Es uno de los grandes actores uruguayos y el martes cumplirá 47 años. Este año fue parte de Virus: 32, de Gustavo Hernández, y tiene por delante proyectos con directores como Santiago Mitre y Martín Salinas. Acá, datos que no conocías de Daniel Hendler.
1 - Tuvo doble Bar Mitzvá
Creció en distintos barrios de Montevideo, en el seno de una familia judía. Hijo de padre comerciante y madre aficionada al teatro, Daniel tuvo una infancia como cualquier otro niño. Jugaba picaditos con sus amigos, pero también demostraba sus dotes actorales ya que a los siete años hacía mímica y le gustaba inventar historias.
Se formó en el Colegio Integral, y curiosamente realizó dos veces la ceremonia del Bar Mitzvá. La razón es sencilla: al estar sus padres separados desde que tenía cinco años, tuvo un Bar Mitzvá en Israel con su madre, y otro en Montevideo, con su padre.
“Debo de ser uno de los pocos judíos que hizo dos”, bromeó Hendler en una entrevista con el diario argentino La Nación.
2 - Jugó básquet y quiso ser músico
Hendler comenzó a tocar la guitarra cuando tenía 7 años y después fue adquiriendo distintos instrumentos, pero ha reconocido que no toca bien ninguno. “Me obsesionaba con uno, lo compraba, lo tocaba un tiempo y lo dejaba, como el saxo, que sigue casi intacto”, comentó en una entrevista.
Ser músico fue su gran renuncia: “era mi fantasía”, comentó en notas.
También jugó al básquetbol en el club Hebraica mientras estaba en el colegio, pero a medida que los años pasaban su estatura no aumentó, y terminó desistiendo de dedicarse a ese deporte.
Gracias a su padrastro, el esposo de su madre que es amante de las artes escénicas y también arquitecto de teatros, Hendler se vio influenciado por esa carrera. “Él y mi madre tuvieron una fuerte influencia en mi formación, en la arquitectura y en la actuación”, comentó. Aunque la carrera de arquitecto también quedó por el camino: la abandonó en quinto año para comenzar el camino de la actuación, que sería el definitivo.
3 - Le debe la carrera a “Rocky”
Es exagerado, sí, pero algo de eso hay. Daniel Hendler comenzó a fantasear con la idea de ser actor desde que de niño que actuaba para sus padres. Había visto la película Rocky, el clásico protagonizado por Sylvester Stallone, así como algunos westerns y policiales, y había empezado a desear ser como esos héroes.
A los 14 años tomó un curso de psicodrama y se hizo socio de Cinemateca, y a los 17 entró a una escuela de teatro, aunque no estaba seguro de querer convertirse en actor.
“No me animaba, sobre todo viviendo en Montevideo, donde no hay un referente”, dijo alguna vez. “Pero tenía mucha habilidad para mentir y eso me angustiaba, porque una vez que armaba una mentira tenía que dar vuelta atrás porque no quería sostenerla. Entonces decidí aplicar eso a algo más o menos saludable”. Junto a sus amigos formó un colectivo de teatro, Acapara el 522, que ganó el Concurso de teatro joven de Montevideo. No paró.
4 - Fue depilado y eso le generó una fobia
Su debut en el cine fue en el año 2000 con la película Esperando al Mesías de Daniel Burman, para un personaje que le requirió depilarse, una experiencia que todavía recuerda y no precisamente por lo placentera. “Burman hizo que me depilaran la espalda. Yo tenía 23 años y no le cerraba la idea de que un chico tan joven tuviera tantos pelos. Estoy seguro de que después de aquella depilación, de técnica holandesa supuestamente no dolorosa, comenzaron a crecer más y más irregularmente. Desde aquel momento me volví bastante fóbico con todo lo que se refiere a los cortes de pelo, a tal punto de que si una maquilladora quiere sacarme un pelo de la nariz, lucho hasta último momento”, comentó Hendler a La Nación.
5- Frances Mcdormand lo elogió
La carrera de Daniel Hendler ha tenido muchos premios. Fue el mejor actor en el Festival Internacional de Buenos Aires por 25 Watts, y se llevó el premio en la Berlinale de 2004 por El abrazo partido. Esa vez, luego de recibir el Oso de Plata en Berlín, la actriz Frances McDormand se acercó al uruguayo y le dijo que le había encantado su película. De acuerdo a crónicas de la fecha, la ganadora del Oscar por Fargo y Nomadland expresó su pasión por el film y preguntó por los protagonistas: “Estaba más entusiasmada con Hendler que conmigo”, bromeó el propio director Daniel Burman. Según relató, McDormand se llevó a Hendler a una mesa para presentárselo a otras figuras. Buena anécdota.