Daniel Ordóñez: "Fui el primero de los periodistas en decir que era hincha de Nacional"

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Daniel Ordóñez. Foto Leo Mainé.
Nota a Daniel Ordoñez, periodista deportivo uruguayo, en el diario El Pais en Montevideo, ND 20200102, foto Leonardo Maine - Archivo El Pais
Leonardo Maine/Archivo El Pais

ENTREVISTA

El periodista deportivo habla de su salida por "un detalle" de Las voces del fútbol, de Julio Ríos y se refiere a su histórico Juego limpio, programa que mantiene en versión radial en CX 30.

Daniel Ordóñez. Foto Leo Mainé.
Daniel Ordóñez. Foto Leo Mainé.

—¿Cuáles fueron sus comienzos?

—Empecé en el 1969, así que estoy celebrando 50 años en los medios. El primer programa lo hicimos con un compañero del curso que entonces dictaba el Círculo de Periodistas Deportivos. Fue para una radio de Artigas. Luego trabajé en Radio Ariel y allí conocí a Víctor Hugo. Él me llevó a Canal 4, donde fui fundador del programa Muy comentado y luego de Hora 25 en Radio Oriental. A partir de ahí empezó todo.

—¿Qué balance hace?

—Muy positivo. Estuve en Telenoche 4 en el auge de ese noticiero. También fui comentarista en las transmisiones que hacía la RED para el Interior en las décadas del 80 y 90. Gerardo Zucotti era el relator. Fueron 10 años increíbles. Ese pasaje por la TV del Interior es de las cosas que recuerdo con más cariño. Hasta el día de hoy me para mucha gente que me reconoce de aquellos tiempos.

—¿Cómo surgió Juego limpio, su programa más recordado en Canal 5?

—Le propuse a Enrique Hanania asociarnos y así surgió. Trajimos el fútbol inglés en una época en que no existía la TV por cable. Fue un éxito total hasta que un “iluminado” director de Canal 5 de ese entonces dijo que no le gustaba y nos cambiamos para Canal 4. Con Juego limpio seguimos hasta Sonia Breccia nos sacó. Íbamos los domingos a mediodía y luego pasamos a los sábados. Junto a (Julio) Sánchez Padilla éramos los programas más cumplidores. Pagábamos todos los meses. Otros no y los nombraron directores del canal. En fin, cosas pasadas.

—En la actualidad sigue con Juego limpio en radio...

—Sí. Estoy en CX30 con el programa y también como comentarista de Eduardo Gutiérrez.

—Hasta hace poco era parte de Las voces del fútbol, con Julio Ríos. ¿Qué pasó que se discontinuó su participación?

—Estuve un año y me fui más que agradecido. Fue muy bueno para mí y creo que para el programa también. Como soy un tipo muy frontal, nuestras discusiones tenían mucha repercusión. Julio es un amigo y me fui por un detalle. Una frase mía que llegó a sus oídos y no le gustó. Como vi que eso lo incomodaba, decidí dar un paso al costado. Pero está todo bien, quizás vuelva más adelante.

—Los medios y en especial los espacios deportivos parecen inestables, ¿lo ve así?

—Sí. Yo soy productor de lo mío y cada vez tengo menos ganas de salir a vender publicidad. No soy muy ambicioso pero tengo que sostener el programa.

—No era así antes...

—Cuando empecé en esto, ganábamos poco pero éramos todos empleados. Ahora, salvo en algunas empresas, tenemos que salir a vender.

Juego limpio también fue una especie de cantera...

—Sí. Muchos comunicadores empezaron conmigo. Federico Buysan, por ejemplo, hizo sus primeras armas en televisión en Juego limpio. También Gaspar Valverde o Verónica D’Andrea. Una de las cosas que mayor orgullo me da es repasar la cantidad de personas que pasaron por el programa y hoy se destacan. Buysan es hoy de los comentaristas más importantes. Aunque compita conmigo, es mi preferido.

—¿No es ha tenido oportunidades en televisión?

—No, sinceramente no. Iba con frecuencia de invitado a Punto penal y después de una situación, no fui más. A Sin límite también iba pero luego se discontinuó. Me olvidé de decir que también estuve en Radio Carve como segundo comentarista, donde renuncié por una situación...

—Son muchas “situaciones”; ¿podemos contar alguna?

—Estuve por entrar a Fox Sports cuando se armó su primer equipo. Me llamó Julio Ríos para decirme que querían conocerme para que, eventualmente, yo fuera el comentarista. Me preguntaron si no tenía inconveniente con trabajar con Marcelo Tejera. Les dije sí. Fui a una entrevista, estaba todo prácticamente cerrado pero luego no me llamaron más. Más tarde me enteré que hubo alguien, no importa quién, que puso un palo en la rueda. Eso fue en 2014 e hizo que yo renunciara en ese momento a Carve.

Daniel Ordóñez
Daniel Ordóñez. Foto: Leo Mainé. 

—¿Alguien que estaba en la radio también, entonces?

—Alguien... dejémosla ahí. Por suerte, nunca me faltó trabajo. Más allá de que yendo a la pregunta anterior, después de la etapa de Juego limpio en Canal 5 no tuve más ofrecimientos para hacer algo en televisión.

—Ha cultivado un perfil de comentarista polémico, sin medias tintas...

