El comunicador Gaspar Valverde vive un último tramo de año intenso. A su regreso a la televisión en VTV, se sumó la fiesta de 15 de su hija mayor, Luana Valverde. A pesar de la separación con Karina Vignola, “la familia funciona y acompañamos a Luana en la celebración”, asegura el padre orgulloso. Confiesa que la fiesta fue especialmente emocionante para él y se coló “algún lagrimón” a lo largo de la velada. Sobre las críticas que aparecieron en redes sociales sobre un presunto segundo plano del padre, Valverde confiesa que no leyó. “Lo que puedo decir es que la fiesta estuvo espectacular y que Luana quedó feliz”, añadió.
—Te estrenaste en los últimos días en la pantalla de VTV, un nuevo canal para vos…
-Sí, estoy muy contento. Soy parte del programa Rutas turísticas Uruguay, un programa de recorridos y descubrimientos de lugares hermosos para visitar en el país. Con la producción, le buscamos dar una impronta fresca, con información pero también con entretenimiento. Es un formato y un estilo de programa que yo ya exploré otras veces, en temporadas en Canal 10 o cuando hice Sobre ruedas, en el mundial de Brasil 2014.
—Hay otro proyecto además…
—Sí, tenemos entre manos el programa de humor GPS Misión Gaspar. Ya hay cosas grabadas y esperamos la fecha de estreno para las próximas semanas. Es un programa concebido y armado por el productor Jorge Perrone y por mí: apuesta al humor pero también a mostrar lugares de Montevideo y del Interior con la impronta de la comicidad. El GPS, en la voz de “la gallega” me propone diferentes misiones que voy tratando de cumplir por la ciudad. A partir de allí aparecen diferentes situaciones con la gente, en las plazas, las calles, las ferias. Así que además de entretenimiento y humor, también damos información sobre lugares para conocer. Las misiones las cumplo yo pero habrá otras para Roque Tarasca.
—¿Vuelve tu personaje, entonces?
—Vuelve a pedido del público. Un pedido un poco extraño porque es un personaje bastante abominable, pero tiene su comicidad y su morbo.
—Hace unos días, tu hija mayor, Luana, cumplió 15 años y hubo una gran celebración. ¿Cómo la viviste?
—Con mucha ansiedad en la previa y emoción, profunda, llegado el momento. No puedo negar que se me piantó algún lagrimón. Porque ha sido muy rápido cómo esa bebé, primero, niña después se ha transformado en una señorita. Supongo que a todo padre le pasa lo mismo pero en mi caso, fue muy emotivo.
—Hubo algo de polémica en redes sociales porque entre las primeras fotos que subió Karina (Vignola, su expareja) no estabas y la gente se preguntaba si habías ido o te habían hecho a un lado...
—La verdad que no vi. Cada vez miro menos redes sociales porque es un lugar donde mucha gente muestra su peor cara. No me hace bien ese tipo de comentario. Lo que puedo decir fiesta estuvo espectacular. Luana pasó quedó feliz y contenta, acompañada de la familia y los amigos. A pesar de que no estamos juntos como pareja con Karina, la familia funciona y como tal pudimos acompañar a Luana.
—¿Participaste de los preparativos?
—Menos que Karina. Alguna cosa que me pedían colaboraba. Pero la verdad es que Karina tiene mucho más experiencia: por mucho tiempo se dedicó a la organización de eventos y la decoración. Si lo hubiera hecho, salía un mamarracho. Ella es la especialista.
—En la fiesta, a Luana se la vio bailar muy bien y con virtudes histriónicas, ¿crees que puede rumbear para el lado artístico?
—Bueno, los genes los tiene. Ella es un sol de persona y se dedicará a lo que sienta y tenga ganas. Yo la voy a apoyar.
—Alina, tu hija menor, está por cumplir 12. ¿Ya están pensando en los 15 de ella?
—La verdad que falta poco. Cuando queramos acordar, se nos viene. Habrá que empezar a ahorrar porque se sabe que estas cosas implican un gasto, pero la gratificación es inmensa.