El cinco de setiembre, cambió la vida de Eduardo Fernández, más conocido gracias a su personaje, el Gaucho Influencer. Ese día nació Renata, su hija.

Más allá de la feliz noticia, el comediante no ha parado quieto. Este año hizo una gira por varios departamentos del país, se animó a probarse como asador en Fuego Sagrado de Canal 12, y además tiene nuevo espectáculo.

El próximo 7 de diciembre el Gaucho Influencer cierra su año en el Undermovie con Asado final, ya planeando lo que será el 2024 que lo tendrá de nuevo en la pantalla, con nuevo unipersonal, y probándose en el streaming.

Foto: Gentileza

Acerca de su paternidad, el comediante dice entre risas: “Lo peor ya lo pasamos”. Sobre los cambios en su rutina, el permitir que reaparezca el comediante Eduardo Fernández, y sus proyectos, es esta charla con Sábado Show.

—¿Cómo es la rutina ahora?
—Ella nació en Maldonado, porque Lore tenía asistencia allá, y después del parto pensábamos mudarnos a Montevideo para estar tranquis y ver cómo, entre los dos, nos armábamos de estrategias. Nos fue bárbaro porque la gorda chica desde principio duerme y come, no tiene otro misterio. Al principio la despertábamos cada tres horas, que es lo que te dicen, pero después la pediatra nos dice: como se prendió desde el primer día, denle a demanda. Si se despierta con hambre les va a pedir, así lo hicimos, y fue santo remedio.

—En esos casos todo el mundo opina.
—Sí, sentís casos de todo tipo. Aparte, el librito de cada uno es diferente, y lo mejor que nos ha pasado es que el librito lo hemos escrito entre nosotros. Con aciertos y errores pero ya le hemos creado sus horarios para que duerma durante el día y la noche, nos amoldamos. Ya nos sabemos los jeitos.

—Sabemos entonces que va a ser buena para contar chistes y tremenda haciendo asado.
—(se ríe) No sé, ojalá. En el asado me sorprendí a mí mismo. Uno afuera, siempre ha sido con los amigos de tirar carne a la parrilla, vuelta y vuelta, una flauta de pan y a comer. No esta cosa de andar haciendo firuletes y cosas raras. Está buenísimo igual.

Foto: Instagram @gauchoinfluencer

—Y cuando se cocina con amigos, el tiempo no importa.
—Claro, y acá los tiempos son reales. A veces la gente dice que los programas están todos acomodados, que les dan todas cosas hechas. Ojalá estuviera acomodado. Los nervios que pasás ahí, estás loco. Es impresionante. Porque uno también se termina enganchando en la competencia. Y si pasás dos o tres programas, después querés seguir, y empezás a estudiar y a prepararte. Yo estuve en otro reality (Masterchef Celebrity) y duré un programa solo, no me dio ni para tomarle el gusto, y era diferente. Acá la puesta en escena es al aire libre, y ya después del primer programa que no nos fue muy bien, pero zafamos, y ya rompí la barrera de la experiencia anterior. Empecé a ir por dos y cuando estaba en el tercero ya me dije que me quería quedar. Ahí te empezás a entusiasmar.

—Además de debutar como padre y participar en un reality, tenés espectáculo nuevo.
—Sí, empezamos con el espectáculo nuevo y nos ha ido bien acá y en el interior. Este año también empecé a trabajar con Nacho de Menezes que es mi manager, porque es la parte que a uno más le cuesta, la de venderse; y no solo es una persona que me acompaña en el negocio, también demuestra una linda amistad. Una de las primeras cosas que hablamos fue de hacer una gira nacional, a lugares que nunca había ido. Empezamos a marcar en el mapa los lugares que nunca habíamos estado, lo hicimos y fue una grata sorpresa. Estuvo increíble, y todo lo armamos en lo que se dice “principio del año” en teatro, que empieza en abril, y lo hicimos hasta fines de agosto porque Lore estaba con la panza enorme, y como ella me ayuda, se bancó toda la gira con Renata en la panza. A fines de agosto cortamos porque se podía adelantar el parto, que fue lo que pasó. Se adelantó unos días, era para el 12 de setiembre, y Renata nació el cinco. También me agarró en el medio de las grabaciones de Fuego Sagrado, pero pudimos sacarnos el gusto de ir a diferentes lugares como Durazno, Canelones que nunca habíamos podido ingresar, en Maldonado hicimos dos funciones el mismo día. Fue impresionante la respuesta de la gente, y en lugares me digo: “¿por qué no vine antes?”

