ENTREVISTA
El periodista que cubre crónica policial en "Subrayado" habla de su forma de trabajo, el manejo de las ansiedades y el caso que más lo ha impactado
Tiene 32 años y hace 10 que trabaja en los medios. En los últimos seis años, Diego Piriz se dedicó plenamente a la crónica policial, “y de ahí en más me sentí totalmente atrapado por este género”, dice.
Trabajó en Radio Imparcial, Radio Sarandí antes de llegar al Diario El País, y luego pasar a Canal 10, en el equipo de Subrayado. “Fue todo muy vertiginoso y me siento dichoso de haber estado tanto en radio, diario y TV. En todos los medios se aprende muchísimo, y por suerte, siempre estuve rodeado de buenos profesionales que me ayudaron a crecer en lo laboral, pero mucho más, en lo personal”.
Venía cubriendo crónica policial desde que estaba en las filas de El País, aunque Diego Piriz dice que es algo diferente diferente. “El lenguaje en televisión y específicamente en esa rama, depende muchísimo de las imágenes y que llegues al lugar cuando suceden las cosas”, dice.
“En el diario es otra cosa, podés conseguir una foto para ilustrar y podés escribir una historia, pero en televisión si no llegas a los lugares en tiempo y forma, y no tenés la imagen justa de lo que querés dar, es complejo. Me tuve que acostumbrar a esa dinámica de estar a las corridas, que de imprevisto pase algo que cambie todo. Tuve un tiempo de adaptación que me llevó varios meses”, dice.
—Ha de ser estresante el conseguir una noticia todos los días. ¿Cómo es la dinámica de trabajo?
—Nuestra dinámica de trabajo es muy diferente a cualquier otra rama del periodismo, porque esto se basa en lo que pasa, no hay una agenda. Y si no sucede algo destacado, no tenemos noticia. Siempre pasa algo, pero si no ocurre, estás expectante. Y si no sucede algo, no voy a salir en vivo a hablar sobre una rapiña insignificante para lo que es en general, porque para los involucrados es lo más importante. Entonces siempre estás al filo de lo que pasa y a qué hora. Los otros días nos pasó que desde las 13 a las 17 no había nada destacado desde el punto de vista periodístico, y a las 18 saltaron tres cosas diferentes. Tuvimos el robo a una casa, un incendio en La Teja y un intento de femicidio, todo en dos horas.
—¿Cómo se manejan las ansiedades?
—Hay que aprender a manejar las ansiedades y nervios, porque como que estás esperando que suceda algo para ir a cubrirlo. Después aprendés que un día podés no tener una noticia muy trascendente, pero el día anterior sí. Es un ejercicio que intento hacer todos los días y así me autotranquilizo.
—¿Cómo se mantiene esa tranquilidad cuando muchas veces estás presenciando un hecho espantoso?
—Es algo que voy aprendiendo a manejar, el tema de la ansiedad más que nada. También la euforia por lo que se vive en el momento. Los niveles de adrenalina que vivimos los periodistas que cubrimos crónica policial, son desconocidos para todo el mundo. Si no estás en el móvil que estamos trabajando, no sabés los niveles de adrenalina que se manejan. De repente te enterás que hay una rapiña en proceso en un supermercado con toma de rehenes, y te vas volando pero no sabés con qué te vas a encontrar: si hay algún fallecido, si se están disparando, si hay un delincuente herido. Entonces la adrenalina que se manejan en esos momentos, hay que aprender a manejarlos, porque a la hora de transmitir esto a la población, o tener que dar la cara frente a una cámara, no podés transmitir esa adrenalina o nerviosismo. Más allá que te pasa a veces y que la euforia puede ganarle al profesionalismo, son cosas que te dan los años y la experiencia.
—¿Y cómo hacés cuando llegás a tu casa?
—Muchas veces seguís con los niveles altos de adrenalina y no te podés dormir rápido, te cuesta desenchufarte, seguís pensando en el caso que estuviste cubriendo. Entonces lo que trato de hacer es que cuando cruzo la puerta de casa, me saco el traje de cronista policial. Trato de dejarlo del lado de afuera y de a poco me voy desenchufando de toda la locura del día para tratar de mejorar esa ansiedad que vivimos a diario. Pasa que si no encontrás tu autodefensa para tratar de contrarrestar esa locura que vivís, seguís enroscado, vas a verte con un amigo y seguís igual. Tenés que lograr un equilibrio donde se termina de trabajar aunque yo estoy todo el día atento a lo que suceda, no importa la hora, si es de día o de noche, o fin de semana. Pero cuando estoy fuera del canal, trato de desenchufarme y quitarme esa adrenalina. Lo único que hago religiosamente es dejar el celular en silencio, sino no descanso, porque recibo mensajes a cualquier hora de la madrugada.
—¿Qué hecho te ha marcado más?
—Hay casos que todavía hoy ponen la piel de gallina, porque me marcaron mucho. El que más me marcó fue el caso de Brissa González. Fue un infierno ese caso y me marcó. Lo que me pasa hoy es que te vas creando una callosidad para que no te afecte lo que cubrís a diario, porque homicidios y situaciones violentas cubrimos a diario, y veo llorar a los familiares de las víctimas. Pero me doy cuenta hoy, hace seis años que cubro crónica policial, que los casos que involucran niños, son los que más me afectan. No doy vuelta la página, me marcan y me cuesta desprenderme de ellos porque me da un dolor terrible. No soy padre, pero soy tío y pienso que le puede pasar a cualquiera, nadie está libre de que le pase una aberración de estas características. Entonces siempre trato de ponerme en ese lugar y pienso, cuando pasan esas cosas, que la afectación viene por el lado que nadie está libre de que le pasen estas cosas.
—En las últimas semanas has difundido videos por tus redes sociales donde mostrás material que no entra en el informativo. ¿Es para un proyecto a futuro?
—Es que la productividad que tenemos por día es impresionante y hay material que no volcamos a Subrayado porque no siempre entran todas las imágenes que querés. Entonces ese material lo estamos recopilando y armando en pequeños videos para volcar en las redes sociales. Esto es el puntapié inicial de algo. Por ahora hemos tenido buena recepeción de la gente que nos pregunta cuándo vamos a hacer un programa con ese material. Nuestra intención es poder producir un programa de crónica policial en televisión, aunque entendemos que tenemos que ir paso a paso. Esto es el primer paso, y ojalá podamos plasmarlo en un programa.