Redacción El País
Bajo la consigna de “El verano de los 10 años”, Ovo Nightclub celebra con una temporada especial su primera década como discoteca de referencia en Punta del Este. Ubicada dentro de Enjoy, la propuesta parecía un sueño imposible antes de concretarse. Javier Azcurra, quien hoy se desempeña como director de Relaciones Institucionales y Ventas y en aquel entonces era uno de los responsables del proyecto del nuevo boliche, recuerda la dimensión del desafío: no era fácil abrir las puertas de un local bailable en la península y menos adentro de un hotel cinco estrellas asociado a un público de una franja etaria mayor. Contra pronósticos de terceros que vaticinaban el fracaso, Enjoy confió en su plan y dio luz verde para iniciar una historia que finalmente se escribió repleta de éxitos. Azcurra repasa la historia del emblemático local y adelanta cómo se prepara para este verano.

-¿Qué implica para Ovo Nightclub cumplir 10 años?

-Es un hito histórico que un nightclub se mantenga durante tanto tiempo en Punta del Este a ese nivel. Era importante para la vida nocturna de la ciudad que existiera un local con estas características de forma sostenida durante todo el año.

-Vos ingresaste a Enjoy de la mano de este proyecto.

-Sí, es el proyecto que me vinculó a Enjoy Punta del Este en el verano de 2013-2014. Cuando surgió el proyecto, todo el mundo era muy escéptico de hacerlo en donde era el Conrad, que era un lugar para gente mayor y de un perfil muy específico. Además implicaba que fuera en la península, cuando toda la movida era para el lado de la Barra. Decían que no era un lugar para la gente joven. Cuanto más decían que no iba a funcionar, más me daban ganas de hacerlo. Cuando hay visión y trabajo en equipo se puede lograr aquello que todos dicen que no funciona, que en este caso es era una nueva discoteca joven, con onda, que marcara tendencia y que fuera el lugar donde se dieran cita las grandes personalidades.

-¿Cómo recordás el primer verano de Ovo Nightclub?

-Era raro ir a bailar o ir a ver artistas a un lugar que estaba en la península y adentro del Conrad. Pero lo más raro fue el invierno. Ese año abrimos viernes y sábados durante todo el año, ¡eso sí que fue desafiante! Fuimos formando el equipo, vino Juancho Gutiérrez de Montevideo, aprendimos y posicionamos la marca. Para el segundo verano ya teníamos un recorrido, un equipo armado, una reputación y el conocimiento del mercado y del terreno.

-¿Cuáles fueron los primeros inconvenientes que surgieron?

-Lo más difícil era ensamblar la cultura del trabajo de hotelería y gastronomía del Conrad con la dinámica de una discoteca. El equipo del Conrad no estaba acostumbrado a la flexibilidad que pide una discoteca. Te pongo un ejemplo: una mesa vip en un boliche puede tener un precio una noche y otro precio otra, y eso en un hotel cinco estrellas no suele pasar, porque los precios son estándar.

-A lo largo de estos años el local parece haber pasado de ser la sede de DJs internacionales de electrónica a ofrecer otras fiestas, más de tipo bailable.

-Ovo se fue adaptando a lo que Punta del Este necesitaba. Al principio no había nadie produciendo eventos con DJs internacionales. Sin embargo ahora hay una sobreoferta inédita de ese tipo de fiestas. Nosotros queremos ofrecer algo diferente. Si uno quiere ir a una fiesta con un DJ internacional, tiene tres o cuatro propuestas por noche; en cambio si uno quiere ir a un lugar cuidado y con garantías, con infraestructura de primer nivel y música divertida, sabe que lo puede encontrar en Ovo. La gente sabe que en Ovo no está sujeta al viento o a la lluvia, y que no va a tener que estar con seguridad que puede ser hostil porque se sobrevendieron entradas y vendieron seis mil en un lugar para cuatro mil, como se ha visto.

Ramiro Souto

-¿Qué va a ofrecer el boliche para este verano en particular?

-Hay una grilla que incluye fiestas temáticas y artistas internacionales. Van a estar Los Totora que son un clásico de todos los años, vamos a hacer crossovers con otras discotecas importantes de la región; va a tocar el DJ y productor Kolombo, que dijo que solo se presentaba en Punta del Este si lo hacía en Ovo.

-En cuanto al parador Ovo Beach, ¿la idea es que siga abierto durante todo el año?

-Estamos realizando una inversión en Ovo Beach que hace que el lugar esté irreconocible, tiene otra infraestructura que nos va a permitir operar durante todo el año. Hicimos además una alianza con Osaka, que va a trabajar con su marca Kero By como propuesta gastronómica.

-¿Cuáles dirías que son las principales apuestas de Enjoy para esta temporada en materia de espectáculos?

-La despedida de Susana Giménez de los escenarios bajo el ciclo del teatro residente de Gustavo Yankelevich (con Piel de Judas) es sin duda de lo más destacado. También volvemos con el ciclo de Enjoy Live con varios recitales grandes para distintos públicos, como el show de Valeria Lynch.

-¿Qué cuidados especiales requiere trabajar con una figura como Susana Giménez?

-Es muy fácil trabajar con Susana. Ella es encantadora, superprofesional, por algo es lo que es. Saluda a cada uno del equipo, es muy cercana. El otro día me decía que en Enjoy se siente en su casa, es un lugar que la cuida y donde tiene todo a disposición. El ingreso y egreso de ella es lo único complejo por la cantidad de gente que puede querer una foto, pero no tiene grandes requisitos más que su camarín y alguna jornada en la que se queda a cenar en St. Tropez.

-¿Cuáles son las expectativas de público para esta temporada?

-Va a ser una temporada buena. Punta del Este ya demostró el año pasado que tiene un público fiel, que acompaña más allá de la coyuntura económica.

-Cada año se habla de cuánto puede afectar la situación económica argentina sobre la temporada turística en Punta del Este. ¿Cada vez influye menos?

-Para cierto segmento impacta. Obviamente que el hecho de que la clase media argentina esté tan afectada perjudica a la hotelería de dos y tres estrellas. Pero al público al que apuntamos nosotros no le afecta, y la lealtad que tiene por Punta del Este y por Enjoy hace que si tiene la posibilidad siempre esté dispuesto a venir.