Foto: Captura de Twitter @PodemosHablar_4

—Siendo del interior, tiene que ser más importante llegar y conquistar el interior.
—La capital me ha dado de todo y en los teatros de acá siempre he estado presente, porque cuando empecé ya estaba instalado. También pasa que no tenía acceso, porque no tenés ni contactos ni sabés como manejarte para salir al interior. Entonces siempre estuvimos más instalados en Montevideo. Este año nos llevamos la sorpresa porque llegamos a lugares que nunca se pudo lograr, y encima tuvimos buena respuesta.

—¿Qué planes hay para el año que viene?
—El año que viene queremos retomar la gira que finalizamos en agosto, tal vez con un espectáculo nuevo, estamos viendo. También tenemos ganas, con Ernesto Muniz que es el que me dirige, de volver a probar con Eduardo el comediante, el que comenzó y que por el personaje (Gaucho Influencer) lo dejamos de lado. El personaje sigue, porque es el que nos paga las cuentas, pero también es sacarme las ganas de volver a interactuar con la comedia. La gente puede pensar, ¿qué voy a dar de diferente si soy las dos personas? Es que cuando hacés un personaje componés su historia de vida, hasta las anécdotas, y como es un gaucho se le pueden agregar la barra del interior y sus cuentos, y conmigo como comediante vuelvo al stand up puro y clásico. O sea, autoreferencial y cosas que son 100 por ciento reales.

—Es una idea que tenés hace un tiempo el de tirarte como Eduardo Fernández y no necesariamente el Gaucho.
—Sí, es que desde 2015 al 2019 era un comediante común y corriente; y ese gimnasio que tuvimos sirvió para cuando apareció el personaje. Pero pasa que al personaje le podés inventar las historias y es más un monólogo de humor.

—¿Ya tiene título?
—Sí pero te cuento. En la vida real soy una persona muy ansiosa, muy ansiosa, y cuando hacés stand up siempre buscás el rasgo tuyo que más sobresale, y a mí la ansiedad me mata, y me dice Ernesto: “entonces vamos a escribir de la ansiedad, de tu ansiedad”. Estoy buscando qué cosas del día a día me despiertan más ansiedad. El espectáculo se va a llamar Ansioso y creo que puede generar eso de que muchos se sientan identificados. Creo que la ansiedad es de todo el mundo. Si bien no sos ansioso, en algún momento y por algo te has puesto ansioso. Así sea un minuto. Y en el stand up, si vas a abordar un tema, te tiene que pasar, sino como que estás mintiendo, y como decía Woody Allen: no podés hacer humor de judíos si no sos judío; y no podés hacer humor de ansioso si no lo sos. Me tocó serlo, entonces creo que la gente que vaya a ver este espectáculo, y sea ansioso, se va a sentir identificado, y va a estar contado por alguien que realmente lo es. Eso va a ser el inicio del show. El primer chiste que escribimos fue increíble. Le dije a Muniz que estaba el nombre del show, que esto y lo otro, y le digo: “está bueno que se llame ansioso, vamos a hacer ahora una fecha para probar”, y me dice que no. “Tranquilo, vamos a hacerlo pero el año que viene”, y le digo: “no le podés decir a un ansioso de hacer un show el año que viene, yo lo quiero hacer mañana”; y así el primer chiste salió de una discusión de la fecha. Está bien hacerlo con tiempo porque hay que mostrarme, de alguna manera, de nuevo. Estoy viendo si en las redes empiezo a hacer esa mezcla del Gaucho conmigo. Pasa que hay gente que ni sabe que es un personaje. Ahora estoy subiendo fotos con Lore y Renata y me preguntan si soy yo.

—Y además de teatro, ¿tenés propuestas para la televisión?
—Hay un proyecto para hacer en streaming y con Nacho armamos un estudio, porque tenemos que meter al Gaucho haciendo streaming, porque es el único, por ahora. Eso también es parte de no quedarte quieto. Ah, y gracias a mi participación en Fuego Sagrado Canal 12 puso el ojo en mí y me ofreció un lugar en Poné Play.