Redacción El País.
¡Vuelve Estadio Uno! Si fuera ese el titular, sería parcialmente verdadero. Porque lo que vuelve es el frondoso archivo del programa deportivo que no solo estuvo 47 años al aire (lo que le valió un récord Guinness) sino que por décadas fue la marca que televisó, fecha a fecha, el torneo uruguayo.
Antes de Tenfield, la productora liderada por el comunicador Julio Sánchez Padilla era la que cubría, transmitía en directo o hacía los compactos de los goles y regalaba el paquete de yerba o el jamón al jugador del partido. Todo ese material, más las notas o debates del programa decano fue meticulosamente archivado por Sánchez Padilla, fallecido en diciembre de 2020.
Producido por Nicolás Sánchez, hijo del mítico comunicador y empresario, y conducido por el periodista Juan Pablo Taborda, Estadio Uno El Archivo (tal el nombre completo del flamante programa) se estrena en abril por plataformas y eventualmente por señales de cable. En cada capítulo de unos 50 minutos se presentarán imágenes del archivo pero también habrá testimonios actuales de protagonistas del deporte en las décadas ‘70, ‘80 y ‘90 y del propio programa, que fue escuela de periodistas, con participación de más de 50 comunicadores a lo largo de la historia.
Nicolás Sánchez, quien supo ser el niño menudo y tímido que entregaba los paquetes de yerba o el jamón en la cancha, recibe a Sábado Show en el histórico estudio de Estadio Uno, donde se grabarán los pisos de este nuevo ciclo.
—¿Cómo surgió la iniciativa de Estadio Uno El Archivo?
—La idea de hacer algo con el archivo de Estadio Uno la tenemos hace tiempo. Inclusive llegué a planteársela en vida a papá, con intenciones de que él fuera el presentador. No me dijo que no, pero su respuesta fue: “Hace lo que quieras”. Como que nos faltaba el empujón. Quizás ese empujón lo determina que papá no esté más. Porque sentí o siento que le debo este tributo. Soy el único varón de sus hijos, me encanta el fútbol y lo acompañé siempre.
—¿Qué incluye el archivo?
—Papá era de archivar todo. Estadio Uno empezó el 4 de julio de 1970 y no paró hasta 2017: todo eso está. Gran parte lo tenemos digitalizado y otro porcentaje está en proceso. Es demencial el archivo que hay. Porque más allá del programa, con sus polémicas o notas históricas, Estadio Uno tenía los derechos del fútbol uruguayo. Hasta la llegada de TyC Sports y de Tenfield después, en los ’90, se transmitían los partidos de fútbol y había un show de goles cada fin de semana, que papá daba a los demás canales. Todos los goles de todos esos campeonatos están disponibles: son 20 años de fútbol uruguayo. Pero además, hay material de otros deportes: vuelta ciclista con Federico Moreira, peleas de Dogomar Martínez… es impresionante todo lo que hay y se lo debemos a la visión de papá de guardar, en momentos en que los canales, por ejemplo, no guardaban nada. Regrababan en general las cintas.
—¿Cómo será Estadio Uno El Archivo a nivel de formato?
—Lo primero que hay que aclarar es que esto no es la vuelta de Estadio Uno. Estadio Uno se terminó y sin papá en este mundo, es imposible que vuelva. Por más que está la mesa y la misma locación, no está Sánchez Padilla. Por eso el programa se llama Estadio Uno El Archivo y el 90% del contenido del programa será justamente un repaso por los goles, las notas, las polémicas y otros momentos memorables del programa. Juan Pablo Taborda será el presentador y también convocamos a periodistas que pasaron por Estadio Uno para que comenten su pasaje por el programa y presenten ciertas imágenes o a futbolistas de la época, como Obdulio Trasante y el Vasco Ostalaza. Ya grabamos con ellos y han dicho cosas muy removedoras sobre lo que significó el programa. También van a participar Venancio Ramos o Rodolfo Rodríguez, entre otros.
—¿Por qué no fuiste vos el conductor?
—No me parecía. Tampoco consideré poner a uno de los periodistas que estuvieron con papá, porque me idea es convocarlos a todos (los que están con vida, por supuesto) para que también sean presentadores. Taborda es un historiador del fútbol y creo que tiene todo el perfil profesional para este proyecto.
—De los contenidos que has visto de archivo, ¿qué te ha llamado más la atención?
