NOTA DE TAPA
“La gente me da muy buena onda. Tengo una sensación parecida a cuando fui despedida de Telemundo. Siento mucho afecto”, asegura la periodista antes de debutar con Buen Día en Canal 4.
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-¿Con qué expectativas llega a este regreso a la pantalla?
-Con el deseo de cumplir con las expectativas que uno genera en el público. En el televidente hay cierta curiosidad sobre saber qué es lo que vamos a hacer. Me preguntan: ¿es un magazine? ¿es un periodístico? Yo diría que va por el camino del medio. Lo definiría como una revista periodística. El magazine sería lo que continúa a nuestro horario, el programa Vamo' Arriba. Nuestro desafío será decodificar lo que espera el televidente que está ahí sintonizándonos. Ojalá lo logremos.
-¿Cuáles son esos contenidos?
-Una revista periodística con columnas, información actualizada, invitados para hablar de temas de actualidad o no. Quizás un día abordemos un tema atemporal o una historia de vida.
-¿Cómo está conformado el equipo?
-En el panel fijo estarán Martín Fablet, Daniel Nogueira, Magui Prado, periodista de Telenoche y Jimena Sabaris. Leonardo Pedrouza va a estar en la cobertura de temas vinculados a la seguridad. Además, Daro Kneubuhler estará en los móviles. Es un equipo grande. La idea es generar informes especiales y elegir determinados temas para explicarlos mejor y convocar a expertos.
-En lo personal, ¿cómo siente este retorno?
-Feliz, muy entusiasmada. Con muchos deseos de entrar en ese formato. No es algo que se parezca a lo que haya hecho. Fuera del noticiero, hice un programa sobre sexualidad con frecuencia semanal y también trabajé en el programa periodístico de Néber Araújo, Agenda confidencial. Esto es diferente: un programa diario, en vivo, donde voy a tener la responsabilidad de articular a todo ese equipo. Me gusta mucho el desafío de generar un buen nivel de intercambio de opiniones para que haya dinamismo y cierto entretenimiento. La idea es ir interpretando qué es lo que quiere el público. Estoy feliz. Era lo que yo deseaba hacer. Cuando salí de Telemundo, mi idea era bucear en otros formatos de la comunicación.
-¿Nervios? ¿Ansiedad?
-Estamos ansiosos, sí. Y estamos nerviosos pero son los nervios lógicos de un debut con toda la expectativa que se ha generado y la ansiedad de poder cumplir. Pero sobre todo, también sentirse uno satisfecho. Lo que quiere uno con esto es tener un buen equipo y que nos llevemos bien. Si logramos articular bien entre nosotros y asumir los roles, seguro vamos a hacer un buen trabajo. El desafío es conectar con la gente.
-La velocidad o el dinamismo en los programas de la mañana suele ser un tema de discusión. ¿Qué ritmo tendrá Buen día?
-Me parece que tiene que tener las dos cosas porque es un horario bisagra. De 8:00 a 9:00 hay un público y luego cambia el grupo etario. Porque hay muchos que ya están en su trabajo. Entonces debe existir una combinación de velocidades. Quizás al principio tiene que haber un dinamismo importante, con actualización de noticias y hablar del clima. Luego podemos bajar un poco la intensidad y bajar a tierra un tema o entrar en una entrevista. De todos modos, iremos probando. Es un formato lindo, flexible y donde me voy a permitir ser yo, sacar otras facetas y fluir. El resultado se verá. Espero que sean muy buenos los resultados y que todos estemos felices, nosotros, el público y las autoridades del canal.
-¿Qué ha dicho el público?
-Muy buena onda. Me preguntan cuándo volvés, qué vas a hacer. Es un retorno muy gratificante. Tengo una sensación parecida a cuando me despidieron de Telemundo. Siento el mismo calor que sentí hace ya casi un año. Eso me pone la vara más alta. Tener un público que te quiere ver ahí y te respeta es un satisfacción pero al mismo tiempo es una responsabilidad.
-Vive en Maldonado, ¿cómo va a ser su rutina?
-El domicilio no lo voy a cambiar. Voy a salir muy temprano. Quizás a las 4:00 de la mañana. Voy a tener que levantarme muy temprano y veré cómo se acomoda el reloj biológico. Si hay que acortar la semana con alguna noche en Montevideo, lo haré. En principio, haré la vida que estoy haciendo. Mi casa está allá.
-¿Es madrugadora?
-Sí, pero no tanto. Me levanto a las 7:00. Voy a tener que levantarme bastante antes. Cuando uno está entusiasmado y motivado, no cuestan los detalles.
-¿Conserva vínculos con tus excompañeros de Telemundo?
-Sí, me han hablado. Muchos me han expresado su afecto y se alegraron con la noticia de mi vuelta. Es muy lindo y muy sano que pase eso.
-¿Alguien en particular?
-No voy a dar nombres para no ser injusta, pero muchos fueron los amigos. Soy de generar buenos vínculos. Tengo amigos de cuando trabajaba en Canal 10 o Canal 5.
