ENTREVISTA
El periodista lanzó el libro Copa Libertadores, luces y sombras, que recrea 10 campañas de los equipos que brillaron en el continente. También habla del reciente campeonato y de su labor en Tenfield.
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-En Copa Libertadores, luces y sombras, tu último libro, recreas campañas de Peñarol y Nacional pero también de equipos del exterior. ¿cuál fue la materia prima para el libro?
-Una base fundamental es el material de Fanáticos; a lo largo de los años en el ciclo hablamos con muchos de los protagonistas, que me contaron anécdotas y vivencias. También me metí mucho en diversas historias buscando en archivos de diarios, radio o video en Uruguay y en el exterior. Con eso fui recreando algunos partidos e hilvanando las anécdotas u otras situaciones más oscuras.
-¿Qué son las “sombras”?
-La Copa Libertadores siempre tuvo y años atrás más todavía, un componente de pasión muy fuerte. Ello llevó a diversas peleas de dirigentes y jugadores, enemistades, intentos de coima a árbitros, madrugadas de hotel ruidosas para no dejar dormir al visitante, vestuarios pesados, partidos que no terminaron, apagones en los estadios, trifulcas en la cancha, presiones de todo tipo, amenazas y hasta muertos... Todo eso también está en el libro reflejado con las versiones de una y otra.
-¿Cuáles son las campañas incluidas en el libro?
-Peñarol de los 60, Nacional del 88, Independiente de los 70, Boca de Carlos Bianchi, Liga de Quito de 2008, Nacional de Medellín, River Plate de 1986, Colo Colo de 1991, Olimpia 1979 y Santos de Pelé.... Es internacional porque encontramos un canal de distribución para las principales librerías de América Latina y España. Además, desde enero, cada capítulo del libro será un programa especial de Fanáticos. Conseguí relatos de partidos históricos en radio y también réplicas de las camisetas que usaron los equipos. Para la presentación, además, el artista plástico Taylor Castro nos hizo 10 óleos, cada uno representativo de las campañas. Con todo eso vamos a las presentaciones por el Interior que estamos haciendo.
-En cuanto a las “sombras”, ¿había más presión afuera o en Uruguay?
-Había en todos lados. Pero las batallas campales más pesadas se dieron en Bolivia, en Paraguay y en Avellaneda, donde Independiente era muy fuerte como local. Nacional de Medellín en 1989 estaba manejado por Pablo Escobar. Había mucha presión cuando los equipos llegaban a jugar ahí.
-Da la sensación de que estamos en un tiempo distinto...
-Sí. Ahora es mucho más tranquilo. En el espectáculo mismo no se pueden concebir cosas que antes pasaban como las batallas campales en el estadio. De todos modos, sigue siendo el campeonato en América con más carga de pasión. Se ha profesionalizado mucho y se procura cuidar el espectáculo.
-¿Cómo has visto el tramo final del Campeonato Uruguayo?
-Un campeonato mal concebido, bajo sospecha y con demasiada carga de tensión. Se sabía que la instrumentación del VAR iba a generar problemas si algunos partidos lo tienen y otros no. El trasfondo no ayuda. En este fútbol todos están peleados y todos desconfían de todos. Desde hace tres años, con el tema de intervención, con la televisión por un lado y los que están en contra de la televisión, la selección y los grupos de interés, todos están divididos. Porque hasta dentro de los grupos de interés o de los clubes o de la AUF, hay gente que piensa de una manera y otros de forma diferente. Ese nivel de enfrentamiento hace que nada salga. Los clubes quieren una súper liga, pero la AUF no se la da. La AUF quiere dar un paso hacia un lado, los clubes no se lo votan. Los jueces también son parte de la AUF, al igual que los jugadores. Entonces, es un campeonato donde los partidos no empiezan en hora o los jueces son cuestionados permanentemente porque todos están bajo sospecha y son objeto de desconfianza.
-¿Crees que jueces y jugadores no deberían tener poder político en la AUF?
-¿Decís que el fútbol está en un proceso parecido?
