en este caso se hace evidente cuando un grupo ubicado en una mesa próxima le pregunta “cuándo vuelven las Colonas”. “Puede haber novedades”, responde enigmática.

-Te mudaste de un apartamento en Pocitos a un barrio privado en Carrasco, ¿cómo fue ese cambio?

-Estoy muy feliz. Estoy más en contacto con la naturaleza, el silencio, los pajaritos y los animales. Es un lugar soñado. Tengo kayak y mis hijas van al muelle con las amigas. Lo disfruto mucho y no lo tomo como algo natural sino que todavía digo “wow, ¡qué vida!”. Es demasiado lindo. Me lleva un desgaste más grande en mi logística pero vale la pena. Los trayectos son más largos y mis hijas siguen yendo al colegio en Pocitos así que tengo que hacer ese camino todos los días. Hay que hacer kilómetros pero se hacen con mucha felicidad y a mí igualmente me encanta manejar.

-¿Sos vecina de Victoria Rodríguez?

-Está atrás, estamos pegaditas. Todavía no nos juntamos. Me acuerdo del primer “Verano del” que hice, que pasamos a buscar a Victoria por su barrio y yo pensé “qué sueño vivir acá”. Después de 20 años estoy viviendo ahí. Es una belleza.

Catalina Ferrand estrena la obra "ParaAnormales" el 10 de agosto en el Teatro Movie.
Catalina Ferrand estrena la obra "ParaAnormales" el 10 de agosto en el Teatro Movie.
Foto: Santiago Colinet

-Debutás como participante de Fuego Sagrado Famosos, ¿cómo te llevás con la parrilla?

-Muy bien. Hago parrilla hace años y con la cocina me llevo de diez, pero el formato me estresa. Hay tiempos que cumplir y tenés la mirada de la gente. Además soy leonina y no me gusta que me evalúen. Encima está ese momento en el que el jurado prueba tu plato mirándote a los ojos que es tremendo. Me inhibe, ¡es horrible! ¿Qué es eso de que te estén mirando como diciendo ‘mirá la m... que hiciste’?

-¿Alguno de los tres jurados te preocupa más?

-Los tres son divinos, pero tal vez Lucía (Soria). Las mujeres somos más astutas. El hombre, en cambio, es más manipulable. Generalmente las mujeres somos más vivas con los hombres que con las mujeres. En la vida el hombre siempre es más manipulable.

-¿En tu matrimonio pasa eso?

-(Risas) No, pero cuando yo quiero algo no hay Cristo que me haga cambiar de opinión. Soy muy temperamental y si busco algo lo consigo. Y Fede es muy crack. Tiene su personalidad pero es bueno, es fácil.

Cata Ferrand vuelve a la televisión como participante de "Fuego Sagrado"
Cata Ferrand vuelve a la televisión como participante de "Fuego Sagrado"
Foto: Santiago Colinet

-Estás por estrenar ParaAnormales el 10 de agosto en el Teatro Movie, una obra que se hizo en Argentina con mucho éxito.

-Es una obra maravillosa. Me la ofreció Diego (Sorondo) el año pasado y me encantó. Además es un placer trabajar con él porque es un amigo y un gran productor que no subestima al público, siempre arma proyectos de calidad y trata divino a los actores. Está Adriana (Da Silva) que está bárbara dirigiendo, y me llevé la sorpresa de trabajar con Danna (Liberman) que es una mujer maravillosa. También está Álvaro Armand Ugón, con quien nunca había compartido un elenco. Parece como enigmático, pero al final es un amor. Y además está Coco (Echagüe) con quien nos matamos de risa.

-La obra plantea una problemática delicada en la que un grupo de padres quiere expulsar a un niño de un colegio por padecer trastorno del espectro autista, ¿cómo te interpela?

-Es escalofriante. Está basada en un hecho real que pasó en Merlo en el 2017. Es impresionante la frialdad con la que estos padres quieren sacarse de encima a un nene. Además hablan de un nene que no era violento y que los propios compañeros lo aceptaban. Solo a ellos les molestaba que tuviera un diagnóstico determinado.

-¿Cómo manejás estos temas en tu casa?

