ENTREVISTA

nicolás lauber

Es una de las artistas más completas de nuestro país. Actriz, improvisadora, maestra, comediante, carnavalera, standapera, cantante y libretista, Alita Menéndez logró dar vuelta la tortilla a una situación tan complicada como una pandemia que dejó a los artistas sin trabajo, y se trasformó en una meta artista que fusiona sus experiencias y conocimientos en el arte.

Esta noche regresa al teatro Movie con Cumbia Up, re manija, también escribió la obra Farsantes que tiene funciones en el teatro La Candela, es columnista en Mentaleros y tiene más proyectos en desarrollo. Sin dudas, Alita Menéndez está en un buen momento, lo que se refleja en este cambio físico que está teniendo y muestra en sus redes sociales.

Antes de dedicarse de lleno al humor y los escenarios, su vida era muy diferente. ”Tenía un trabajo público y estaba a varias cuadras de lo que me gustaba, hacía la facultad de Derecho, estaba en otra zona. Y antes que me llamen para trabajar o que surgiera esta exposición ya estaba feliz con haberme decidido a hacer lo que me gusta, y el éxito lo tuve ahí: el día que me dije que sí. El resto es tratar de equilibrar con la familia, amigos y la gente que uno quiere”, dice Menéndez.

Por eso su presente es tan distinto a la rutina que llevaba, y a sus anhelos. Hoy dice sentirse segura, de sí misma y de su talento. “Por primera vez en la historia del planeta estoy confiada y tranquila. No se puede creer, me estoy organizando precioso, estoy confiada para todo lo que se viene”, agregó.

Antes de subirse una vez más al teatro Movie, esta genial comediante habló con Sábado Show sobre su cambio físico, sus nuevos espacios en los medios, y ya organiza el funeral de Pata Cajetilla.

—Estás mostrando cuerpo. ¿Qué te hizo cambiar?

—Estoy adelgazando, y si bien tengo sobrepeso, me empecé a gustar, lo que es un montón.

—Dicen que la aceptación empieza desde uno.

—Creo que sí, primero viene la aceptación y después todo lo otro.

—Estos cambios físicos vienen con un cambio de pisada en lo laboral. Escribiste una obra de teatro, estrenaste como columnista en Mentaleros y hoy sábado volves al Movie con Cumbia Up: re manija.

—También tengo cuatro canciones ahí, en la puerta, estoy dando clases a full y por suerte volvieron los eventos. Todo surgió junto. Son muchos cambios, porque el encierro estuvo bastante feo.

—¿Cómo pasaste esos meses?

—Horrible. Los cuatro encierros, porque tuve el del embarazo y los siguientes cuando había que volver para adentro los viví horrible. Extrañaba mucho el trabajo. Además económicamente no la pasé bien, pero lo supe transformar y aproveché a escribir. Escribí en el primer encierro la obra Farsantes que está en teatro La Candela. Y ahora con todo esto que me está pasando estoy feliz.

—¿Cómo se vive este momento tan distinto, llena de proyectos?

—Siento que puse el freno de mano, se me giró el auto y estoy yendo en otra dirección. Se lo tengo que agradecer a la pandemia y a las emociones nuevas que me presentó esta pandemia, el encuentro conmigo misma. Empecé a hacer todo lo que tenía ganas y no me animaba. Como juntar el canto con la cumbia, escribir obras, aceptar el apoyo de la gente. Empezar a confiar en mí y decirme: me lo merezco y soy valiente. Entré a un lugar interno que está de más y me encontré con otra etapa de la Alejandra artista, y eso está buenísimo.

—¿De qué van a ser las columnas en Mentaleros?

—Empiezo con Tuya Palmolive que sería como Mía Astral. Es venezolana, y trabaja sobre la astrología, pero con una dificultad que es escuchar mensajes de Whatsapp donde mandan una palabra sola y tiene que incorporar eso al horóscopo. Entonces entre la gente y Tuya Palmolive son los que arman las predicciones semanales. Eso implica que puede pasar cualquier cosa, y cuando uno reproduce el audio puede pasar cualquier cosa. A mí me encanta lo improvisado y lo que no puedo controlar, porque tenés que entregarte sí o sí, y es muy divertido.

—¿Cómo surgió hacer esa columna?

—Fui un día a una nota, pegamos terrible onda y me dijeron que tenía que ir.

—La creación de personajes es un ejercicio que dominás muy bien. Pata Cajetilla ya se te fue de las manos y hoy es un personaje independiente de Alita Menéndez.

—La odio a Pata, se apoderó de mí. En el Movie es la estrella, la gente la aplaude, se postula para presidente, es una atrevida. A ese personaje lo voy a tener que matar, porque soy partidaria que los personajes hay que matarlos. Tienen que morir en algún momento. Todavía no sé cómo se va a morir, pero tengo que hacerlo para que pueda surgir algo nuevo. Ya le haré un video con sus recuerdos cuando se muera.

—Tenés muchas canciones que han sonado en la radio y otras en desarrollo. ¿Cómo surgen y se amoldan a tus espectáculos?

—No conozco mucho el ambiente musical y estoy aprendiendo a cómo es trabajar con músicos, que es un palo totalmente diferente y sé cómo es trabajar con comediantes, actrices, cantantes, bailarines porque todo eso es el Carnaval, pero ahora con músicos es otro encuentro que tengo que aprender. Pasa que sé lo que quiero, pero en este momento que no conozco el proceso musical, necesito un intérprete. El idioma no lo conozco, pero sé qué quiero comunicar. Entonces no sé de música, no sé tocar instrumentos y más allá que estudie algo de solfeo, necesito un traductor. Y siento que las canciones tienen su proceso. A medida que las voy sacando se me van ocurriendo otras cosas y les voy encontrando otra vuelta. Las canciones necesitan un proceso, como un embarazo, necesitan su gestación. Uno va madurando en esa veta artística. Por eso también estoy trabajando en mi cuerpo, porque hablar, cantar, respirar lleva su trabajo. Hacer ejercicio me está ayudando, y después de mi último embarazo el aparato sonoro me quedó diferente. Así que trabajo con la herramienta de la voz y me coloca en un lugar nuevísimo al que antes no le había prestado atención. Si bien había cantado en alguna obra, no tantas canciones, ni estar yo sola sobre el escenario por una hora y veinte.

—A vos te gustan los desafíos, así que tenés que estar en tu salsa.

—Me encantan. Soy fanática, me gusta el vértigo, el parapente, y entreverar estilos como cumbia, stand up, improvisación, y todo lo que pueda, es como tirarse en paracaídas. Por eso me encanta el vértigo.

—Además es un reflejo de todo lo que has hecho en tu carrera. Hacés música, comedia, tenés un humor reflexivo, es toda la esencia de Alita.

—Exacto. Lo más honesto que he podido encontrar es justamente mezclar esto. La veta reflexiva viene de haber estudiado reiki, registros akáshicos, entonces la mezcla de todo eso tiene que ver con lo que estudié. Y fusionar un espectáculo que mezcle todo eso, para mí es el atrevimiento más hermoso de mi vida, el vértigo que preciso.

—Hay gente que necesita empezar a hacer cosas y no sabe cómo iniciar. Vos mostrás que no hay que empezar de cero, sino tomar lo que ya se tiene o sabe, para hacer algo nuevo.

—Uno no es consciente de la gente que se contagia del entusiasmo con solo contar los proyectos que uno tiene. Uno cuenta su experiencia y hay gente que se engancha con eso, como uno hace con otras personas también. Hay que contagiar la manija.