-Sí, estamos en un proceso muy similar a lo que vivimos en 1994 o 1998 con dirigentes enfrentados, prensa dividida, jugadores y técnicos también. Cuando las cosas no están bien arriba, difícilmente estén bien abajo. Se distorsionó el fútbol y me parece, en gran parte, responsabilidad de las actuales autoridades de la AUF: No podés gobernar sin dialogar. Aunque tengas oposición, no podés encapricharte y hacer las cosas excluyendo a los clubes porque los clubes quieren una superliga y que eso abra una posibilidad de renovar con Tenfield. No se puede gobernar con ese rencor a Tenfield. Y si lo tenés, terminá con Tenfield y trae a alguien que ponga la plata. Yo estoy en Tenfield y la voy a defender pero conceptualmente me parece mal que se gobierne así. Ese es el error fundamental.
-¿Uruguay clasifica?
-Sí. Me parece que a pesar de todo esto y del cambio de técnico, Uruguay clasifica.
-¿Tabárez debía seguir?
-Peñarol salió campeón pero reclamó en el año por un eventual perjuicio del “sistema”, en relación a fallos arbitrales o de tribunales de la AUF. ¿Crees que tiene asidero ese reclamo?
-Creo que Peñarol fue el mejor equipo del medio. También creo que si hago un balance general, en varios arbitrajes fue perjudicado. Después, si eso se debe al “sistema”, lo sabrá Peñarol. Lo que piensa Peñarol es que haber estado en contra de la AUF en algunas decisiones, llámese la votación por la superliga, le está costando un pase de facturas. Eso lo dice la gente de Peñarol.
-Sos el primero que luego de una jugada polémica da su primer veredicto público: fue penal o no fue penal. ¿Lo sentís como una responsabilidad?
-Sí. Además, está la celeridad para decirlo. Capaz que es lo mismo que hace el juez: en el momento hay que decir si fue o no fue penal o una posición adelantada. Con una ventaja que tengo sobre el árbitro: la vi una vez pero también cuento con la repetición y en varias tomas. Es una linda responsabilidad, con aciertos y con errores que muchas veces son de percepción. No es que yo acerté y otro se equivocó.
-¿Te ha pasado de cambiar de parecer?
-En esos comentarios solés ser medido, no hacés comentarios categóricos por lo general...
-Depende. Cuando estoy convencido, soy categórico. Ejemplo: la mano el otro día de Progreso ante Peñarol, fue mano. Es cierto que otras personas no la vieron así y por algo el juez no la cobró. Pero yo estaba convencido. En otros casos más grises, prefiero ser cauto porque muchas veces otra toma da un ángulo diferente y lo que parece que fue penal enorme, en realidad ni se tocaron los jugadores. Entonces, muchas veces yo prefiero abrir un compás de espera y dar un margen de error. -Luego del fallecimiento en marzo de Alberto Sonsol, Tenfield optó por la rotación de relatores con tu comentario. ¿Se va a mantener eso?-No lo sé. Lo que yo puedo decir es que cada uno de los seis relatores con los que he trabajado tiene su estilo, son muy buenos, y con cada uno he conversado en la previa sobre la dinámica. Creo que está bueno que cada uno tenga sus oportunidades. -Daniel Banchero dejó de salir al aire luego de una polémica y un comunicado de AUF que le impidió el acceso a la sede y a los estadios. ¿Cuál es tu visión?
-Esto se enmarca en la crispación que hay en el fútbol. Me parece perfecto que alguien esté en desacuerdo con lo que dijo Banchero y que se haya sentido ofendido. Perfecto. Hacele juicio penal y civil pero proscribir a alguien me parece una locura. Proscribirlo y que nadie diga nada también es un síntoma de esta división. Porque si Banchero trabajara en otro medio, seguramente todos los días se hablaba de esto. Pero como trabaja en Tenfield, nadie dice nada.
-Hubo una instancia a nivel de abogados y Banchero se habría comprometido a hacer unas disculpas pero como no está saliendo al aire...
-Los detalles no los conozco. He hablado con él y sé que hace meses que no trabaja. Y está esperando poder trabajar. Es una situación lamentable y creo que se inscribe dentro de lo que digo que está mal: sin diálogo no se puede gobernar. Con el rencor que se tiene de todo lo que proviene de Tenfield parece imposible.