NOTA DE TAPA
La boxeadora se incorporó al equipo de comentaristas de ESPN: participa de transmisiones de veladas de box para toda América Latina. “Estoy súper feliz”, declara.
-¿Cómo te has sentido en la faceta de comentarista de boxeo?
-Muy feliz. Me llamaron en marzo pasado. Me acuerdo que estaba trabajando con un manager en Argentina y al ver el número de Buenos Aires, atendí pensando que era él. Algo raro en mí porque por lo general no atiendo números que no conozco y de paso, opino que me parece invasiva la gente que llama sin mandar un mensaje antes. En este caso por suerte atendí. Era la gente de ESPN para hablarme de que tenían la idea de sumar comentaristas para las peleas y el programa ESPN Know Out. Yo no podía creerlo. Conté que había tenido experiencia como comentarista en Teledoce y Tenfield de algunas peleas. El paso siguiente fue agendar algunas pruebas.-¿Cómo fueron las pruebas?
-Nos pusieron veladas ya transmitidas y junto a Ivette Hernández y Mariale Espinoza, que hasta hoy son mis compañeras, hacíamos los comentarios cada una desde nuestra casa, como si estuviera saliendo en vivo. Sabía que en paralelo estaban hablando también con Ceci (Cecilia Comunales). Luego de dos meses de pruebas, nos confirmaron y dijeron que estábamos prontas para el aire. Así fue: en julio salimos por primera vez las cuatro. Nos mandan la información sobre los peleadores y comentamos de forma remota.
-¿Cómo estabas en la previa de esa primera velada? ¿Los mismos nervios que en una pelea?
-Más te diría. Porque el boxeo es algo que busqué y me preparo y mentalizo en cada pelea. Esto fue una oportunidad que me llegó y si bien me encanta, tenía bastante más inseguridad. En mi casa me acondicioné un set con los banners y desde ahí salgo para toda América Latina. Siempre dije que me encantaba la comunicación y más si era vinculada al boxeo pero veía esa posibilidad como lejana. En Uruguay no hay muchas transmisiones de peleas. Ahora estoy en un lugar que no me imaginaba. Nunca pensé que ESPN se fijara en nosotras.
-¿Cómo es la dinámica?
-Ivette Hernández relata las peleas y nosotras tres comentamos. Yo llevo las tarjetas extraoficiales, que son las verdaderas. Todos sabemos que el jurado oficial suele ser muy parcial hacia el lado del peleador locatario. A mí me tocó padecerlo eso: alguna vez gané la pelea pero los jurados se la dieron a la rival y también me pasó lo contrario: que me dieran ganada una pelea que había perdido. Las dos veces lo padecí. Pero volviendo a la transmisión, lo más importante es estar organizadas. Como estamos a distancia, tratamos de organizarnos bien para no pisarnos. En mi caso implica un gran aprendizaje porque suelo hablar muy rápido y estamos trabajando con un coach para mejorar esos aspectos de modulación.
-¿Te ha tocado comentar peleas femeninas?
-Por ahora no. Todas las peleas que me tocaron fueron de varones.
-¿La posibilidad de viajar a las veladas está abierta?
-Sí, por la situación de pandemia estamos trabajando en esta modalidad. Pero en breve y según nos han dicho, la idea es trasladarnos a donde se desarrollan las peleas. ESPN transmite peleas de Estados Unidos sobre todo pero también de Argentina. Yo ya tengo la valija pronta.
-¿Cómo sigue tu carrera en el cuadrilátero?
-Va bien. Me toco pelear en octubre en Alemania. Si bien la actividad se redujo mucho con la pandemia, pude pelear. Costó mucho. Fue una pelea que se suspendió tres veces por pandemia y me frustré porque siempre estaba muy preparada. La última vez se suspendió un día antes de viajar y me puse muy mal. Mi novio me dijo: “Nunca te vi llorar así”. Y la verdad es que lloré como un niño porque dejás mucho en cada entrenamiento, además de que se genera un gasto a cuenta del dinero que deja la pelea. Después, afortunadamente, se pudo concretar.
-El resultado no fue el que esperabas...
