Redacción El País.
La contadora Giuliana Pérez, de 29 años, inició una serie de juicios a medios de comunicación y periodistas, a quienes llama a responsabilidad alegando deterioro de su imagen y un eventual perjuicio a nivel laboral y personal. La exfuncionaria contratada por la Senaclaft (Secretaría Nacional para la Lucha contra el Lavado de Activos) que integró delegaciones encabezadas por el exsecretario de Presidencia, Miguel Toma, solicita en la Justicia civil reparaciones a partir de unos 5 millones de pesos en cada caso.
Las últimas noticias refieren a los reclamos que inició contra Polémica en el bar (Canal 10), Séptimo día (Teledoce) y contra Orlando Petinatti, conductor de Malos pensamientos (Azul FM).
Al igual que ocurrió en agosto con Santo y seña e Ignacio Álvarez, los tribunales de apelaciones que actuaron en los expedientes revocaron la “excepción de caducidad” que habían interpuesto los defensores de los canales o comunicadores. Estos abogados entienden que Pérez presentó las demandas fuera de plazo en tanto los comentarios se produjeron en setiembre de 2020, cuando estalló públicamente el caso, y las reclamaciones judiciales fueron presentadas un año o hasta dos años después. La ley de prensa establece un plazo de hasta 90 días para cierto tipo de reclamo.
Sin embargo, las ministras Patricia Hernández, Adriana de los Santos y Rosario Sapelli, responsables del Tribunal de Apelaciones de segundo turno en lo civil, consideraron que el plazo establecido legalmente (90 días) rige únicamente para el derecho de respuesta y no así para los daños y perjuicios u otras acciones civiles o penales derivadas de la comunicación, según fallo al que accedió Sábado Show y emitido recientemente para la demanda contra Séptimo día (programa que estuvo al aire en Teledoce hasta finales de 2020) y a su conductor Nelson Fernández, hoy en Canal 10.
Al igual que ocurrió con Santo y seña, esto significa que el expediente vuelve al juzgado de origen (primera instancia) para determinar si efectivamente hubo daños y perjuicios y un eventual monto reparatorio.
Una resolución similar se tomó recientemente en tribunales en el caso que enfrenta a Pérez con Polémica en el bar. En el juicio contra Petinatti, en primera instancia el juez no otorgó la caducidad y aunque esto fue apelado por la defensa del comunicador, el juicio continúa su curso y la apelación será tomada en cuenta al final de la primera instancia. Para todos estos casos se están fijando en los próximos días o semanas audiencias en busca de una eventual conciliación entre las partes.
Pérez, patrocinada por los abogados Wilser Briozzo y Marina Morelli, también inició acciones similares contra Esta boca es mía (Teledoce) y Todas las voces (Canal 4). En estos casos, los tribunales de apelaciones que actuaron dieron la razón a los medios, dando lugar al recurso de caducidad.
En total, la contadora inició seis demandas por daños y perjuicios a medios y comunicadores con el mismo argumento: en el abordaje que (a su juicio) hicieron los conductores o periodistas se construyó “una semblanza... de una linda chica... dispuesta a oficiar de compañía en una relación sexo afectiva con el señor Miguel Toma”. Además y según asegura en la demanda, la situación la perjudicó personal y laboralmente.
“He pedido una y otra vez trabajo no logrando conseguirlo. En ocasiones basta mi nombre, foto y profesión para que ni siquiera vean mi currículum”, expresa Pérez.
En el escrito que presentó para accionar contra Séptimo día, además, explica por qué estaba en el estadio de Roma cuando fue tomada por las cámaras de ESPN. “Increíblemente se armó un caso a partir de la divulgación de una imagen editada de un video de la empresa ESPN en referencia a un espectáculo deportivo al que concurrí junto a varias personas de delegación de Uruguay... Es claro que en todas las misiones oficiales, el anfitrión de cada país orienta o invita al visitante para que fuera del horario del trabajo que insume la misión en el exterior visite algún espectáculo emblemático del lugar.En esa ocasión la delegación optó por concurrir a un espectáculo deportivo como podía haber optado por estar presente en un teatro o en otro tipo de espectáculo”, asegura.