ENTREVISTA

—¿Cómo has vivido este tiempo tan especial de pandemia que parece entrar en fase final?

—Con altibajos, como creo que todo el mundo. Yo me tomé el virus muy en serio desde el comienzo y después la realidad, lamentablemente, me lo ratificó. Se llevó dos a amigos míos muy cercanos y otros que contrajeron el virus, tuvieron secuelas que recién ahora están superando. En mi caso, traté de hacerme de una rutina en mi casa para ocuparme sin salir nada más que a lo indispensable, al menos en aquellos primeros tiempos cuando no había vacunas.

—¿Se frenaron proyectos?

—Me anuló en algunos de los proyectos personales que tenía. Lo dejaba “para mañana, para mañana”. Sentí como un desgano de reiniciar. Me preguntaba para qué estaba trabajando, para quién. Recién este año te puedo decir que he recuperado mucho de las ganas y los deseos de encauzar los proyectos, como el de un libro, que lo tengo demorado. Tenía previsto terminarlo hace dos años pero lo abandoné y ahora tengo previsto retomarlo.

—En 2020, durante la pandemia, surgió la posibilidad de volver a la TV con Periodistas, que estrena próximamente la tercera temporada en Canal 5.

—Sí, eso fue estimulante. Hoy las cosas parecen estar cambiando y sin descuidarme trato de hacer la vida más parecida a la normal. Pero fueron tiempo duros.

—¿Cómo te has sentido en Periodistas?

—Muy bien. En el comienzo hubo un período de adaptación a algo que yo no estaba demasiado acostumbrado y que era compartir la mesa con compañeros que son muy competentes, pero yo venía de tareas más solitarias. Todo ha fluido. En el caso de Alfonso (Lessa) había una amistad previa y con Diego (Zas) fue muy fácil al igual que con Cecilia (Olivera). Creo que cumplimos con el objetivo que teníamos que era hacer un programa periodístico abierto, con invitados de diversos colores, y no de otra cosa.

—El programa regresa en mayo.

—Sí, volvemos para una temporada más larga. Los años anteriores, el coronavirus nos impidió tener una temporada extensa al aire. Este año nos va a faltar Cecilia Olivera que por razones de horario no nos van a acompañar. La vamos a extrañar pero se va a sumar Camila Píriz, que es una excelente profesional.

—¿Cómo viste la campaña del referéndum?

—Me parece que fue una decepción en todo sentido. La sensación de la mentira y los falsos argumentos me molestó. También me molestó el cruce que se produjo entre colegas periodistas. En muchos casos abandonaron su rol de periodistas para de alguna manera establecer o insinuar una posición relacionada al referéndum. Todos los periodistas tenemos derecho a establecer nuestro pensamiento pero siempre que leavisemos al lector, oyente o a televidente de que lo estamos haciendo bajo una caparazón de determinado color.

—¿Quiénes actuaron así?

—No suelo hablar de mis colegas, pero si el periodismo es una herramienta para establecer cuáles son los hechos que son verdaderos y cuáles no, en la campaña vi alguna claudicación.

—¿Cuál es tu análisis del resultado?

—El primer análisis que haría es que el referéndum lo ganó el presidente. Durante la campaña electoral que lo llevó a la Presidencia, Lacalle Pou me pareció un candidato muy diferente, en términos de comunicación, al que había sido cinco años en la anterior elección. Creo que atravesó por un cambio muy positivo. Cuando ganó, me pregunté si ese muy buen comunicador podía ser, además, un buen líder y tuve una rápida respuesta porque el 13 de marzo cuando estalló lo de la pandemia, realmente apareció una figuraque asomó en su dimensión de liderazgo, capaz de llevar: puede gustar o no gustar el gobierno de Lacalle Pou, lo que nadie puede dudar hoy es que se trata de un líder enserio. Eso es muy bueno para un país. Ojalá todos los partidos tengan líderes importantes.

—Cuando estuvo en Periodistas, en un editado de TV Ciudad pusieron una frase de él: “No se sientan presionados, pero esperamos mucho de ustedes” sin la respuesta que le dieron. ¿Cómo te cayó eso?

—A mí no me importó eso. No me generó absolutamente ningún inconveniente y creo que a mis compañeros tampoco. Porque el tiempo ubica las cosas en su lugar. Pero además, el presidente lo dijo de una manera coloquial o cotidiana. No lo dijo en términos de “cuídenme” o “levántenme centros”. Lo dijo de manera casual. Lo que ocurre es que hoy, dentro del periodismo, hay ciertos programas o periodistas que están atentos a ese tipo de cosas y a cuestionar la tarea de quienes ejercen lo mismo, lo cual me parece que desvaloriza el periodismo.

