El domingo en Santo y Seña se logró algo que parecía imposible, que Yamandú Orsi debatiera con Andrés Ojeda. Como dijo su conductor, Ignacio Álvarez, no era el verdadero Orsi, sino un “holograma”. El responsable de este Orsi virtual es Geremy Cajtak, quien dirige la empresa LZG Digital, nacida en Melo. Cajtak ya era un nombre conocido en Uruguay gracias a The Party Band, aunque en 2019 decidió dejar la banda, armar sus valijas y cambiar de vida. Sobre el convertirse en desarrollador tecnológico, el Orsi virtual y los clones virtuales es esta charla.

—¿Estás en Brasil?
—En realidad vivo en Brasil. Estamos instalados acá con mi esposa que es mi socia en la empresa. Estamos medio nómades este año. Arrancamos el año en Argentina, nos fuimos a una especie de retiro para terminar de desarrollar allá el lanzamiento del proyecto de la periodista uruguaya Silvia Techera, que era un proyecto bastante grande que incluía un clon digital.

—¿Es el “holograma” de Orsi que se vio en Santo y Seña?
—La palabra correcta sería doble digital o clon digital, porque holograma es otra cosa, para no confundir a la gente. Lo que hicimos con Silvia fue darle a ella una herramienta que desarrollamos que se llama NeoDoble, para que ella pueda crear y publicar automáticamente todas las noticias a partir de un montón de procesos asistidos por Inteligencia Artificial.

Foto: Gentileza.

—Lo que se vio fue algo muy distinto a todo.
—Nosotros somos pioneros en el país y en el Mercosur con la primera periodista que se clona digitalmente para conducir, y llevar adelante un medio de noticias con su clon digital.

—¿Cómo funciona lo de Orsi, trabajan en eso toda la semana, le cargan datos o es algo automatizado?
—Con el proyecto de lo de Orsi fue algo diferente. En LZG Digital desarrollamos la tecnología de los clones digitales que es lo que estamos haciendo con varios de nuestros clientes, incluyendo a Silvia Techera. Eso va por un lado, y para hacer eso se necesita a la persona, se necesita filmar a la persona, grabarle la voz y además una autorización de la persona para poder entrenar a la IA y crear un doble digital. Lo que pasó con Orsi fue más una producción audiovisual, que tiene un poco de inteligencia artificial en su desarrollo, pero es algo más de efecto audiovisual que de clon digital.

—¿Cómo se contactaron con ustedes desde el programa?
—Se contactó la producción del programa para preguntarnos si podíamos darles una mano con esto. Nos dieron los videos de Orsi dando distintas declaraciones y nos preguntaron si podíamos agarrar eso y hacer como que Orsi estuviera en el programa. Lo primero que les dijimos fue que no podíamos hacer un clon de Orsi sin Orsi, o sea, sin poder filmarlo y sin su autorización, porque la tecnología que desarrollamos para la clonación digital no lo permite hacerlo sin imágenes de la persona. Entonces lo que les ofrecimos fue animar una foto y que parezca que la foto hablaba. Si viste el vídeo de Santo y Seña habrás notado que eran muy limitados los movimientos del falso Orsi que apareció en la mesa interactuando, estaba muy estático, solo movía la cabeza y la boca. Esas son las limitaciones de hacerlo sin contar con la persona, al menos con nuestra tecnología.

Foto: captura Canal 4.

—¿Y pusieron algún reparo?
—Les dijimos que no íbamos a hacerlo decir a Orsi nada que él no hubiera dicho. O sea, aceptamos participar de esto desde el lado creativo, nos pareció algo muy interesante, nos llamó la atención que fuera algo bastante jugado por parte de ellos. Fue, en vez de poner los audios o el tape con lo que había dicho Orsi, fue hacer un juego como que Orsi estaba ahí. Y en el programa en todo momento aclararon que era un video generado con inteligencia artificial. De hecho pusieron los videos que habían mandado al final del programa, mostraron de dónde habían salido las declaraciones que había dicho el falso Orsi al aire, como aclarando esto. El proceso fue un poco así, fue más animar una foto de Orsi trucada que el uso de la tecnología que nosotros desarrollamos.

—Entonces ustedes hacen dobles digitales, ¿para qué sirve?
—Para que una persona pueda generar contenidos audiovisuales de sí mismo con nuestras herramientas, sin la necesidad de tener que filmarse, y publicarlos. Lo primero que hicimos fue lo de Silvia Techera. Gracias a nuestra App NeoDoble ella tiene un informativo en Youtube donde aparece como si estuviera en un estudio real de televisión, con toda la impronta de edición y puesta al aire de un informativo de televisión, y nada de eso es real. O sea, todo eso es hecho con nuestra Inteligencia Artificial, incluso la voz de Silvia es generada con inteligencia artificial, con partes de las herramientas que desarrollamos nosotros. Porque nuestra empresa nace a raíz de poder brindarle a la gente más tiempo, para que quienes usen nuestra App puedan ganar más calidad de vida y tiempo.