-¿Cómo analiza este año en función de las temáticas a tratar por el programa?
-El coronavirus y su evolución es el tema excluyente. Creo que los medios y los comunicadores tenemos un rol fundamental para llevar información de calidad y hacer un llamado a la responsabilidad individual, a la calma y a no entrar en pánico. Hay un nerviosismo instalado, no solo por el tema de salud, sino por el desbarajuste social y económico que puede ocasionar la situación. Tenemos que llevar un mensaje claro y con información útil. Esto es un cimbronazo universal que nos obliga a pensarnos y pararnos desde otro lugar, hacer un análisis de cómo estamos viviendo y cuáles son las cosas importantes y cuáles no.
-¿Y en lo político?
-Es un año electoral. Se cierra el ciclo de elecciones con las departamentales y municipales, que al parecer se postergarán. Así que eso nos va a ocupar en el programa. Vamos a ocuparnos también de los temas sociales. Porque no va a haber un contenido con obsesión en lo político. Sin desatendernos, vamos a tener la mirada puesta en otros aspectos de la vida de la gente, en lo social, lo comunitario, en el bolsillo de toda la vida. Por supuesto no se puede soslayar el tema seguridad. Hay una gran sensibilidad con ese tema. Todos percibimos cierta intolerancia en la sociedad, que está instalada en todos lados. Desde una reunión familiar o de amigos o en la calle misma, hay situaciones de intolerancia, de falta de paciencia, de querer imponer un punto de vista sobre otro. Cuesta respetar otros opiniones. Ese es un ejercicio que como sociedad tenemos que hacer.
-¿Hay una grieta en Uruguay?
-Hay una grietita. La idea del programa no es fomentarla. Nosotros trataremos de sumar. Puede haber discusiones pero desde un lugar constructivo, respetando cada una de las visiones. Hay una tendencia de hacer valer lo que yo creo y minimizar lo otro, lo que no aporta. Hay que fomentar la tolerancia y el respeto. Ese es un gran objetivo como programa y que yo lo tengo como personal. Cuando hablo de conectar con el publico, me refiero a manejar diferentes opiniones con honestidad y que quien nos está mirando se pueda llevar una idea para formar su propia visión.
-¿Le ha pasado algo vinculado a la inseguridad?
-Personalmente no. Pero en el entorno sí. Es un tema sensible. Llega un nuevo gobierno con una visión distinta de lo que hay que hacer para que todos nos sintamos más seguros, pero esa visión a muchos no les parece tan bien. Se han dado situaciones confusas, denuncias falsas, y estas cuestiones no suman. Todo lo contrario. Necesitamos más personas que se paren desde un neutralidad para poder analizar todos los elementos. Lo importante de este tema, como de los demás, es poder analizarlos y discutirlos desde el respeto y la tolerancia. Los fanatismos no ayudan.
-Desde hace un tiempo parece que hubo un vuelco en su personalidad hacia un camino más saludable, no solo en lo físico sino en lo espiritual.
-Siempre fui así pero el cambio me lo dio el cáncer. La enfermedad marcó un mojón en mi vida. Siempre fui una persona de mirar las cosas desde el corazón y las emociones. Pero con los años y con la enfermedad cambié, me fortalecí. Corregí muchas cuestiones en mi vida que no estaba bien. Me amigué con lo que estaba enojada. Trabajé mucho la aceptación y el ego que es fundamental.
-¿Aceptación de uno mismo?
-Sí y de las situaciones que te tocan vivir. Trabajo mucho el centro y trato de ver dónde está realmente lo importante. Cuando me ocurrió lo de Telemundo, no está bueno quedarse sin trabajo pero hay que salir del trago amargo con cierta rapidez. No anclarse sobre el dolor. Ya pasó. Yo estoy acá, ahora. No puedo ir al pasado a cambiarlo. Ya pasó y lo acepto. Con esta nueva realidad me manejo y nuevas cosas vendrán. Y aprendo de eso. Me ocupo mucho en mejorar. Si me equivoqué, empiezo de nuevo. Si tengo que pedir perdón, lo hago. Trabajo muchísimo en mi crecimiento personal porque además tiene que ver con mi responsabilidad en la comunicación. Creo que los que estamos en la comunicación tenemos que ser mejor gente. Porque somos referentes y formadores de opinión.
-Hubo cambio de look para este nuevo programa, ¿tiene que ver con el cambio interior tuyo?
-No sé. Cambié un poco el tono del pelo. También puede ser que esté un poco más delgada, lo que tiene que ver con volver a conectar con el trabajo y el gasto energético que cambia. Además, en TV siempre es mejor estar en línea. La TV engorda y me tengo que fijar en eso. Tengo que sentirme bien con mi cuerpo y salir agradable.
-¿La veremos de tailleur?
-No. Lo desterré. No me van a ver nunca más con tailleur. Quizás alguna chaqueta, pero más canchera. El formato pide otra cosa.