—¿Cómo viene tu año 2023?
—Estoy en Uruguay por lo menos hasta setiembre, cuando termine el divorcio. A partir de entonces los planes podrían ser otros, pero por el momento estoy instalado en Montevideo y con múltiples proyectos. Estamos ensayando un espectáculo que vuelve ahora el 17 de marzo, que es La desmesura. Ya hicimos una primera temporada el año pasado y nos fue muy bien. En junio esperamos estrenar otro espectáculo y además, asesoro a algunas personalidades para su comunicación en redes sociales. También sigo desarrollando la veta de comunicador en lo vinculado a la industria del cannabis.
—¿Cómo surgió ese perfil bien específico? Porque sos uno de los referentes en difusión de lo que ocurre en el mundo cannábico.
—A partir del 2018 empecé a explorar un nicho porque me parecía que en Uruguay no se estaba dando toda la información. Había una ley para la regulación del consumo por lo tanto me parecía interesante darle voz a la industria naciente y también información a los consumidores. Trabajo para revistas internacionales sobre la temática, para el sitio planteo.com y además, estamos haciendo el documental Flowers in the night que está en etapa de producción. Llegué al mundo del cannabis como consumidor pero luego de vivir en Argentina, volví a Uruguay y no conocía de los clubes, ni de los derechos del consumidor. Al querer informarme yo me di cuenta de que a mucha gente le pasaba de tener desconocimiento y así empecé a buscar la información y difundirla. Detrás del producto en sí, también hay un universo cultural muy rico e interesante que es parte de mi día a día y me banca la cabeza también.
—¿En qué sentido te banca la cabeza el cannabis?
—Básicamente yo hago un uso terapéutico del cannabis. Es un uso medicinal, muy consciente de las propiedades de la planta, lo que me permite un acompañamiento en estos años que han sido bastante tormentosos, por decir lo menos.
—Tu última tormenta fue la separación con Paula Silva, también actriz. ¿En qué términos se dio?
—En malos términos, los peores. Fue una tremenda pena terminar como terminamos.
—El noviazgo de ustedes fue muy intenso, con muchos proyectos en común, incluido el reality Despedida de solteros (Telefé), que lo ganaron…
—Sí, pasamos por etapas muy intensas y muy buenas. Trabajamos juntos en Ecuador y en Uruguay hicimos un montón de cosas. Teníamos un proyecto de vida. El reality show en 2017 nos llevó a nuestro casamiento y después fue dramón reclamar por los premios, como la casa, que nos habían prometido. Pero más allá de eso éramos un equipo en ese momento. Pero luego dejó de serlo…
—¿Qué pasó?
—Ella conoció a otra persona y se confundió. No supo manejarlo. Eso es lo que creó que pasó. El punto de inflexión ocurrió en plena pandemia en 2020. En ese momento descubrí los primeros mensajes con la otra persona. Eran mensajes inexplicables, conversaciones borradas…
—¿Te referís al actor Rafael Beltrán, con quien ella oficializó el romance hace unas semanas?
—Sí, mensajes con él. Ellos fueron los protagonistas de la película En el pozo que fue grabada en 2018. A la película, que justamente plantea una trama de infidelidad entre amigos, le fue muy bien. Y ellos dos hicieron muchos viajes para presentarla. Un día, Paula me estaba mostrando fotos de un viaje en su celular y aparece un mensaje de él: “¿Ahora nos tenemos que hacer los boludos?”, preguntaba. Me generó curiosidad y le pedí que entrara al chat y vi que había kilómetros de conversación borrada. Ella no me supo explicar por qué él le preguntaba eso y por qué había borrado los chats anteriores. En ese momento se quebró mi confianza.
—¿Qué pasó después?
—Cada dos o tres meses surgía una charla en la que básicamente yo le planteaba que sabía que estaba en algo con él y ella me lo negaba. Me decía que eran cosas mías, que era un perseguido y hasta al psicólogo me mandó.
—¿Fuiste?
—Fui sí. Fui al psicólogo de ella y terminé hablando de él.
—¿Vos crees que te fue infiel?
—Yo no los encontré en la cama. Pero estoy seguro de que algo pasó durante la película y después siguieron enganchados. No tengo pruebas pero tampoco dudas. Hoy ya anunciaron su relación y son tapa de revista (en referencia a Caras que los muestra juntos en su última edición).