-Bien. Para las nuevas generaciones no es un tema. Hemos tenido casos parecidos y el colegio lo resolvió bien. Mis hijas también saben manejarlo y entienden que no somos todos iguales, e incluso que puede haber algún compañero que sea agresivo pero que también merezca la oportunidad. Criar hijos con tabúes es lo peor que puede pasar porque lo desconocido es mucho peor que poder enfrentar algo conocido. Yo tengo mucha comunicación con ellas, les creo lo que me dicen y me doy cuenta de que son astutas para resolver. Por eso les doy la oportunidad de hablarme y de que solucionen sus temas. Nunca se me ocurriría caer a los gritos al colegio por un problema.

-Se está discutiendo la forma de la que se educa a los niños en cuanto a la identidad de género, por ejemplo, ¿cómo lo ves vos?

-Los niños manejan cada vez mejor esas cosas, como el tema del matrimonio igualitario y noviazgos homosexuales. Cuando se casó Pati (Wolf) con su novia Agus (Zuasnabar), las nenas ya en ese momento hace seis años estaban fascinadas con las dos novias. Tienen hermanas de amigas y maestras que tienen pareja de su mismo sexo. Todo eso se maneja con mucha soltura. A mí me encanta que mis hijas vean esa pluralidad de opciones. Si sucede con ellas algo por fuera de lo heteronormativo capaz que me incomoda porque no es lo que elegí yo, pero no tendría ningún problema y no hay nada que quiera más que mis hijas elijan de quién enamorarse.

-¿Cuál es el rol que creés que tiene que asumir el sistema educativo?

-En el colegio que yo las mando tengo la tranquilidad de que están criando niñas con esa libertad. Veo cómo se comportan. Yo estuve en un colegio católico y ahí podría tener más dudas sobre cómo manejan eso, pero en donde van ahora sé que no señalan a nadie y eso es lo más importante.

-¿Tu marido Federico (Buysan) siempre tuvo esa misma apertura?

-Hizo un proceso enorme, desde la manera de hablar y en todo. Es lamentable que en ambientes como el deportivo se señale mucho más, pero no es su caso.

-En cuanto al teatro este año se te vio haciendo un infantil por primera vez, ¿cómo fue esa experiencia?

-Una belleza. Lucy en el cielo con diamantes fue mi primera vez en un espectáculo infantil y en un musical, a pesar de que yo había estudiado comedia musical. Fue un una obra excepcional. Estuvimos dos semanas en cartel que fueron intensas pero me emocionaron hasta las lágrimas. Me dejó una huella y quedé muy contenta de haber aceptado ese desafío.

-Otra de tus actividades es ser oradora de los ciclos de Sembrando, ¿cómo es ese rol?

-Empecé a comienzos de año. Es para incentivar a emprendedores y profesionales en el interior del país. Nunca había hecho charlas para contar mi historia y compartir herramientas que a mí me hayan servido a nivel humano para desarrollarme. Les hablo de la importancia de impregnarle la identidad de cada uno a las cosas que hace y de que uno se tiene que valorar para que los demás lo valoren. Al principio estaba súpernerviosa porque es una responsabilidad enorme, pero tengo devoluciones muy divinas de la gente. Estuve en Rivera, Flores y ahora me voy a Soriano, Canelones y Florida.

-¿Has tenido diálogo con Lorena Ponce De León, que es la que encabeza este programa?

-Sí, hemos hablado. Me parece una mujer encantadora, muy amorosa, dulce y educada. Y es muy buena paisajista.

-¿Tenés amigos en la política?

-Sí. Mi familia tiene una rama que viene del Frente Amplio y otra del Partido Nacional. Con los años se me desdibujaron cada vez más las banderas políticas y le creo más a la persona. Detesto los extremos y la gente que se refiere a otra como “fachos” o “bolches”. Se descubren personas maravillosas cuando te sacás el balde. En mi caso trabajé para los tres partidos políticos como conductora de sus eventos. Y soy amiga de toda la vida de Raúl “Mono” Batlle y de su esposa Helena Morador. Conozco su don de gente y los adoro. Por medio de ellos conocí a Gabriel Gurméndez que me pareció un tipazo. Por otro lado soy parte desde hace 20 años de un grupo en el que hay mujeres políticas de todos los partidos y comunicadoras, donde estaba Beatriz Argimón. Desde que asumió como vicepresidente hablamos directamente con ella porque dejó de participar en los grupos, pero cada vez que hace algo participativo con mujeres me invita y tenemos una excelente relación.

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