La última vez que Rodo Castañares estuvo en la redacción de Sábado Show fue para acompañar aLucila “La Tora” Villar, pareja de su hijo Nacho. Ahora, con proyectos en la televisión uruguaya y varios títulos para estrenar en cine, Rodo Castañares llega con otra impronta. Feliz y agradecido por su presente.

“Ha cambiado mucho la historia”, comenta. “Estoy viviendo entre Buenos Aires y Montevideo, ahora comienzo a grabar un programa de televisión en Uruguay y estoy con una obra de teatro en Buenos Aires, una comedia. La semana pasada me confirmaron una participación en una serie de Telefé y estoy en un canal de streaming, desde Buenos Aires, todos los lunes. Estamos haciendo un poco de todo, estoy superbien. También hay cositas para el verano, con proyectos que se van armado”.

—¿Eso genera mucho cansancio?
—Estoy agotado porque estoy tres días en Montevideo y tres en Buenos Aires, estoy con dos apartamentos, uno en cada lado, así que es gasto para todo, pero bueno. Estoy contento. Creo que tanto la participación de Nacho, como Gran Hermano en general, dan una visibilidad muy grande. Ahora estamos en la fase en la que ven a Rodo y no al papá de Nacho. Voy a castings y ya no soy “el papá de”, de a poco entras en un círculo más profesional. Estamos sembrando y de a poco van viendo los brotes, eso me pone muy contento.

Darwin Borrelli/Archivo El Pais

—Estás viviendo en dos lados, ¿hay planes de quedarse en uno solo?
—Hay mucho movimiento en Buenos Aires, pero si me preguntas dónde quiero vivir: en Montevideo. Allá voy a trabajar y todo es más acelerado, pero siempre vuelvo a casa, a la paz de Montevideo que me encanta.

—Ahora te sumás a la competencia Fuego Sagrado. ¿Ya habías tenido conversaciones con Canal 12?
—No, y cuando me lo propusieron me dije: “vamos para adelante”. Estoy dispuesto a hacerlo porque es el momento de aprovechar lo que pueda surgir, y que te puedan conocer por otros lados.

—Además, probándote en algo distinto a todo lo que has hecho.
—Exacto, y me parece divertido. Además, me encanta asar, lo hago muy bien porque mi abuela de Rocha me enseñó a hacer fuego. Me gusta la idea, me parece un reality divertido.

Darwin Borrelli/Archivo El Pais

—¿Cuándo comienzan las grabaciones de Fuego Sagrado?
—En agosto comenzamos a filmar.

—¿Cómo te llevás con el cocinar para un jurado?
—Voy a divertirme, a darlo todo, y a pasarla bien. Si gano o no gano, es secundario a vivir la experiencia. Además admiro mucho a Lucía Soria como cocinera. Me parece una tía que tiene su técnica y sus cosas, y voy con la idea de pasarla bien.

—¿En qué te sentís más flojo?
—Con las guarniciones, van a ser la mayor complicación. Te hacen presentar un plato y puede ser un guiso, una sopa a la parrilla, pero me tengo fe. Siempre he ido sin expectativas, y si vas así, si salen las cosas bien es el doble de placer, y si salió mal, es una experiencia que suma. Nunca es tarde, en este medio, menos.

—Además, estás empezando una carrera como actor.
—Toda mi vida he hecho teatro, he hecho mucho de árbol, de portero que decía: “Buenos días” y me iba, de azafato en un programa de televisión acompañando al famoso. Todo eso fue sumando para este presente.

—¿Te dijeron algo en Canal 10 porque vas a participar en un programa de Canal 12?
—No. Les consulté porque tengo una propuesta con Canal 10 para que, cuando comience la nueva temporada de Gran Hermano Argentina en octubre, ser panelista de la previa. Había hablado con la gente de Canal 10 y había algunas propuestas para el futuro, y por una cuestión de educación les dije: “me ha salido esto, es remunerado, es visibilidad, nos suma”. Porque participar de un reality como la edición Celebrity de Fuego Sagrado, me mantiene visible. Así que termino ese reality y me sumo como panelista en la previa de Gran Hermano. También estoy en un proceso de casting para la serie Margarita de Cris Morena, para un personaje puntual. Y coincide con el estreno de una película que hice el año pasado y se llama Oliva que se estrena en los próximos meses en Buenos Aires y protagonizan Juan Leyrado y Andrea Frigerio que dirige Miguel García de la Calera. También filmé unas escenas con Benjamín Vicuña para la película El silencio de Marcos Tremmer. Así que de octubre a diciembre van a ser meses donde voy a estar por todos lados.

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—¿Cómo llevás la visibilidad que ha ganado tu hijo?
—Bien. Creo que hay que ordenar y bajar un poquito a tierra porque es demasiada locura en poco tiempo. Hace cuatro meses que salió aunque parece que fue hace un año. Todo ha sido muy rápido y muy seguido. No hemos tenido un fin de semana libre, y eso corre para los tres finalistas, los que más se destacaron y los que se siguen moviendo.

—¿Y toda esa exposición y trabajo es fácil de llevar?
—Mira, tuve un susto con la presión arterial que me subió a 24, casi me da un ACV. A principios de junio Nacho y yo nos íbamos a Europa, yo estaba con el apartamento en Montevideo, el nuevo en Buenos Aires, castings, proyectos y en un momento me quedé con un dolor de cabeza que me mataba. Por suerte estaba en un centro hospitalario y la chica que me tomó la presión marcó 24/15 de presión. Me pasaron a un box, me dijeron que me tranquilizar y me dejaron la noche ingresado. Me hicieron todos los análisis y todo salió perfecto, y el cardiólogo me dijo que había sido un pico de estrés. Había sido una semana muy tensa porque Nacho tenía que venir a Uruguay el día antes de irnos de viaje, también se mudó solo, estaba con los trámites del míos, era una locura.

—¿Y cómo lograste salir?
—Estoy en una edad en la que te plantas y bajas un cambio. Eso me ayudó mucho porque ordené prioridades y entendí que no puedes estar en dos ciudades al mismo tiempo. Entonces cuando estoy en Buenos Aires estoy ahí al 100 por ciento, y cuando en Montevideo lo mismo. Hace un mes y poco de esto y estoy bien. Tomo una pastilla porque soy hipertenso, pero me tomo la vida con más filosofía. Quieras o no, parece “creer crear”, empieza a aparecer todo más tranquilo. No sé si eres tu el que genera el cambio, pero por atender todo, a veces te pasan estas cosas que, en definitiva, es un aprendizaje. A partir que me relajé más, las cosas también se relajaron y estamos todos más contentos. Sobre todo para Nacho, para bajar a la realidad. Ya tiene su programas, viene una vez a la semana a grabar a Uruguay, estamos muy bien así, con proyectos nuevos, pero no podemos avanzar más que lo que avanza el tiempo.