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Grego Rossello, el argentino que triunfa en YouTube: "Uruguay me adoptó siempre"

Grego Rossello habla de su presente, su programa "Ferné con Grego", su participación en "LOL Argentina" y el show que dará este mes en el Movie.

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Grego Rossello.
Grego Rossello con un Martín Fierro digital.
Foto: Gentileza.

Por Nicolás Lauber
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Es uno de los comediantes más conocidos de la región y ahora apronta su vuelta a los escenarios donde, dice, Uruguay no podía faltar. Grego Rossello habla de su carrera, el haber llegado a conducir Ferné con Grego por Luzu y LOL Argentina junto a Susana Giménez, además del show que hará en la sala teatro Movie.

—La pandemia destruyó a medio mundo, pero a vos te dio para salir adelante.
—Lo que pasó fue que venía medio mal, y la pandemia me terminó de liquidar. Venía con poco laburo en televisión y cuatro años de ESPN Redes que si bien fue una experiencia increíble, un poco sin darme cuenta me alejó de las redes sociales, de la gente, de lo que estaba pasando. Fue muy lindo mientras duro porque la pantalla es buena, era un buen sueldo y en cuanto me sacaron eso, de repente me vi en Narnia. Además había perdido el lugar del que había surgido, las redes sociales. También había como que pasado de moda, lo que pasa en este rubro, de la nada y muy seguido, todos esos factores hicieron que estuviera complicado. Nada muy grave, pero sin laburo y poco movimiento lo que me genera ansiedad y un poco de depresión. Estar obligado a parar la pelota que fue lo que hice en la pandemia, hizo que me replanteara para dónde vamos. Ahí surgió Ferné con Grego, apareció Luzu. Después, a partir de todo esto surgió LOL Argentina con Susana. Eso fue desencadenando en este presente que no fue casualidad porque lo laburé mucho, pero sí tuve una cuota azarosa de la que estoy agradecido.

—En el programa Ferné con Grego que se transmite por Luzu y está en Spotify, mostrás una faceta, la de entrevistador, aunque cuando tuviste que entrevistar a Eugenia Suárez, se te vio nervioso.
—No voy a negar que estaba nervioso, pero hay que entender que la incomodidad del conductor también garpa. Pasan dos cosas con mi incomodidad, garpa al público el morbo, y la siguiente es que empodera al invitado. Yo quiero un invitado cómodo y va a estarlo cuando le ponga un a alfombra roja. Es el tipo de conducción que hago. Sé que funciona la incomodidad del invitado cuando uno es más incisivo y se mete más. Sé que eso funciona, pero no es lo que hago, y es el motivo por el cual vienen a mis entrevistas. Por ejemplo, no voy por donde todo el mundo quiere que vaya. Entrevisté a Wanda en medio del quilombo con L-Gante y no hablamos de él, entrevisté a “la China” y no hablamos de Rusherking. Entrevisté a Duki cuando nadie sabía que estaba saliendo con Emilia, aunque se rumoreaba, y no hablamos de eso. Esa nueva forma de entrevistar, que promulga la comodidad es la clave del éxito del formato. Y los fanáticos conocen a sus ídolos pasándola bien, con una charla amena, divertida.

Flyer de Grego Rossello en el Movie.
Flyer de Grego Rossello en el Movie.
Foto: Gentileza

—A Uruguay volvés el sábado 27 con Grego 3.0 en el Movie.
—Sí, una masa. Se están vendiendo muchas entradas y falta bastante. El que no haya movido mucho y se haya vendido bien habla de las ganas que hay. Para mí es un show bastante simbólico, porque es volver a convocar, y en otro país. Uruguay es un lugar en el que me fue bien cada vez que fui. Por mucho tiempo no pude ir, por la pandemia, porque sentía que el show no estaba listo, o no tenía la convocatoria suficiente. Entonces, estar volviendo para mí es una maravilla. Además, Uruguay es un lugar que me adoptó siempre. Fui uno de los primeros influencers y Uruguay es uno de los lugares donde consumen más lo que hago, entonces siempre le contaba a mis familiares que me conocían más o igual que en Argentina. Eso es un flash, por eso es un lugar que me da mucha tranquilidad aunque hace mucho que no voy. Ojo, no iba por un viaje mío, tampoco volví al interior de Argentina por malas decisiones o parar de hacer lo que más me gusta en el mundo. Está todo bien con entrevistar y el programa RedFlag de Luzu con el que estoy muy contento, pero lo que más me gusta es el escenario y en algún momento me perdí un poco y por miedo a no conovocar o no ir a lugares más chicos, lo dejé de lado y me arrepiento.

Grego Rossello en el Gran Rex.
Grego Rossello en el Gran Rex.
Foto: Gentileza.

—¿Cómo es la relación con Uruguay?
—Con Uruguay me pasa que nunca tuve haters. Nunca me escribieron mal y entré al perfil y era uruguayo. Podrá haber pica con Argentina, pero el de Uruguay es un público que siempre te tira buena onda. Yo no voy seguido a Uruguay, pero recibo mensajes de uruguayos todos los días. En mis estadísticas es la segunda ciudad que más me sigue, le gana a Rosario, Córdoba, entonces, ¿cómo no querer volver a un lugar que te da tanto apoyo? Yo feliz de volver a Uruguay.

—¿Cómo llegaste a la conducción de LOL Argentina y cómo fue trabajar con Susana Giménez?
—Susana es una maravilla. Me llamaron para que formara parte del formato, 10 comediantes en una casa con la intención de hacerse reír entre ellos. Yo no estaba como para ir a competir. Estoy en un momento copado y la competencia en mi vida me ha hecho mucho mal. Estoy bien, ¿para qué ir? Rechacé la oferta pero con muchas dudas porque sabía que el formato estaba buenísimo. Pasaron un par de días y me dijeron: “qué chances hay de que vengas de asistente de Susana”. Dije que sí porque me gusta conducir, me gusta la comedia y era el laburo ideal. Y pasó algo loco, a medida que iban pasando las reuniones, mi rol iba creciendo. Susana me iba dando cada vez más lugar, lo que habla de su generosidad. Viajamos a México, empezamos a ensayar y en un momento se dio una cosa de bastante paridad, pero ella me daba mucho lugar en el programa. De hecho, en el programa el que dice el nombre del ganador soy yo, algo que nunca había pensado en mi vida. Y eso tuvo que ver con la generosidad de Susana y de la producción. Pensé que iba a ser el botón de Susana y estaba todo bien, más que digno, y terminé conduciendo a la par de ella, así que recontento. Un sueño hecho realidad, porque encima pasaron cosas locas.

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