—Parece salido de un episodio de la serie Black Mirror.
—Bueno, estamos en un momento de un gran cambio a nivel social y tecnológico. Dicen las grandes mentes que es la última revolución industrial, la inteligencia artificial. Hemos tenido varias instancias de revoluciones industriales a lo largo de la historia, y se dice que el nacimiento y la implementación de las herramientas de la inteligencia artificial en el día a día de las personas y las empresas van a ser la última gran revolución industrial. Nosotros con mi esposa y socia lo vivimos a diario porque hace dos años que estamos metidos en esto, y hemos desarrollado herramientas para nosotros mismos, para la interna y el día a día de la empresa. Porque somos una empresa que no tiene lugar físico, no tenemos una oficina, trabajamos todos remotos, incluso en diferentes países, y como que todo transcurre asincrónico, puede que uno está trabajando cuando otros están durmiendo y hay una conversación que se da que no es en tiempo real, pero que igual podemos llevar adelante. Y cuando tenemos reuniones las grabamos en audio y después tenemos una herramienta que creamos para nosotros que se encarga de desglosar todo ese audio de la reunión y sacar los puntos clave, generar automáticamente las reuniones, poner cosas en el calendario, o responder automáticamente a un correo electrónico. Todo es automatizado. Es una revolución que tiene su lado bueno y su lado malo también, y hay que estar atentos. Por eso nos pareció muy interesante la propuesta de Santo y Seña que generó polémica con esto, con este juego que hicieron, porque de alguna manera puso el tema sobre la mesa.

—Además de esta carrera como desarrollador tecnológico, tenés un pasado conocido. Fuiste parte de The Party Band hasta que cambiaste de rumbo y te fuiste a Bali. ¿Cómo el músico llega a ser un desarrollador tecnológico?
—Sí, en el 2019 dejé la banda, necesitaba entender por dónde seguir con mi vida y me fui a Bali, a Indonesia. Ahí empecé a acercarme un poco más a todo lo que tiene que ver con la calidad de vida y la vida con propósito. Y en busca de un nuevo proyecto para encarar, estuve haciendo algunas cosas en Youtube, en paralelo desarrollé un par de empresas que todavía siguen activas y funcionando. Y cuando surgió todo este asunto de la inteligencia artificial, hace casi tres años, me empezó a llamar mucho la atención y empecé a tratar de proyectar qué iba a pasar con todo esto en el futuro. Y te cuento que muchas de las cosas que me imaginé que iban a pasar, sucedieron, y algunas que dije “esto no creo que pase tan pronto sino dentro de 10 años”, pasaron al año. Fue una evolución muy rápida de todo este mundo. Y decidí subirme a la ola, y como autodidacta que soy, me puse a estudiar. Estudié programación, me obsesioné con este asunto y empecé a desarrollar las primeras aplicaciones.

—¿Cuáles eran esas aplicaciones?
—Mi esposa es arquitecta y una de las primeras cosas que desarrollé fue una aplicación para que pudiera trabajar mejor con las obras que estaba haciendo, que pudiera grabar audios de los relevamientos de las obras y de esos audios se generaran de manera automática informes completos en PDF, o sea, aprovechar la inteligencia artificial desde ese lugar. Ambos siempre tuvimos esa visión de que hay que usar las herramientas para favorecer el día a día y para lograr una mejor calidad de vida. Los dos somos como muy enfocados que lo más importante es el tiempo, es nuestro cuerpo, es alimentarse bien, es estar activo físicamente, hacer ejercicio, reducir al máximo el estrés. Y como que a los dos nos cerró la idea de empezar a desarrollar herramientas, hice varios proyectos de prueba internos, me gustó lo que se podía lograr, luego surgió el proyecto de Silvia Techera, y una cosa fue llevando a la otra y bueno y aquí estamos.

—En cinco años cambiaste por completo.
—Sí, aunque ya venía cambiando de antes. Siendo el cantante de The Party Band, al mismo tiempo era productor musical de Mala tuya y creador de varios de sus hits, era realizador audiovisual y trabajé muchos años en marketing y publicidad, hice música para comerciales. Además soy locutor y la voz de varias marcas, trabajé como en postproducción de video, animación y after effects, o sea, toda esa parte de postproducción de imagen y de audio que ahora la combiné con lo aprendido de programación y la IA, y me está permitiendo desarrollar los productos de nuestra empresa. También estudié un poco de psicología, un poco de periodismo, porque cuando algo me gusta me meto, estudio, aprendo y lo desarrollo.