—¿Con Beltrán también tenías vínculo?
—Sí, éramos amigos. Yo le presenté a Paula y le pedí que la consideraran en el casting para la película. Le insistí porque en un principio no la querían. No querían una rubia. Le dije que Paula actuaba muy bien, más allá de venir del palo de la moda. Yo pelee mucho por la carrera de Paula. Con Rafa, además, nos fuimos de vacaciones juntos varias veces. Lo conozco muy bien.
—¿En qué momento se oficializó la separación?
—En agosto del año pasado decidimos que nos íbamos a separar pero seguimos conviviendo. No estábamos bien desde antes: en el año ella hizo algunos viajes por trabajo y yo estuve en Buenos Aires unas semanas. En diciembre pasado ella me reconoció que estaba en una relación con Rafa.
—¿Cuál fue tu reacción cuando te dijo que estaba saliendo con Rafa?
—“Una pena que no me lo dijiste antes”. Muchas veces se planteó este tema y en nuestras charlas decíamos que nuestro vínculo era monógamo. Todo el mundo puede tener ganas de cog… con otra gente pero lo que estaba planteado era seguir en monogamia y si no era así, que fuera igual para las dos partes.
—¿Hubieras estado dispuesto a abrir la relación al poliamor?
—No sé. Por lo menos me hubiera gustado saber en qué andaba ella de forma sincera. O hacer la prueba: que ella explorara esa posibilidad y yo veía qué me pasaba. Pero nunca tuve esa opción.
—¿Con Rafael Beltrán tuviste la chance de hablarlo?
—Después de 2020, él me retiró la mirada. Cuando Paula le contó que yo había descubierto aquellos mensajes, todo cambió. Ella también modificó la forma de mirarme. Es impresionante cuando tu pareja te es infiel, cómo cambia su mirada. A partir de ese que nunca se dice, empieza a crecer un vacío que te destruye. En la relación con Paula nunca hubo ni violencia física ni psicológica. Desde ambos lados cada uno hizo lo que pudo con lo que tenía dentro, pero esos silencios, esa mirada a mí me fue destruyendo. Creo que a ella también.
—En cuanto a lo material y formal, ¿qué va a pasar ahora entre ustedes? Por lo pronto tienen una casa que se ganaron en Buenos Aires por el reality de Telefé.
—Esa casa está a la venta. Y por mi parte, quiero divorciarme lo más rápido posible y dividir lo que sea nuestro. No quiero saber más nada con ella, con ellos. Yo me fui de la casa con una mochila. Ella se quedó con todo lo demás. Me da mucha pena porque no puedo estar cerca de mi perro. Lo que más extraño es el perro, Freddy, que se lo quedó y ahora hasta se sacan fotos con él para la revista.
—¿Mantienen algún tipo de comunicación?
—No, hoy no hay diálogo ninguno con Paula. Todo se hará mediante abogados, una lástima llegar a este punto. Nunca me lo imaginé. Hemos tenido algún contacto vía mail por asuntos de la casa que tenemos en venta en Buenos Aires.
—¿Nunca la habitaron esa casa?
—No, estuvimos tres horas en esa casa. Fue una metáfora de nuestra relación. Mucho amor para la tele, para el reality y un vacío por dentro.
—Decías que En el pozo, la película que protagonizan Paula y Rafael Beltrán, plantea la temática de la infidelidad. Lo mismo pasa con la obra La desmesura, en la que vos estás. ¿Cómo tomás ese tipo de coincidencias?
—Es muy loco. A mí me toca sufrir una historia trágica, pero visto desde afuera ha sido todo muy de guión. Parece que estamos en una película.
—¿Cuál es tu situación ahora a nivel sentimental?
—Estoy completamente descreído de la monogamia y atravieso muchas relaciones. Estoy poliamoroso pleno. Una de las facetas laborales que estoy explorando es la de creación de contenido erótico para plataformas. Trabajo con algunas chicas que viven de eso y son casi millonarias en Uruguay porque hay un mercado inmenso para ese tipo de contenido: desde Only fans a grupos de Telegram, que son pagos. Yo trabajo con ellas como la figura masculina y de algunas soy o podría ser pareja. Pero no son vínculos atados a la monogamia y a una relación más tradicional. Yo no estoy para salir en una tapa de revista abrazado diciendo “esta es mi nueva novia”.