De vacaciones en Punta del Este, Florencia De la V se convirtió en una de las principales figuras de la Cena de Famosos de Juan Herrera. Allí, a poco más de un mes de haber sido desvinculada de Intrusos, la conductora dialogó con El País y compartió una filosa mirada sobre el periodismo de espectáculos. "Hay algo de juzgar todo el tiempo sin empatía", evaluó. Además, explicó por qué arengó "Viva Perón" el día que se despidió del programa, lo que valió cientos de comentarios en redes sociales.

-¿Cómo es tu vínculo con Uruguay, donde siempre se han visto los programas que integraste?

-Me encanta Uruguay, donde tengo amigos como Claudia Fernández. Los uruguayos son muy amorosos conmigo. No sabés la cantidad de mensajes que me llegaban por el programa todo el tiempo. En mis redes los uruguayos me llenan la casilla de mensajes.

-Se viene hablando mucho de tu futuro televisivo tras la salida de Intrusos, ¿qué vas a hacer este año?

-No tengo idea. Por ahora disfruto de las vacaciones y voy a ver qué me depara el futuro. A mí me gusta trabajar. Lo que decida hacer va a ser lo que tenga que ser.

-¿Cómo atravesaste el proceso después de la salida de Intrusos?

-Ya está. Di vuelta la página y la vida sigue.

-¿Te costó?

-No me cuesta nada.

-¿Cómo has visto los otros movimientos que hubo en los elencos de los programas de espectáculos?

-No vi nada.

-¿Puede haber una reconciliación con tus sucesores, Rodrigo Lussich y Adrián Pallares, con quienes te has enfrentado duramente?

-Nunca se sabe lo que puede pasar.

-Tu excompañero Sebastián "Pampito" Perelló, por ejemplo, debutó al frente de su propio programa en El Trece, ¿tampoco lo viste?

-No lo vi, estoy desconectada. No estoy mirando nada de televisión.

-¿No has seguido nada del llamado "Wandagate", entonces?

-Me contaron algo los noteros, pero me tomé las vacaciones muy a pecho. Las personas del medio siempre estamos trabajando y cuesta desconectarse del todo. Este año dije "me desconecto totalmente".

-¿En algún momento llegaron a cansarte estos temas mientras estabas al frente de Intrusos?

-Sí, por momentos me hartaban. Además, a mí particularmente no me interesa la vida privada de las personas. No me importa lo que hacen los matrimonios, si están con uno o con dos, ¡qué sé yo el contrato que tiene cada uno! Lo que sucede a veces con la televisión es que se pone a opinar desde un lugar como si fuera la Corte Suprema de Justicia. Señala todo con el dedo desde la moralidad y nadie sabe qué hace con su propia vida la gente que está opinando. Hay algo de juzgar todo el tiempo la conducta ajena y no tener empatía. Yo trato de ser empática porque no sé las circunstancias de la vida de cada persona.

-¿Nunca le tomaste el gusto a los temas que hacían en Intrusos?

-Sí, pero porque lo hicimos más amigable y desde otro lugar.

-Antes de estar en Intrusos has sido perseguida por cronistas y te has peleado con programas de espectáculos, ¿esas vivencias te ayudaron a tocar los temas de farándula con otra mirada?

-Sí, pero ahora me di cuenta de que no era tan importante. En aquel momento todo parecía grave, pero con el tiempo uno se da cuenta de que es todo cartón pintado.

-El descargo que hiciste el día que te despediste de Intrusos fue muy comentado, ¿cómo viviste las repercusiones?

-No vi nada, pero me llegaron muchos mensajes de familiares, amigos y gente que quiero. Todas las personas que me encuentro me dicen palabras divinas. Recibí mucha solidaridad y ganas de seguirme viendo en la televisión. Fue un buen termómetro de energía para ver lo que me quiere la gente. Me llenan la casilla de Instagram con mensajes diciendo "volvé", "te extrañamos". Está buenísimo que eso pase.

-¿Puede ocurrir que este tipo de situaciones adversas humanicen a las figuras del espectáculo a los ojos del público?

-A veces la gente tiene fantasías con respecto a nuestro trabajo, pero no deja de ser un trabajo como cualquier otro. No veo la diferencia con otros empleos más que la exposición o la frivolidad del medio. Nunca me creí eso de nuestro trabajo, sino que siento que todos son iguales. Yo me pongo el overol de conductora, hago mi trabajo, me lo saco y soy una mamá. Yo quiero disfrutar la vida, que es lo más importante, no el trabajo. El trabajo no es la vida.

-Cerraste aquel descargo arengando "Viva Perón", ¿a qué respondió?

-(Risas) Me di cuenta de que siempre estoy del lado de enfrente de muchísimas injusticias. Me da como gracia el odio que genera el peronismo, entonces eso me hace quererlo.

Foto: Ricardo Figueredo