—Sí, tengo un perfil muy duro en los comentarios. Pienso que viene de mis comienzos, cuando me tocó sustituir a Víctor Hugo en Telenoche 4. El primer día la lengua me pesaba dos toneladas. Luego me fui soltando y me di cuenta que la mejor manera de destacar era teniendo una opinión firme. Me acostumbré a opinar duro, aunque siempre con fundamento. Nunca tuve una demanda, ni nadie me cuestionó nada.

—¿Cuál es su visión de la carrera de Víctor Hugo en Argentina y el vuelco hacia lo político que ha tenido últimamente?

—Con Víctor Hugo tenía una excelente relación profesional, pero una relación crítica a nivel personal. Él tenía una forma de ser que no necesariamente compartía. Yo trabajaba en la radio, en la tele, también escribía en el diario El Día, pero al mismo tiempo era funcionario de la Intendencia y del Instituto Nacional de Carnes. Me levantaba a las 7:00 de la mañana para ir a trabajar. Yo no salía de noche. Y a Víctor Hugo le encantaba salir con amigos. Fue un fenómeno con una capacidad única. Fue brillante lo que hizo en su momento y ahora, en Argentina, le perdí el rastro. Sé que tomó una actitud política que no comparto pero estoy tan lejos que no puedo dar una opinión.

—Según la posición que se tome respecto a Tenfield, ¿hay una grieta en el fútbol?

—Sí, la hay. Soy de los comunicadores que no está enfrentado a nadie. A pesar de que la gente, te mete de un lado a otro. Así que por más que no quieras, estamos todos atravesados por la división. Después lo arreglan entre cuatro o cinco personas y los que están abajo quedan como a la deriva.

—¿Cree que se arregla?

—Hay una lucha muy fuerte por el dinero que maneja el fútbol. Aunque es un medio chico y pobre, el dinero sigue siendo importante. La batalla más grande será por los derechos de TV, cuya propiedad corresponde a Tenfield hasta 2030, porque en 2025 tienen cláusula de continuidad si igualan una oferta. Entonces, ¿vamos a estar 10 años más en tire y afloje? Es bravo. Si no ha sucumbido la selección nacional en esa guerra, ha sido porque (Óscar) Tabárez le dio una solidez moral muy importante. Porque si fuera por el clima político que hay afuera, la selección sería un desastre.

—En lo deportivo, ¿cuál es su visión de Tabárez?

—La verdad es que no me llena. Ha evolucionado y ahora me gusta un poco más que antes. Quizás ahora tiene los jugadores para dotar al equipo de mayor volumen de juego. No tenía un Valverde o un Bentancur o un Vecino. A mí me gusta el fútbol de ese estilo. Hay una confusión de mucha gente que cree que los triunfos históricos del fútbol uruguayo lo lograban solo los jugadores que combatían. Y no es así. En la década del 20 estaba Nazazzi que fue el capitán más grandioso pero también estaba Héctor Scarone, el mejor jugador del mundo en ese tiempo o el Vasco Cea, otro gran jugador. En el 50 pasaba lo mismo. Atrás te masticaban y adelante te bailaban. El fútbol uruguayo siempre fue esa mezcla. Jugar bien es tocar pero también marcar y “meter”.

—¿Cree que se perdió la oportunidad en la Copa América o el Mundial de Rusia de ir más lejos?

—Totalmente. En Sudáfrica teníamos la mejor tripleta ofensiva que podíamos tener y carecimos de un poco más de fútbol. Aún así terminamos cuartos. Se fue Forlán y en Brasil no fue lo mismo. En Rusia, tuvimos una gran oportunidad de ser campeones del mundo, algo que ahora desaparece. Suárez y Cavani están en los últimos años como jugadores top. No sé cómo llegarán a 2022. Va a ser muy difícil para Uruguay.

—Ha dicho públicamente que es hincha de Nacional, ¿por qué?

—Fui el primero de los periodistas que lo dije. Soy socio vitalicio de Nacional. Porque si lo sospechan, te pegan. Pero más allá de eso, he defendido a Peñarol y atacado a Nacional cuando me parecía que había que hacerlo. La libertad de criterio siempre la he tenido.

—¿Es verdad, como dice Hugo de León, que la mayoría de los periodistas deportivos son de Peñarol?

—Es verdad sí. Algunos lo han dicho, como Alberto Sonsol o Alfredo Etchandy. Pero los periodistas son casi todos de Peñarol, sí. Lo que no quiere decir que no sean independientes.

—Desde 1990 a 2000 fue director de educación física y ha estado vinculado al Partido Colorado, ¿no descarta un regreso a la política?

—Puede ser. Quizás ahora para las departamentales. Yo no fui diputado por haber tomado decisiones equivocadas. En 1984 estaba con Pacheco y en cierto momento decidí abrirme. Cuando ganó Jorge Batlle, también me había abierto porque decidieron sacar una lista única y finalmente apoyé a Hierro López. En las últimas elecciones colaboré y milité, pero sin sacar lista. Me llamaron de Cabildo Abierto porque soy amigo de Guido Manini Ríos. Pero he sido colorado de siempre. Soy Ordóñez, por Batlle y Ordóñez. Era una decisión difícil.

—¿De qué depende si se presenta en las departamentales?

—Habrá qué ver el acuerdo que se hace. Creo que la oposición va a votar con el lema Partido Independiente. Si es así, capaz que me animo a sacar una lista. Sería por una cuestión de satisfacción personal.

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