Redacción El País
En tiempos televisivos donde el humor de “capocómico” copaba la programación del Río de la Plata, surgió en 1992 una propuesta disruptiva, que llevó a la pantalla de TV un proyecto propio de la comedia del under. Los protagonistas: Antonio Gasalla y su galería de personajes.
El palacio de la risa se estrenó en ATC (el canal público en Argentina) y luego tuvo un pasaje por Canal 13. En Uruguay se vio principalmente por Canal 4, en las noches de miércoles del “gran canal”. Salido de la Escuela Nacional de Arte Dramático, Antonio Gasalla pasó del café concert de los años sesenta al cine, primero con aquel monólogo tan recordado de La Tregua y más tarde con el rol que lo volvió popular: la mamá Cora de Esperando la Carroza.
El Palacio de Risa, desde sus comienzos, fue otra cosa. El ciclo humorístico era una sucesión de sketches con personajes delirantes pocas veces visto en TV.
Con un elenco conformado mayormente por actores y actrices desconocidos, El Palacio de la Risa imprimió un nuevo estilo desde su primera emisión. Juana Molina, Humberto Tortonese, Alejandro Urdapilleta, Juan Acosta, Verónica Llinas, Clotilde Borella, Claudio Giúdice y Atilio Veronelli, a figuras consagradas como Norma Pons, Roberto Carnaghi o Nelly Láinez, Gasalla sacaba lo mejor de cada uno en pos del programa.
Mama Cora, la empleada pública, la enfermera, Soledad Dolores Solari, “la gorda”, la nena, Inesita, entre otros, conformaban la galería de personajes.
Alguna vez Gasalla explicó por qué la mayoría de sus personajes estuvieron creados desde el universo femenino. “En un momento me di cuenta que había temas que se contaban mejor desde una mujer que a través de un hombre. La caída de la clase media, es más fácil contarlo desde una ama de casa que se le viene todo abajo, que el marido tiene dos trabajos y no lo ve nunca”.
El esquema de El Palacio de la Risa era simple: de lunes a miércoles, Gasalla junto a Atilio Veronelli escribían los guiones, el jueves había una lectura y repaso de los libretos y el viernes, en una larga jornada de grabación se completaba todo el programa. Quienes participaron, dan cuenta del detallismo obsesivo que siempre caracterizó al capocómico.
El Palacio de la Risa cambio la manera de hacer humor en la TV. Con cada personaje Gasalla contaba algo de su tiempo: con Mamá Cora hablaba de la marginación de los adultos mayores, con Soledad Dolores Solari se refirió a los miedos y la paranoia, con Matilde a la marginalidad. Seres barrocos, delirantes y brillantes, que marcaron una época de la pantalla chica que le daba al televidente una cuota de risa y de verdad.
Terminó en 1996 y si bien Gasalla tuvo otros programas similares en otros canales, El palacio quedó en la retina como la máxima expresión del genio del capocómico.
¿Cuál es la situación de salud de Antonio Gasalla?
A los 83 años, Antonio Gasalla fue diagnosticado con demencia senil progresiva y vive en una clínica especializada en afecciones cognitivas.
“No puedo decir si recuerda o no... Nosotros mismos vivimos en un tembladeral y eso que lo vemos todos los días. Lo único que puedo decir es esto: se le pone en el canal Volver sus programas y él no los conoce. A mí me conoce como el hermano, mi nombre no lo sabe”, aseguró su hermano Carlos en junio pasado.
“Está en su mundo y tiene sus ataques, típicos de él. Nosotros tenemos un horario especial para ir a verlo, porque el lugar tiene restricciones. Podemos entrar de a dos. Por suerte, está muy bien atendido”, añadió.
A principio de 2023, cuando vivía en su casa, el actor fue víctima de un robo de parte de personas de su círculo íntimo, quienes se aprovecharon de su vulnerable salud.
El origen de Mama Cora, el personaje más recordado de Gasalla
Estrenado en 1992 en el canal público argentino ATC, el ciclo no solo trasladó un lenguaje más cercano al universo alternativo del teatro off hacia lo popular, sino que lanzó a la fama a numerosos artistas que secundaban al capocómico. El programa pasó a Canal 13 y se extendió hasta 1996. En Uruguay, se vio principalmente con Canal 4 los miércoles.
A pesar de lo que todo el mundo cree, Mamá Cora no empezó ni en cine ni en televisión. El personaje que se hizo popular, primero en Esperando la Carroza y, luego, en los programas de Gasalla, hasta terminar en el living de Susana, nació en el Teatro Maipo. En ese cuadro, el cómico junto a Jovita Luna interpretaban a dos adultas mayores que comentaban las cosas que pasaban a su alrededor sentadas en el banco de una plaza. “Para Mamá Cora, Antonio siempre usaba un pañuelito en la mano, un día salió a escena sin ese pañuelito. Empezó a los gritos pidiendo por él, si no lo tenía no podía hacer ese papel”, recordó en entrevista Juan Acosta.