LA PSICÓLOGA DE LA MODA
La modelo completó su carrera universitaria, pero por ahora piensa solo en ejercer en el territorio de la moda. Al frente de su agencia FS Models, busca ampliarse en el exterior. Opina sobre las propuestas indecentes, el problema de género y las medidas en la moda. “No existe la modelo XL”, dice.
—Terminaste hace poco la carrera en Psicología, ¿pensás dedicarte?
—No. Soy psicóloga y lo aplico en mi trabajo en la agencia pero por el momento no pienso en otras formas de ejercer. No me veo con un consultorio o cosas así. Lo hice para enriquecer mi vida. Lo que sí me interesa para más adelante sería escribir un libro sobre delirios pasionales, a lo que dediqué mi tesis y que cada vez es más común lamentablemente. Esas personas que tienen episodios de salirse de sí y comenten actos atroces. Por otro lado, también me gusta la psicología aplicada a los niños. Este año en la escuela abrimos un curso de modelaje para chicos de 5 a 10 años y me apasiona el proceso de aprendizaje de los niños.
—Como directora de una agencia y de una escuela, ¿qué es lo principal para la modelo?
—El profesionalismo, la puntualidad y el compromiso con él o ella misma, empezando por ir al gimnasio y comer sano. La modelo vive de su imagen y es mentira la modelo XL. Es parte de un marketing y nada más.
—¿Por qué no existe?
—Porque salís al mundo y a los principales eventos de moda, como las fashions weeks de New York o Milan y todos requieren las medidas y el peso de siempre. Es verdad que la modelo de hoy puede verse más saludable, no tiene que ser una flaca raquítica, pero sigue siendo flaca, con las medidas de 90-60-90 y una altura mínima de 1,70 para alta costura. Si no llegás a eso, hay que tener el cuerpo perfecto como para desempeñarse en la gráfica o en la TV.
—¿Esos requisitos no son problemáticos para algunas chicas?
—Sí, puede ser. Cuando ellas vienen a mi escuela, tenemos una entrevista previa y me encargo de hablarles claro. A la escuela puede venir todo el que quiera, pero después, formar una carrera como modelo depende de cada uno. El mercado requiere condiciones específicas y se debe ir detrás de esos objetivos.
—¿En tu carrera fue un problema en algún momento la figura?
—No fue fácil porque no supero el 1,70 y me tuve que esforzar muchísimo en el gimnasio para mantener mi cuerpo. Por lo demás, siempre fue delgada y me alimenté sano. Siempre traté de mantenerme en línea y si bien por la estatura no hice muchos desfiles, la fotografía es mi pasión.
—¿Cuál es tu situación amorosa en la actualidad?
—Estoy bien, conociendo a alguien. Salí hace un tiempo de una relación larga con un salteño pero teníamos objetivos diferentes. Él estaba allá y yo no planeaba volver a Salto. Me gusta, es donde nací y me crié, pero mi trabajo no está allá. También tengo objetivos diferentes a lo que él tenía. Quiero casarme y ser mamá pronto. Ahora estoy conociendo a alguien que quiere lo mismo que yo. La familia me encanta y sueño que con tener varios hijos.
—¿Alquilarías un vientre como hacen algunas famosas para evitarse la transformación del cuerpo?
—No. Quiero vivir la experiencia del embarazo y viendo a mi madre, que tuvo cuatro hijos, me parece que mi cuerpo se va a recuperar pronto. De todos modos, hoy no estoy analizando eso. Mi mayor deseo es formar una familia.
—¿Cuál es tu visión de la problemática de personas que se quieren de abusar de los sueños de las chicas, en especial en los concursos de belleza?
—Creo que se veía mucho más antes que ahora. Hoy, al haber más cursos de modelos se ha profesionalido todo y ese tipo de personas sin escrúpulos por suerte son detectadas muy rápido y se alejan de la moda y los concursos. En mi vida profesional, he recibido propuestas indecentes, algunas por las redes. O personas que prometen llevarte al estrellato con sospechosa generosidad. De hecho nunca me presenté a Miss Uruguay, cuando en algún momento me lo propusieron. Hubo tiempos un poco turbios para ese certamen, aunque ahora me consta que mejoró.
—¿Qué propuestas indecentes recibiste en concreto?
—Hace tres años se acercó una persona presuntamente vinculada a la producción de Showmatch, prometiéndome un acercamiento para entrar en el Bailando. Era mi sueño en ese momento pero no le di corte. Nunca fui crédula con ese tipo de personas. A veces pienso en qué hubiera pasado si aceptado esa propuesta. Pero no me arrepiento de nada. Sigo trabajando mucho y sigo en mi país. No hay el trabajo que nosotros deseamos en cuanto al pago. Se trabaja mucho por canje y se hace muy difícil.
—¿Cuáles son tus objetivos?
—Quiero crecer y llevar mi agencia al exterior, sin discontinuar el trabajo aquí. Pero estamos para cruzar fronteras. De hecho, estos días estoy viajando a Chicago (EE.UU.) donde voy a tener reuniones importantes con agencias internacionales, con fotógrafos y productores. El año pasado estuve en la Milan Fashion Week y también sostuve varias reuniones con representantes de la moda italiana. Ellos conocieron nuestro trabajo y quedaron fascinados con los y las modelos que tenemos. Hubo propuestas y estamos evaluando todo.
—¿Sos muy inquieta?
—Sí, soy muy emprendedora y me gusta la buena vida. Así que trabajo a full para darme mis gustos.
—¿Por qué optaste por tu propia agencia? ¿Sentiste que nadie te podía representar?
—No. De hecho estuve bien representada y asesorada cuando arranqué. Pero en un momento sentí la necesidad de crear algo mejor de lo que estaba acostumbrada. Soy muy competitiva. Todos los días estoy pensando en qué podemos hacer para mejorar.
—Hubo una proliferación en el último tiempo de escuelas y de agencias, ¿da el mercado para todos?
—Ahora paró un poco. Cerraron algunas escuelas de modelos. Es como una moda pero nosotros nos hemos mantenido en las mismas ciudades y este año abrimos en San Ramón y estamos yendo por el Interior más profundo, porque hay lindas chicas en muchos lugares.
—¿Cómo definirías el relacionamiento con los colegas?
—Muy bien. No hay conflictos. Soy competitiva y quiero ser la número 1, pero no hay problemas. Tengo mucho respeto por las personas que hace años que está en el mercado.
—¿Cuál es tu relación personal con la moda?
—Estoy siempre pendiente. Me gusta verme bien y me atrae la moda femenina. Me gusta la mujer coqueta y elegante y no la tendencia fashionista o de vanguardia. No me pondría un vestido con unos championes, por ejemplo.
—¿Crees que la mujer en la actualidad es considerada como objeto?
—A mí me gusta la belleza y la persigo, pero no porque el hombre me lo impone. Yo hago lo que amo y no me siento objeto.
—¿Cuál es tu visión de las cirugías estéticas?
—Estoy a favor, siempre y cuando se vean bien estéticamente. Yo he arreglado un complejo de mi vida de esa forma: tenía las orejas muy abiertas y había sufrido bullying. Tomé la decisión de acudir al cirujano. También me hice las lolas y un retoque en la nariz para afinarla un poco. Hoy estoy muy conforme con mi imagen.
Carrera de flashes
Fernanda Sosa, de 28 años, comenzó como modelo en Salto. Viajó luego a Montevideo, donde abrió su escuela y agencia.