ENTREVISTA
La actriz británica, recordada por "Downton Abbey" y protagonista del thriller "Angela Black", disponible en Directv Go, habló con Sábado Show
La actriz británica Joanne Froggatt es una de esas caras que uno conoce desde hace varios años en la televisión. Seguramente su nombre quede asociado al de Anna Bates, la ama de llaves de los Crawley en la premiada serie Downton Abbey. Gracias a esa producción ganó un Globo de Oro como actriz de reparto y fue nominada tres años para los Emmy. También interpretó ese personaje en la película Downton Abbey, y volverá a hacerlo en la segunda película basada en la serie que llegará este año al cine.
Además, la actriz es la protagonista de Angela Black, un genial thriller que ya se encuentra disponible en Directv Go, y donde comparte elenco con Michiel Huisman y Samuel Adewunmi. La trama de esta serie se centra en la vida de Angela Meyer, de soltera se apellida Black, que parece idílica. Tiene una hermosa casa en los suburbios de Londres, jornadas de trabajo voluntario en una casa de perros, dos hijos maravillosos y un marido carismático y trabajador, Olivier. Sin embargo, debajo de esta fachada de amabilidad, Ángela es víctima de violencia doméstica. Un día, Ed, un investigador privado, se acerca a Angela. Ed le revela los secretos más profundos de Olivier y ella se enfrenta a verdades horribles sobre su marido y sus traiciones.
Acerca de esta serie, el poderoso mensaje que lleva y cómo fue su preparación para el rol, habló Froggett con la revista Sábado Show.
—¿Cómo te preparas para un rol donde tienes que mostrar el deterioro progresivo de la salud mental de tu personaje?
—Es un desafío, porque me gusta tomarme las cosas en serio y es un tema serio. Para este rol estuve hablando con personas y organizaciones que me pudieran ayudar a crear este personaje que sufre del control y abuso doméstico. También leí muchos libros que me ayudaron, algunos de ficción y otros de no ficción. Hay muchas organizaciones en el Reino Unido que luchan contra el abuso doméstico, y me fueron guiando, lo que sumado al guion fue de mucha ayuda. Cuando me sumé al proyecto los guionistas fueron geniales y me pusieron en el camino para abordar el personaje. También estuve trabajando en organizaciones sociales y pude escuchar las llamadas anónimas de las mujeres que pedían ayuda. También vi muchos documentales, así que me sumergí tanto como pude porque sentía que tenía que hacerlo. Fue un rol muy evocativo para interpretar, para mí. Quería ser lo mejor posible este personaje.
—¿Te genera presión tener un rol de este estilo, o es un personaje más que interpretas?
—Es una gran responsabilidad y por eso me quise sumar desde el inicio. Pero como necesitaba información, porque es algo que sentí que tenía que hacer. Me alegra haberlo hecho de esta manera.
—Angela comienza siendo una mujer atormentada, asustada de su esposo. ¿Cómo sientes que ha sido la evolución de ese personaje?
—Con la serie queríamos dar un mensaje fuerte, porque cuando conocemos a Ángela, ella es una mujer que perdió su voz, se perdió ella misma en esa situación de la que no puede salir. Ella comienza a tener dudas acerca de su marido, pero es ella quien tiene que hacerse cargo de la situación, así que comienza perdida pero tiene que encontrar el camino para volver y convertirse en una mujer más fuerte y segura de sí misma. Me pareció interesante ver cómo se iban a mostrar esos momentos altos y bajos de ella para finalmente terminar en la superficie con ella descubriéndose y sintiéndose segura. Fue un rol interesante de interpretar.
—Estamos en una época del MeToo y movimientos sociales feministas, ¿Angela representa la realidad de una mujer que tiene que luchar para recuperar sus hijos?
—Sí, absolutamente. Desafortunadamente la violencia doméstica y el abuso sucede en todo el mundo, en todas las culturas y países. Y si bien la vida de Ángela parece perfecta desde afuera, cuando la conocemos sabemos que no es así, y que esto le puede suceder a cualquiera. Desde afuera puede parecer que tiene una bella casa, un marido cariñoso e hijos perfectos, pero si se rasca esa superficie hay mucha oscuridad. Esta es una situación que le ocurre a muchas mujeres, nadie está inmune a esta posibilidad, porque cuando comenzamos una relación no siempre sabemos que alguien puede ser un abusador. Comienzan siendo personas muy cariñosas pero de a poco comienza a aparecer un perfil distinto que irá creciendo. Sucede paso a paso, y es importante que las nuevas generaciones entiendan esto para no caer en este tipo de relaciones y sepan lidiar con sus emociones.
—¿Qué es lo que más le han preguntado sobre este personaje?
—Me han preguntado por qué no se aleja de esa relación. Las personas que preguntan eso, obviamente no tienen entendimiento de la violencia doméstica o el abuso, ni han vivido situaciones de ese estilo, porque de haberlo hecho no hubiesen preguntado eso. Realmente quiero que la gente entienda que salir de una situación así no es tan sencillo, porque hay que cortar vínculo con familia y amigos, y si la mujer no tiene control del dinero de la casa, no tiene a dónde ir, ni dinero para irse, nadie a quién hablarle y encima si hay niños involucrados, no siempre se irán con la madre. No se soluciona con irse, porque el abusador te sigue, el perpetrador quiere volver a tenerte en esa situación y hay gente que no entiende el nivel de trauma y tortura que tienen que vivir las víctimas de violencia doméstica y abuso. Además, cuando la mujer se va de la relación es el momento más peligroso, porque es cuando suceden la mayoría de los ataques y desafortunadamente ocurren asesinatos. No es el caso decir: andate, mudate de ciudad, porque hay muchos casos de situaciones así y es muy compleja la situación. Tenemos que tener un mayor entendimiento de lo que ocurre para entenderlo. Y eso ocurre en las sociedades de todo el mundo.
—¿Cómo fue trabajar con los guionistas y creadores de Angela Black, Harry y Jack Williams en este thriller?
—Son escritores increíbles que generan magníficos thrillers, porque lo más importante que hay que entender es que es entretenimiento, no estamos salvando la vida de nadie. Es un thriller entretenido y con un mensaje poderoso que subyace; y eso ocurre porque escriben personajes femeninos muy fuertes, y además son personas fantásticas y muy colaborativas. También son muy graciosos en la vida real, algo que no pareciera por lo que escriben. Fue muy cómodo trabajar con ellos.