El triángulo del mal

| Los villanos malditos, perversos y misteriosos ‘de "Resistiré" juegan un rol fundamental en la tira de Telefé. Fabián Vena, Tina Serrano y Claudio Quinteros encarnan de manera magistral a tres personajes siniestros en la telenovela de Pablo Echarri y Celeste Cid.

Compartir esta noticia

En la ficción existen malos insoportables, inescrupulosos y hasta divertidos. A veces, esas características se combinan en el cuerpo de un supervillano, de esos que son más grandes que el límite del programa y que el actor que los contiene. Y en muy pocas ocasiones, casi nunca, sucede lo que pasa con Mauricio Dobal (Fabián Vena), Leonarda (Tina Serrano) y Andrés (Claudio Quinteros), los malos de "Resistiré", la tira de Telefé que, si existiera, se llevaría el premio a los malditos más perversos de la televisión argentina.

"Por favor, dame un malo que tenga razón". Eso fue lo que pidió Fabián Vena cuando en el canal le ofrecieron el papel del indescifrable Dobal. Según él, consiguió lo que pidió.

"Cuando me dijeron que mi novia era la protagonista y que el protagonista me la robaba a mí dije: ‘Bueno, en códigos masculinos hay alguien que está metiendo la pata y ése no soy yo’. Después, con lo que tiene que ver con su objetivo, a él no le importa mucho qué mujer tiene al lado y así y todo genera conflicto", cuenta Vena a LA NACION, en un alto de la grabación del ciclo.

Desde el comienzo de la tira que encabezan Pablo Echarri y Celeste Cid como la pareja de amantes contrariados Diego Moreno y Julia Malaguer, la actividad de Dobal y sus secuaces, Leonarda y Andrés, fue un misterio que los autores Gustavo Bellati y Mario Segade ("Vulnerables") construyeron sobre la base de escenas donde se decía poco y los detalles macabros acercaban la tira a una película de terror. En los primeros capítulos, el suspenso se sostenía gracias a esa casa de "al lado" en la que sucedían cosas extrañas y donde estos tres personajes desplegaban toda su retorcida malicia, aunque no se sabía muy bien a qué estaba dirigida. A estas alturas, después de más de siete meses de aire, algunos interrogantes se resolvieron; se sabe que más que de amores contrariados, la historia se alimenta de los sucesos alrededor del negocio del tráfico de plasma y del secreto alrededor de la ¿enfermedad? de Dobal.

"Acá tenemos una argumentación que mezcla un poco de ‘Edipo rey’ con ‘Macbeth’. Muchas veces, parece que el guión tiene cosas shakespeareanas, totalmente melodramáticas", explica medio en broma, medio en serio, Claudio Quinteros. El es Andrés y, a pesar de que a estas alturas es difícil imaginar a otro actor interpretando a la mano derecha de Dobal, al muchacho que se debate entre el amor de un hombre, de una mujer y de su propia tía, lo cierto es que Quinteros llegó a "Resistiré" a través de un casting.

"Algunos de los productores y de los directores me conocían del teatro me habían visto en ‘El zoo de cristal’ y me llamaron para hacer la prueba. Desde la primera charla me dieron las indicaciones centrales del personaje, y a medida que fue saliendo al aire se definieron otras cosas, se ampliaron las circustancias", detalla Quinteros.

DE PRINCIPIO A FIN. En los últimos años es una práctica bastante habitual en la escritura de las telenovelas empezar la historia de una manera para después cambiarla según cómo haya funcionado con el público. Así, pueden variar los protagonistas, los antagonistas y hasta las características esenciales de los personajes. El método del ensayo y el error no parece ser el que utilizan Bellati y Segade. Todo lo contrario. Según cuentan Vena, Serrano y Quinteros, el núcleo central de sus papeles, de sus conflictos y de toda la tira ya estaba delineado desde mucho antes de que se viera la primera escena.

"La gente me pregunta cuándo nos dimos cuenta de todas las cosas que van pasando en la novela, en qué momento vimos que iba por ese lado, y la verdad es que yo lo sabía mucho tiempo antes de empezar a grabar. Me contaron unas cuantas cosas e imágenes. Yo sé todo lo que va a pasar. Acá hay una gran solidez autoral, una manera de construcción muy conceptual de la trama. Eso se agradece porque en este caso tomamos el armado del personaje en relación con los 220 capítulos que dura la telenovela", explica Vena.

Desde un principio, entonces, él supo que Mauricio Dobal era de temer, aunque el público sólo pudiera sospecharlo.