-Perdí por puntos, pero no perdí. Me pasó que recibí una llamada de Osvaldo Príncipi, el comentarista argentino, para decirme que el resultado fue muy injusto y que tenía que presentar una carta. Yo tenía claro que no había perdido pero al mismo tiempo se me acercó el representante de mi rival para ofrecerme un contrato. Entonces no podía hacer una denuncia a alguien que me estaba ofreciendo trabajo. Firmé el contrato y estaba prevista una pelea en diciembre pero el empresario se enfermó de un tumor y al poco tiempo falleció. Quedé sin representante.
-¿Seguís sin promotor?
-Sí. Aún así, llegaron algunas propuestas de peleas pero se han suspendidas. Con mi equipo (el entrenador Gabriel Belela y el preparador Fernando Herrera) decidimos hacer una pausa y hace poco retomamos los entrenamientos. Estamos esperando que surja alguna oportunidad de pelea. No me quedo quieta. Además, estoy estudiando inglés porque lo necesito y está bueno tener ese plus para los comentarios de ESPN. Había empezado Facultad de Medicina en 2019. Hice primero. Retomé el año pasado pero un parcial coincidió con la pelea en Alemania, así que dejé. Tengo el proyecto de volver porque es algo que me gusta. También estoy pensando en mejorar en materia de comunicación, dada esta oportunidad de ESPN.
-La carrera de boxeador en Uruguay suele ser difícil, más sin promotor como es tu caso. ¿Cómo ves eso de cara al futuro?
-Yo tengo ganas de ir cerrando mi capítulo como boxeadora en los próximos dos años. Si bien quiero pelear todavía y espero que surja alguna propuesta en 2021 y 2022, el objetivo luego es ser mamá. Cumplí 34 y mi idea es no demorar mucho más.
-Además, tus ingresos están marcados por las peleas.
-Claro, si no peleo no tengo entrada económica. Por eso estamos entrenando como para estar listos en caso de que llegue una oportunidad, hacer una buena pelea. ¿Y quién te dice que en estos últimos combates no dé un batacazo por algún título? Ojalá.
-Y sobre ser madre, ¿qué dice el padre?
-Mariano (Bermúdez) está copado. Hace más de siete años que estamos juntos. Él ya es papá de una chica de 14 años y está con muchas ganas de reincidir, aunque es muy respetuoso de mis tiempos. Siempre hablamos de que cuando cuelgue los guantes, nos ponemos en campaña.
-En redes te mostrás mucho con bebés...
-Si, hay muchos bebés en la familia y me encanta estar con ellos. Muchas gente me dice: “pero vos tenés hijos”. No, tengo sobrinos, primos y ahijados.
-Mariano es músico y con la pandemia se limitó la actividad. Eso sumado al parate en las peleas, ¿cómo atravesaron por esos tiempos como pareja?
-Fue complicado. Él tenía una agenda de toques y de golpe se canceló todo el año pasado. Mi pelea también se suspendió. Entramos en crisis y lo que hicimos fue subsistir con los ahorros. Además, en el comienzo seguimos al pie de la letra las recomendaciones y durante 60 días prácticamente no salimos de casa. Solo íbamos al supermercado. Pero de ese estrés del comienzo, empezamos a disfrutar de estar juntos en casa. Nos miramos maratones de Netflix, escuchábamos música todo el día. Eso nos ayudó psicológicamente porque estábamos al borde de la locura en un momento. Después hubo una reapertura y él volvió a tocar mientras yo retomé mis actividades.
-Esa intensidad de la convivencia, ¿no los perjudicó como pareja?
-No. Nosotros tenemos una relación muy unida. Todo el tiempo estamos en contacto. Somos amigos además de novios.
-¿Pensaron en el casamiento?
-Sí, Pero cuando empezamos a hacer cuentas, decidimos hacer un viaje. Nos fuimos a Punta Cana y lo tomamos como un adelanto de la luna de miel. La fiesta nos parece demasiado cara y más para nosotros: a ninguno de los dos nos gusta bailar.
-Hace unos días fuiste víctima de un arrebato. Te llevaron la cartera en la puerta de tu casa con documentos, dinero, celular... ¿Con qué sensación te quedaste?
-Los corrí pero se subieron a una moto. Quedé con bronca, impotencia, frustración y después angustia. No está bueno que se lleven lo de uno de esa manera. Ahora estoy un poco mejor y agradecida de que no pasó nada. Lo material va y viene.