El 18 de noviembre la modelo Fernanda Sosa cumplió su sueño más personal. Después de cuatro años en pareja con un misterioso inversionista norteamericano finalmente contrajo matrimonio. La boda tuvo lugar en un hotel de lujo en Miami, donde vive hace siete años, y contó con una particularidad: no había ningún invitado. Entrevistada por El País, la ex Bailando explica por qué decidió casarse en secreto con un evento a solas. “Hubo gente que se quedó esperando la invitación”, indica entre risas. Además, revela un cambio drástico en su relación con el presidente Luis Lacalle Pou, que supo recibirla en la Torre Ejecutiva: “Me borró de las redes”.

-Te casaste en secreto en Miami con una boda sin invitados, ¿por qué tomaste esa decisión?

-Estábamos en pareja hacía cuatro años. Cuando terminó el Bailando él me propuso compromiso y entonces decidimos casarnos a fines de este año. Veníamos organizando una fiesta para 100 personas, pero fue muy difícil coordinar para que viaje toda la gente en esta época a Miami, que es donde vivo y donde me casé. Fue un estrés tratar de arreglar con los invitados de Uruguay y Argentina, así que al final decidimos no invitar a nadie.

-¿En qué momento desistieron de hacer la fiesta?

-Llegamos a hablar con el hotel en el que íbamos a hacer la boda, pero cuando empezamos a decirle a los invitados surgieron muchas complicaciones: gente muy cercana ni siquiera tenía la visa para viajar, otros no podían en esta fecha y encima el pasaje estaba carísimo. Entonces resolvimos hacer un “solo”, que es una boda sin invitados que está muy de moda entre los influencers. No quería armar un casamiento para que fueran solamente invitados de mi novio.

-¿Cómo fue comunicarle a tu familia que no querías que estuvieran en la ceremonia?

-Mi madre y mi hermana ya habían viajado para el civil que fue mucho antes. Yo hablo todos los días con mi madre y estaba al tanto de cómo venía la organización. Hubo un momento en el que le expliqué lo que pasaba y me pareció que para ellos también era lo mejor porque viajar implicaba forzar un gasto muy grande entre los pasajes y el hotel siendo que habían estado conmigo hacía poco tiempo.

Foto: @nwwn.productions

-¿Cómo fue la ceremonia?

-Fue una ceremonia tradicional con intercambio de anillos. No fue religiosa porque yo soy católica y él judío. Lo hicimos en Loews de Miami Beach, que es el mismo hotel en el que pensábamos hacer la fiesta. Al principio estaba súper nerviosa porque era todo tal cual un casamiento con invitados. Él no me podía ver vestida de novia, por ejemplo. Reservamos la suite presidencial con tres balcones y lo decoramos de una forma increíble. Tuvimos una cena privada con dos chefs, cortamos la torta y bailamos. Fue todo muy emocionante y romántico.

-Imagino que sobró mucha torta.

-Era un pastel de casamiento de tres pisos. Lo comimos con los fotógrafos y los chefs, y el resto lo repartimos entre gente del hotel.

-¿Te hiciste un vestido especial?

-Claro. Encargué un vestido hecho a mano especialmente a Ucrania y en Nueva York me tomaron las medidas. Es de Wona Concept y lo prepararon en tres meses. Mi perrito Paris también estaba de smoking.

-Iba a haber varios famosos invitados, ¿tuviste que avisarles que se cancelaba la fiesta?

-Sí. Casi todos mis compañeros del Bailando estaban invitados y habíamos hablado de reencontrarnos en la boda. También había varias personas de los medios en Uruguay que iban a viajar. Yo había dicho que se reserven diciembre pero a los amigos que no son tan cercanos nunca les llegué a decir una fecha ni a confirmar la fiesta. Debe haber alguno que se quedó esperando la invitación (risas). Muchos se estarán enterando que la boda ya se hizo leyendo Sábado Show.

-Habías dicho que Luis Lacalle Pou estaba en esa lista preliminar de invitados.

-Lacalle Pou me borró de las redes. Calculo que algo le habrá dado miedo o no le habrá gustado que la gente nos asociara. Cuando salí del Bailando la gente en Uruguay me frenaba en la calle y no me hablaba del programa sino que me decía “vos sos la novia de presidente”. Yo explicaba que lo admiraba, pero no era la novia. Él me dejó de seguir cuando salí en la tapa de Sábado Show contando que me iba a casar. Estaba todo bien, no entendí qué fue lo que le pasó conmigo. De repente no le rendía mi contenido. Yo no le volví a hablar, pero tampoco lo dejé de seguir.

-¿A tu novio no le incomodaba que te asocien con él?

-No, solamente me preguntó si había salido a cenar con él y le dije que no.

-¿Por qué te querías casar?

-Llegué a un punto en el que sentía que estaba como para dar un paso más en la vida y quería que fuera con él. Encontré al hombre adecuado, que es tranquilo y respeta mi trabajo. Nos reímos juntos y si nos peleamos nos ponemos de acuerdo a los cinco minutos. Es como un amigo y es buenísimo convivir con una persona así. Yo lo admiro. Ahora estamos más unidos, más felices, más seguros y con ganas de proyectar juntos. Me siento como para dar el paso para convertirme en mamá.

-¿A qué se dedica?

-Es un empresario del rubro de las finanzas. Es inversionista.

-¿Es millonario?

-¡Qué pregunta! No lo sé, pero tiene un buen pasar.

-¿En tu casa hablan en inglés o en español?

-Hablamos 100% en inglés, él es norteamericano y no sabe nada de español.

-¿Evaluás la posibilidad de volver a Uruguay o tenés pensado quedarte trabajando en Miami?

-Miami es mi casa, hace casi siete años que vivo acá. Hay muchas más oportunidades en la televisión y más posibilidades de trabajar con marcas como influencer. Si viajo a Uruguay va a ser solo para vacacionar.