Juan Rodríguez Puppo: "Muchos periodistas se definen objetivos pero son operadores de izquierda"

El panelista de Esta Boca es Mía habla de la polémica entre Marguery y Ortuño, y cuestiona a gran parte de los comunicadores.

Juan Ramón Rodríguez Puppo.
Juan Ramón Rodríguez Puppo.
Darwin Borrelli/Archivo El Pais

-Cumplís cuatro años en Esta boca es mía, ¿Cómo te has sentido en este tiempo? ¿Cómo sentís que evolucionaste en tu rol de panelista?

-Para mí significó aprender un oficio nuevo. Estoy vinculado a la política y en concreto al Partido Colorado desde 1980. Como tal escribí algún “suelto” (pequeñas editoriales) en el diario El Día pero lo mío nunca fue el periodismo ni la comunicación. Ahora, gracias a la invitación de Esta boca es mía tuve que aprender el oficio de comunicador, lo que me costó pero hoy estoy muy agradecido. Además, eso me abrió muchas puertas como la posibilidad de escribir columnas en el diario El País, lo que me honra por la llegada que tiene. Es una experiencia fabulosa.

-En tu caso la comunicación la ejercés desde una posición ideológica muy clara...

-Sí, totalmente. Yo no me las doy de periodista objetivo. Lo mío siempre estuvo claro que se trata de opinión desde cierto lugar. Nunca compré ni vendí el rol de periodista objetivo. Eso es algo que me molesta de cierta parte del periodismo uruguayo: creo que hay casos aislados de profesionales muy serios y equilibrados y otros que son tendenciosos y de modo oculto funcionan como verdaderos operadores de determinados partidos políticos. Eso no está mal. Lo malo es que no lo dicen.

-En tus redes solés cuestionar a veces informes o coberturas de los medios. ¿Por qué?

-Trato de ser delicado pero en el entendido de que la prensa grande está concentrada en Montevideo, existe una mayoría de periodistas que se autodefinen como objetivos pero en realidad son operadores políticos de la izquierda. Te venden gato por liebre. Los comunicadores o panelistas que nos declaramos partidarios de los partidos tradicionales no tenemos problema en decirlo. Tenés a Sergio Puglia que dice que es nacionalista, Julio Ríos también lo ha manifestado. Nadie duda de que yo soy colorado o que (Fernando) Marguery tira para la coalición. No hay secretos. Pero en otros muchos casos no terminan de confesar. Estaría bueno que blanquearan, así no nos sorprende tal pregunta o tal enfoque en una nota.

-La actualidad política está sacudida por la interna de la coalición luego de la renuncia a pedido de la ministra Irene Moreira, de Cabildo Abierto. ¿Cuál es tu visión?

-Yo creo que la verdadera garantía del republicanismo en este país sigue estando en los partidos históricos, donde lo que prevalece no son los personalismos. Hay una historia atrás y por encima de los defectos o errores que hemos cometido, somos los sostenes de la democracia en el país. En cambio, un partido nuevo que crece solamente a partir del personalismo de sus de sus líderes puede ser peligroso y termina apostando al populismo que puede ser perjudicial para la democracia. Espero que la historia, en la que incluye este caso, sea una lección para que los uruguayos consoliden a los partidos históricos y menos a los personalismos.

-Dentro de los partidos históricos, ¿incluís al Frente Amplio?

-Yo creo que el Frente Amplio, con el paso de los años, también se ha convertido en un partido tradicional. El problema es que el Frente Amplio ha sido cooptado por el Pit-Cnt y por los dos sectores más radicales de su interna, como el Partido Comunista y el MPP. Esos dos sectores ocupan el 80% en la mesa política y los dos tienen un origen totalmente antidemocrático. Entonces, ya no se puede pensar que es un partido patriótico uruguayo sino que responde a un interés y a una ideología ajena, como las ideas marxistas. Eso es muy preocupante: en un hipotético futuro gobierno del Frente Amplio ya no existirá un Danilo Astori que ponga freno a alguna locura. Los sectores más moderados de Frente Amplio tienen cada vez menos incidencia.

-La semana pasada hubo un cruce fuerte entre tu compañero de panel Fernando Marguery y Edgardo Ortuño. Se dijeron “mentiroso” y “atrevido”. ¿Cuál es tu visión?

-¿Y qué querés que te diga? Si ves que te están mintiendo en la cara, te calentás. Y más si es a Marguery. El problema es que se le “despelotó“ el programa a Victoria y casi que no podía ni leer los chivos publicitarios.

-Justamente Victoria Rodríguez hizo un llamado de atención al otro día por la agresividad de algunos debates. ¿Te parece que hay que bajar la pelota?

- El bajar la pelota es un debe. Pero también entender que es un programa de debates. Yo prefiero a las personas que son firmes con sus ideas. Tal vez si debemos moderar el no llegar a lo personal. Este tipo de programas, todos ellos, estamos en la tendencia de entrar en una dinámica similar de las redes sociales, de una lucha mediática entre quien tiene la extremidad sexual más grande. Creo que es un error seguir en esa. En mi caso, cuando me he enfrentado a invitados o panelistas trato de “derrotar” al rival con ideas y argumentos, con firmeza o agresividad si querés, pero en los fundamentos, sin entrar en el terreno personal. Reconozco que alguna vez se me ha ido la moto pero no pero en la medida de lo posible no me he metido con las personas.

-¿Tenés amigos de izquierda?

-Por supuesto. Entre mis mejores amigos, dos son del Frente Amplio y el otro de Cabildo Abierto, justo dos grupos con los que soy más crítico. Sabemos separar: tenemos prohibido pelearnos por redes sociales, por ejemplo.

-En unos días te vas de viaje.

-Sí, voy a estar más de un mes fuera de combate por un viaje que vamos a hacer a Europa. Además de un fin turístico y familair, voy por una cuestión de salud que me está acuciando hace un tiempo. Nada grave, pero necesito tratarlo para volver y seguir batallando.

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