ENTREVISTA

nicolás lauber

Del 10 al 12 de junio la rupturista obra Sex, viví tu experiencia de José María Muscari se presentará en el Teatro Metro. Se trata de la primera parada de la gira internacional que tendrá esta obra que agota localidades en Buenos Aires y cuenta con Christian Sancho, Ginette Reynal, Valeria Archimó, Celeste Muriega y Mario Guerci en el elenco.

Durante una pausa de la gira por Argentina, el actor Christian Sancho habló con la revista Sábado Show, sobre su rol en esta obra, el encontrar el amor haciendo teatro y las fantasías que todavía despierta en el público con 47 años encima.

"Estamos felices con todo lo que nos está pasando con la obra. Es algo que muy pocas veces sucede en el teatro, son estos fenómenos de llenar la sala, que haya buena vibra y todo gracias a un espectáculo que ni bien termina, el público se levanta para aplaudirlo de pie. Por eso es mucho más que una obra de teatro, te diría que es una experiencia", dijo Christian Sancho, quien oficia como Maestro de Ceremonias en la obra Sex que por primera vez llega al Teatro Metro el mes próximo. Entradas por Tickantel.

"La gente me conoce por las películas, telenovelas y programas que he participado, pero ahora es la primera vez que llego al teatro de Uruguay. Además es con Sex, que creo que es la mejor posibilidad que tengo como artista de cruzar el charco e ir a un lugar que quiero mucho", comentó.

—¿Por qué decías que Sex es una experiencia?

—Si lo tengo que definir, es un show provocador, que te lleva a un lugar distinto, con mucha capacidad de razonamiento cuando uno sale del show. Por eso es muy importante encontrarse con ese pensamiento cuando termina la obra, porque lo vemos en los espectadores cómo cambia ese tabú que tienen para con el sexo, el 10 por ciento de la sala. Porque el 90 por ciento restante viene dispuesto a adaptarse, a gozar, a entender y a disfrutar de lo que es el sexo en libertad. Desde ese lugar estamos muy agradecidos con esta gira porque nos ha dado muchas satisfacciones.

—¿Cómo es tu personaje en la obra?

—Soy el host de la obra, el que te va guiando por esta experiencia y te pasea desde un lugar emocional, físico y sensorial, hacia lo que propone esta criatura que ha construido José María Muscari. Sex es la posibilidad de vivir en libertad, en plenitud y eso es lo que queremos contarle a la gente: cuando entra en esta experiencia va a vivir de una manera distinta, eso es lo que buscamos. Queremos sorprender y provocar y gracias a Dios venimos cumpliendo la promesa.

—También te sumás al juego de la provocación.

—Sí, hay una linda manera táctil de ver cómo estamos físicamente. Además de la exposición, es un gran show para mostrar algo distinto, nuevo, para mostrarme desde un lugar de los monólogos, desde anfitrión de la experiencia, rompo la cuarta pared constantemente y por lo general con las obras de teatro no tenía esa posibilidad. Siempre había que respetar esa cuarta pared y jugar con los actores en el escenario, no con el espectador. Y acá interactuamos todos, mucho y mi personaje interactúa 100 por cien con el espectador y te voy guiando hacia ese nuevo lugar. Si tengo que definirlo en pocas palabras, es la mejor experiencia que me sucedió a nivel teatral y sensorial.

—Con la obra, además de mostrar esta faceta distinta también encontraste el amor.

—Sí, además me dio eso que no me había dado ningún trabajo en toda mi vida: conocer a la mujer de mi vida. Estoy compartiendo muchos momentos de los cuales estoy muy agradecido, porque ella es una persona que me ha regalado mucho amor en todo este tiempo, me dio lo mejor que me pudo haber pasado en este año que es encontrarme en los ojos de una persona y enamorarme como nunca antes lo había hecho. Lo puedo asegurar porque es lo que siento que a los 47 años estar enamorado de una persona que inesperadamente la conocí comenzando la temporada en Sex y nunca me la había cruzado. Por eso fue inesperado encontrar el amor y en este lugar, por eso para mí Sex es el combo perfecto, me da la posibilidad de viajar, estar en el teatro, hacer una obra donde somos protagonistas y disfrutar eso con mi pareja arriba del escenario es lo mejor que me pudo haber pasado.

—Me quedé con el detalle, ¿tenés 47 años?

—Sí. A mí me da eso la obra, sentirme joven y tener la energía del hombre nuevo. El hombre nuevo no necesita tener 20 años, puede ser cualquiera que vive sin arrogancia, sin soberbia, disfrutando, viviendo plenamente y siendo empático. En contrapartida está el hombre viejo que puede tener 20 años pero que es arrogante, soberbio, que cree que se las sabe todas y que no acepta el paso del tiempo. Siempre elegí el camino del hombre nuevo que es el que me dio la receta de poder hacer lo que hago y compartir con una persona con la que nos elegimos día a día. Eso es lo que me ha sucedido, y cuando uno está en esa felicidad va a ser a toda pila como dicen ahí.

—En Sex se rompen varios tabúes a través de esa fantasía que es la obra.

—Sí, es una experiencia que te lleva por ese lugar de la fantasía, de ser objeto de deseo de uno para con el otro. Y creo que eso es lo que ha generado, la igualdad de condiciones que plantea Sex y me parece que la igualdad es lo que agradecemos todas las noches. Y cuando eso sucede aparece el goce, el disfrute y la posibilidad de aceptarse a uno mismo que es lo que busca la obra. Plantea una nueva manera de pensar al ser humano, y seguramente cuando salgan de la sala van a repensar una cantidad de cuestiones que hay que deconstruir para volver a armar una sociedad sin prejuicios y sin tanta posibilidad de no ser feliz.

—A 20 años de la telenovela Botineras, donde surgiste como objeto de deseo, lo seguís siendo. ¿Cómo te llevás con eso?

—Siento que el objeto de deseo que uno ha construido desde un personaje es algo que con los años lo hemos ido amalgamando al paso del tiempo. El haber cuidado ese envase ha tenido mucho que ver con el contenido que le hemos introducido. El ir a un lugar de sabiduría, de tranquilidad, de no ansiedad porque siento que eso es el principal enemigo del ser humano, la ansiedad te hace equivocar, quien te lleva a lugares de ambición y codicia. Soy un agradecido por la posibilidad de aprender y crecer que he tenido en mi carrera y en mi vida.