—Hay de todo. Además de los goles, tenemos entrevistas a los campeones del mundo del 50. Por ejemplo, hay una nota de papa a Obdulio Varela que es una maravilla. Lo recibió en la cocina de su casa con su señora. Papá le llevó una torta porque era el cumpleaños número 70. Todo eso lo vamos a ver en el programa. También están las imágenes de una visita que hizo Paco Casal porque él vino al programa en su momento. Mucha gente me pide los videos de las locuras que hacían papá y (Ricardo) Gabito. Todo eso lo tenemos: va a ser maravilloso este programa.
—Lo acompañaste desde siempre en el programa y las transmisiones. ¿Nunca se te dio por la comunicación?
—No, creo por vergüenza. Él me dijo en su momento: “Nicolás yo quiero que te sientas conmigo en la mesa y que comentes porque te expresas muy bien, sabes mucho de fútbol”. Pero nunca le acepté la invitación. Yo soy fanático de Peñarol, igual que mi viejo. Nunca lo ocultó pero no era algo que demostraba todo el tiempo. Me acuerdo que íbamos al estadio y mientras yo gritaba los goles como hincha, él se quedaba más tranquilo, más mesurado. Cuando volvíamos al auto de un clásico, si habíamos ganado, entraba y ahí adentro en el asiento, solos, se ponía a gritar como loco los goles. Era todo un personaje, un fenómeno único.
—Los pisos se van a hacer desde el estudio histórico de Estadio Uno. ¿Cuál es la historia de este lugar?
—Todo esto lo vamos a mostrar también. Es en el fondo de la casa de mis padres, una barbacoa que él pensó, armó y llenó de reliquias. Vamos a mostrar cómo está construido y los objetos de este lugar que son como un museo del deporte: hay una valija que usó papá para ir a los Juegos Olímpicos de Roma en 1960, cuando era juez de básquetbol o una botella de espumante que le regalaron en Moscú, en tiempos de la Unión Soviética, además de las cámaras con las que se grababa el programa y los goles en los ’70. Está lleno de tesoros este lugar.
—En la última etapa al aire de Estadio Uno, el programa se emitió desde Canal 5. ¿Cómo le cayó ese cambio a tu papá?
—No le cayó bien. Fue algo impuesto por Canal 5 en su momento y él se tuvo que adaptar. No fue el mejor final para el programa. No digo que no le gustaba ir pero le pesó que lo sacaron del lugar donde grabó toda la vida.
—El último programa se emitió en diciembre de 2017. ¿Qué desencadenó ese final?
—Fue una decisión entre todos. Él quería seguir, pero ya estaba mayor, con problemas de salud. Entre todos le dijimos: “Papá, ya diste todo lo que tenías para dar frente a cámara. Ya está”. Incluso había tenido algún episodio de salud grave haciendo el programa. Era momento de terminar.
—¿Cómo era Julio Sánchez Padilla como padre en lo cotidiano?
—Mi padre fue lo más grande que hubo. Era un tipo estricto pero lo hacía para que vos te dieras cuenta de las cosas. Me pasó mucho con el trabajo, por ejemplo, donde me obligó a hacer determinadas cosas que yo al principio no quería pero después me di cuenta que era espectacular el proceso. Mi padre era sumamente generoso: le pedías un dedo y te daba la mano y brazo. Falleció aquí, en su casa, al lado mío: estábamos charlando como vos y yo y de pronto se apagó. Fue increíble porque yo rara vez venía los domingos y ese día vino. Mi madre y mis hermanas me dicen: “Te eligió a vos para morir contigo”. Tenía 88 años y varias operaciones cardíacas, tomaba como 25 remedios. La salud estaba frágil y él ya no era el mismo. Ese día recibí muchísimos mensaje y me acuerdo especialmente de uno que me mandó Juan Pedro Damiani. “Tu viejo era como el mío”, me escribió. “Se vestía traje, se ponía gomina y tenía los zapatos lustrados y la corbata perfecta. Siempre inmaculado. Cuando se dejan de ver así, ya no quieren estar más en la tierra”.
—¿Cuánto lo extrañás?
—Todos los días. A él le agradezco todo. Obviamente que cometió errores, como todos, pero estoy tan agradecido con la vida que me dio y siento que este programa que estoy haciendo es también parte de ese agradecimiento hacia él. Hemos hecho pocos anuncios y adelantos, apenas algunas cosas en redes sociales. Y eso bastó para que me escribiera un montón de gente del fútbol, diciéndome cosas hermosas de papá. Eso me da la pauta de que va a ser un programa muy bien recibido.