Las características iniciales eran detalladas para los tres personajes, a saber: Mauricio Dobal es un hombre joven con mucho poder, tranquilidad económica, muy inteligente y con dos caras contrapuestas. Por un lado, trabaja con productos orgánicos y sabe mucho sobre el tema, y, por el otro, tiene un negocio macabro en el que despliega su costado perverso, no tiene problemas en manipular a la gente y a las situaciones por conseguir su objetivo. Además, tiene una imagen particular, una manera de expresarse que sugiere apenas un complicado mundo interior.

Su mano derecha, Andrés, hace el trabajo sucio, respeta mucho a su jefe y a su tía Leonarda, con la que sostiene una relación incestuosa. Desde un principio, los autores y los intérpretes sabían que ese extraño equilibrio que sostenía el trío en el comienzo terminaría por salirse de cauce. El caso del dúo que conforman tía y sobrino era, desde el comienzo, una bomba de tiempo a punto de estallar.

"Es que Leonarda —dice Serrano— es una persona perversa, resentida, pero al mismo tiempo muy fiel con su patrón y con su sobrina. Para ella, todo el resto son molestias".

LAS RAZONES DEL MAL. Aunque muchos, la mayoría, no entienda por qué Dobal es cómo es y hace lo que hace, Vena tiene una idea bastante cerrada de lo que pasa por la perturbada cabeza de su personaje: "Creo que sus objetivos pueden llegar a ser nobles, o por lo menos ésa es la justificación que yo le doy para entenderlo. El busca la perfección y eso lo lleva a ponerse duro frente a las relaciones. No tiene lazos sólidos, no se conoce nada de la vida de este tipo, de su pasado, de su familia. Evidentemente tuvo un recorrido de orfandad para ser como es, el mundo de los negocios lo tiene claro, pero el de las relaciones no. La búsqueda desesperada de lo perfecto y de la vida eterna lo lleva a ubicarse en situaciones más débiles, su debilidad pasa por la falta de un mundo afectivo sólido y por la omnipotencia de suponer que puede cambiar el mundo".

Aunque todavía quedan muchos misterios por develar —en estos días se conoció algo de los conflictos del pasado entre Dobal y el personaje que interpreta Carolina Fal, Martina—, parece que las mayores intrigas que restan para los últimos ochenta capítulos tendrán que ver con el origen del extraño mal que sufre el personaje de Vena (¿qué será lo que come Mauricio?).

"Hay muchísimo desconcierto con este personaje, a los dos o tres meses del programa, este tipo estuvo toda una semana metido en una cápsula, enchufado y comiendo cosas extrañas y, a pesar de que antes hizo atrocidades, la gente sólo comentaba que esa semana estuvo muy mal —detalla Vena—. Produce desconcierto que consiga sus objetivos y al mismo tiempo trate a su hija como cualquier padre cariñoso. En los primeros capítulos, era muy fácil poner una cara en una determinada situación y pasar rápidamente a otra. Es un código que los malos de este trío manejamos, un doble discurso constante. Me parece que ésa es la clave de esta perversión".

AMOR DE JUVENTUD. Hay escenas de "Resistiré" que se mirán con cierta incomodidad, con ganas de entrecerrar un poco los ojos y taparse los oídos para no oír del todo lo que pasa. En general, esos momentos son protagonizados por Serrano y Quinteros, Leonarda y Andrés. Ellos hacen el trabajo sucio de Dobal y en el ínterin se aman con un amor incestuoso, extraño y que quedó detenido en el tiempo.

"Andrés es un adolescente en el cuerpo de un asesino. Vivió, en esa época, cosas traumáticas que lo dejaron, junto a Leonarda, clavado en esa etapa de su vida. Cuando se enamora, (de otros dos personajes, nada menos) lo hace desde un lugar bastante puro, con una inocencia en lo afectivo que habla de su poca experiencia en ese terreno", dice Quinteros. A él le toca jugar escenas en las que el sexo tiene un lugar central, más allá del género de su acompañante. Con su tía comparte ese pasado fuerte que los llevó adónde están en el presente. "Leonarda se quedó en los 25 años, cuando se salvó del incendio y de un padre violento que le pegaba. En ese momento se estableció un vínculo entre ella y su sobrino en el que está todo permitido, no hay límites", dice Serrano que hace de su personaje un ser controlador y siniestro a más no poder.

Aunque a veces no parezca, "Resistiré" es una historia de amor. Como en tantas otras telenovelas, la pareja protagónica debe luchar contra viento y marea para intentar terminar juntos. Claro que esta vez, el escenario de su pelea tiene más que ver con el de una película de suspenso o el de un sangriento film de terror. Y tal vez por eso, a veces, mientras Julia y Diego se juran amor eterno, la mente del espectador divaga hacia una serie de preguntas que atormentan: ¿qué pasará con este trío?, ¿qué es exáctamente lo que hacen? y ¿se sabrá alguna vez, qué es lo que le pasa a Mauricio Dobal?.

Natalia Trzenko (LA NACION - GDA)

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar