Ignacio Martirené, entre la pandemia, el regreso a Uruguay y "Desayunos informales"

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Ignacio Martirené. Foto: Francisco Flores

ENTREVISTA

El periodista volvió a nuestro país para sumarse al equipo de "Desayunos informales" y "Telemundo" y habla sobre los cuidados por el covid

Hace poco más de 20 días que Ignacio Martirené y su familia llegaron a Uruguay desde Chile, donde vivieron por cuatro años. Hacer la cuarentena no fue un desafío porque estuvo nueve meses con confinamiento obligatorio en Chile. "No es agradable pero uno tiene que pensar que es por un bien mayor, es para protegerte a vos y cuidar al resto", dice el periodista que se suma a Desayunos Informales.

—¿Cómo fue la mudanza a Uruguay?

—Bien, intenso y un poco estresante pero todo bien, ya estamos acá. Feliz de estar en Montevideo y arrancando en el canal. Todo es una readaptación, después de cuatro años viviendo afuera del país hay que reacomodar el cuerpo y adaptarse nuevamente.

Ignacio Martirené. Foto: Francisco Flores
Ignacio Martirené. Foto: Francisco Flores

—¿Qué es lo más distinto que notás de Montevideo?

—Montevideo está igual. Extrañaba mucho el mar, la rambla y la playa, y después me había olvidado que hacía tanto calor en verano durante las noches. En Santiago hace mucho calor pero en la noche refresca un poco y se hace un poco más llevadera la noche en verano, y acá es muy intenso el calor. También el tema de los mosquitos me había olvidado porque no hay al estar rodeado de montañas de la Cordillera. Después encontré igual a la ciudad, muy bonita como siempre y echaba mucho estar acá. Extrañaba el aire marino, se siente distinto el aire. Cada ciudad tiene sus cosas lindas y sus particularidades y después de haber estado cuatro años viviendo en otro país y hace un año que no vengo de visita por la pandemia, es como raro estar acá de vuelta. Es una sensación particular y hay que adaptarse al modo de vida y la idiosincracia de la ciudad.

—¿Y con respecto a la pandemia?

—Me preocupa que la gente al aire libre en la calle nadie usa tapabocas en Montevideo, eso me tiene un poco preocupado. Los riesgos siguen existiendo al aire libre, no es que desaparezcan por estar al aire libre, está comprobado que es así y por eso en varios países hay obligatoriedad para usar en espacios libres las mascarillas. Y si no es una orden del gobierno central, en muchos lados ocurre con los gobiernos locales. En Santiago era así, no había a nivel gobierno central una ordenanza de usar mascarillas en espacios públicos abiertos, pero sí las alcaldías tenían esa potestad y lo hacían en parques donde concurren muchas personas, con niños. Acá me preocupa, no veo que la gente haya tomado la consideración adecuada o haya dimensionado la gravedad de la situación de la pandemia ahora, luego de un año donde estuvo bastante contenida. Me parece que tendría que haber más uso del tapabocas y de la distancia que es el otro elemento central. Eso me tiene preocupado y es de las primeras cosas que vi y a las que les presté atención.

Ignacio Martirené. Foto: Francisco Flores
Ignacio Martirené. Foto: Francisco Flores

—¿Cómo te lleva estar en la burbuja?

—He notado que está distorsionado el tema de la burbuja. La burbuja es la familia con la que vivis. No existe una burbuja laboral, la gente con la que trabajás no es una burbuja porque esos compañeros tienen su familia, otras actividades, y sacarte el tapabocas tenés que hacerlo cuando estás en tu casa con tu familia, en tu burbuja, no con otra gente con la que compartís la diaria. Eso lo he notado un poco distorsionado al hablar con amigos y conocidos. Y como vuelvo en una situación de pandemia mundial, el reencuentro con mis afectos es difícil porque no he podido ver familiares ni amigos desde que llegué por la cuarentena y los cuidados. Nada es normal en esta situación, pero dentro de las condiciones en las que nos encontramos es lindo volver a mi país.

—¿En Chile se hablaba de Uruguay por la pandemia, o no?

—Durante el año pasado se habló varias veces de Uruguay. De hecho, en mi trabajo, me ocupaba del área internacional en la Televisión Nacional de Chile, TVN, hablé varias veces de Uruguay en el espacio que conducía, y colegas se destacaba la situación de Uruguay el año pasado. Pasa que hasta octubre fue una situación y desde entonces ha cambiado sustancialmente; y ahí es donde noto que quedamos desfasados en el tema prevención y cuidados a nivel de la conciencia social. Pero en Chile el año pasado se destacó la situación positiva e Uruguay, cómo había controlado la pandemia, aunque lamentablemente ahora la situación se ha complicado, pero creo que se está a tiempo de revertir o frenar la curva de contagios; y no estaría confiado en que en un mes llegan las vacunas y no pasa nada, al contrario hay que redoblar los esfuerzos para cuidarnos y cuidar al otro para que cuando llegue la vacuna estemos en una situación más contenida; eso lo dicen los expertos y los integrantes del GACH.

Ignacio Martirené. Foto: Francisco Flores
Ignacio Martirené. Foto: Francisco Flores

—-¿Empieza un nuevo Desayunos Informales con tu llegada o te sumás al que ya está al aire?

—Al equipo actual nos sumamos Paula Scorza y yo, y van a seguir Nicolás Batalla y Leonardo Haberkorn. En estos últimos días estuvo Mariano López conduciendo que es un querido compañero y me sumo a un equipo increíble. Ya estuve en las reuniones de producción y a Nico Batalla lo conozco desde hace muchos años, trabajamos juntos en El Espectador.

—¿Habías trabajado con Scorza o Haberkorn antes?

—No, con ninguno trabajé antes pero los conozco perfectamente por su trabajo. También son periodistas a los que les tengo un gran respeto y estoy feliz de poder compartir equipo con ellos, y también con la gente de producción que conozco a varios, también al equipo técnico.

—La semana pasada te sumaste a Telemundo.

—Sí, presento noticias internacionales. Además, estoy feliz y va a ser un gran placer trabajar con Malena Castaldi, Mariano López y Aldo Silva al aire que son profesionales a quienes les tengo un gran respeto. Así que estoy muy ansioso y feliz por empezar este nuevo desafío.

Ignacio Martineré junto a su familia. Foto: Gentileza Ignacio Martineré
Ignacio Martirené junto a su familia. Foto: Gentileza Ignacio Martirené

—¿Cómo se maneja la ansiedad?

—Siempre hay un poco de nervios y de ansiedad, pero son lindos. Son los nervios lindos de que estás por empezar algo nuevo y positivo para vos. Pero es cuestión de arrancar para que las cosas vayan cayendo en su lugar.

—¿Cómo estuvo la familia a la hora de planear el regreso a Uruguay?

—Y, la verdad, no podría haber hecho esto sin el apoyo de mi familia, sin mi esposa Fernanda, mi hijo mayor Gastón que tiene cinco años y la bebé Luciana que tiene cuatro meses. Sin ellos, que se cambiaron de país para volver a Uruguay para enfrentar este desafío profesional para mí, sería imposible hacerlo. Es muy importante para mí que tengan una experiencia de vida en Uruguay ya que en los últimos cuatro años estuvimos en Chile, pero mi familia es de dos países, soy de Uruguay y de Chile, y mi familia también. Entonces para mí es importante que tengamos lo mejor de los dos países como familia, así que estoy acá gracias a mi familia, no hay otra manera de decirlo.

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