—Es verdad que tuviste la posibilidad de volver al género del noticiero en televisión y no aceptaste?

—Sí. En estos años tuve dos ofertas para hacer un noticiero y no acepté. En este momento de mi vida no volvería a esa tarea. Me parece una labor muy importante, pero que te prohibe muchas cosas de tu vida personal y de tus aspiraciones personales, incluso en el periodismo. Estoy hablando de mí, no de los demás. El programa periodístico es una cosa distinta y en especial el género de la entrevista. Me motiva conocer al otro: tanto al ministro de cualquier cartera, como al goleador del equipo, el escritor, el cantante o el individuo que fracasó. Los fracasos son muy interesantes también, tanto como los éxitos.

—Hace un tiempo pusiste un mensaje en redes que daba cuenta de un quebranto de salud que habías tenido. ¿Todo bien en ese aspecto?

—Fue un susto momentáneo. Pero la tormenta pasó. Estoy muy bien, por suerte.

—¿Radio no extrañás?

—No, no siento esa nostalgia. Fueron muchos años de radio y televisión y todo eso te devora la vida personal y familiar. Eso lo empezás a sentir en un cierto momento. Es muy difícil que deje de hacer cosas sobre todo si son tentadoras claro, porque el periodismo es una vocación que forma parte de mi vida pero ya no quiero tener esa agenda absolutamente de trabajo.

—Hubo un tiempo que gestionabas una emisora (Nuevotiempo) junto a Néber Araújo hasta que él se abrió. ¿Cómo fue esa disolución de la sociedad?

—Fue absolutamente natural. Estuvimos los primeros tres años con Néber y después él se fue a su propia emisora que en ese momento era Setiembre FM. Fue natural porque cuando alguien, y sobre todo en nuestra etapa de la trayectoria, establece un proyecto personal que le gusta y aparece la oportunidad de concretarlo, lo mejor que puede hacer es tomar esa oportunidad. Yo me quedé en Nuevotiempo por ocho años más.

—-¿Mantenés algún tipo de vínculo con Néber Araújo?

—Hace años que no lo veo. Él está retirado absolutamente y hace mucho que no sé nada de él. No tenemos contacto hace un buen tiempo ya.

—La información de Wikipedia sobre tu fecha de nacimiento fue tema de polémica. ¿Año 1947 o año 1954?

—En Wikipedia está mal, efectivamente. He pedido a una amiga que es docente y domina la herramienta que la cambie y luego vuelve a ponerse mal. He encontrado en Wikipedia muchos errores, no solamente el mío. Cuando murió Edward Kennedy, figuraba que había muerto diez años antes. En mi caso, me ponen 1947 cuando es 1954. Dejalo así. Creo que este hay que vivir como uno se siente. Y me siento hoy después de haber pasado por una circunstancia de salud que fue compleja, aunque no grave, empezás a comprender muchas cosas de la vida. Importan menos ciertas cosas que suceden a tu alrededor y das mayor importancia a algunas otras que si realmente la tienen, por lo menos para mí no claro.

—El año pasado, la Suprema Corte de Justicia dictó sentencia en el juicio que iniciaste a Canal 10 después de seis años de litigio. El fallo dio parcialmente la razón a cada una de las partes. ¿Quedaste satisfecho con el resultado?

—Ya es un tema laudado. Fue un momento de mi vida que no fue feliz porque del canal tengo, por supuesto, muy buenos recuerdos. Sobre todo de cuando el canal era conducido por otras personas. Las diferencias se asomaron cuando comenzaron a efectuarse algunos cambios internos a nivel de dirección. Pero para mí, el juicio ya está. Es como un partido que se jugó y ya sabemos el resultado.

—¿Dirías que el juez lo terminó en empate?

—Exactamente. Esa es una buena definición, por lo menos fue lo que yo sentí.

—¿Te gustaría algún día conversar con alguien en Canal 10 en virtud de aquellos buenos recuerdos?

—Me comuniqué con Blanca (Rodríguez) hace unas pocas semanas, pero fue muy breve porque estábamos los dos con poco tiempo. También hablo con algunos compañeros, algunos otros ya no están. Pero está bien así. Así está perfecto. En este sentido hay que tener alma de deportista y aceptar los resultados. Ya está.