ENTREVISTA
La actriz argentina y nieta de Mirtha Legrand está instalada en el este uruguayo donde protagoniza el espectáculo "El ardor", que volverá con sus funciones 19 y 20 de enero.
—¿Cómo surge la posibilidad de hacer El Ardor en Punta del Este, un balneario que no está acostumbrado a la temporada de teatro?
—Íbamos a venir el año pasado y por la pandemia no se pudo, así que tuvimos que postergar el deseo para este año. Comenzamos los ensayos de forma virtual, con mucha pasada de texto. A nuestro director (Luciano Cáceres) le dio covid positivo así que hicimos el ensayo general también de forma virtual. Estamos con mucho trabajo pero muy felices de estar acá. La gente no está muy acostumbrada a ir a la playa, a cenar y después al teatro, pero es una opción diferente que está buenísima. Además la Sala Cantegrill es hermosa.
—Es una obra explosiva pero que también tiene mucho de introspección...
—Sí, es una comedia dramática que cuenta las miserias internas de una familia sobre la no comunicación, la censura, el machismo, el desacredito constante sobre la pareja. Hay un hijo que tiene un despertar sexual con un montón de interrogantes y no tiene el apoyo de su familia para poder hablar y manifestarse. Todo está contado con un tono de comedia que hace que uno se ría pero sin saber si es porque es gracioso o porque se identifican con algo de todo esto.
—¿Vos te identificás con algo de esto?
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—Yo me identifico con una laburante que está feliz de estar en Punta del Este con sus compañeros. Vamos a estar hasta el 16 en la Sala Cantegrill y después vamos a hacer gira por todo el interior de Uruguay, en ciudades como Mercedes, Treinta y Tres, Paysandú, Colonia, Carmelo, y terminamos en el Sodre.
—¿Disfrutás más estos proyectos que son más de culto que aquellos masivos o más populares?
—Yo disfruto trabajar. Me parece que un proyecto no tiene que ser desmerecido por ser popular o ser de culto. Cuando uno toma un proyecto es porque tiene algo interesante para contar o por un desafío personal. Lo popular y lo de culto tienen mucha conexión.—¿Nunca tuviste prejuicios hacia los productos más populares?
—Con el correr de los años uno va aprendiendo muchas cosas. Pero no soy una mujer muy prejuiciosa.—¿Y para asumir el rol de entrevistadora en Almorzando tuviste que vencer ciertos prejuicios sobre la prensa, siendo que en parte de tu carrera tuviste un vínculo tirante con los periodistas?
-No. Siempre tuve un buen vínculo con la prensa. Cuando se meten en cuestiones personales que distan de lo profesional no tengo mucho para contar, pero siempre que sea para hablar de trabajo estoy feliz.
—¿Hoy te cuesta preguntar sobre algunas cuestiones que rozan la vida personal de los invitados en el programa?
—No, no hablo de temas personales. Los sábados hago una mesa política para hablar de actualidad, y los domingos recibo artistas para hablar de su trayectoria y sus proyectos. No me gusta meterme en la vida personal de la gente.
—¿Disfrutaste de la conducción desde el primer día o te llevó un proceso?
—Fui aprendiendo, como todo. Fue un desafío muy grande y muy lindo, pero al principio era un terreno muy difícil.
—¿Qué era lo que veías con mayor complejidad?
—Aprender a entrevistar. No es fácil hacerlo en un programa de televisión, con un plato de comida, muchos invitados en la mesa, darle el espacio y el lugar a cada uno. Es algo que nunca estudié, sino que lo fui aprendiendo sobre la marcha y en un contexto súper complejo que fue cuando se declaró la pandemia. Las primeras mesas no eran muy alegres sino informativas sobre una realidad sobre la que nadie conocía nada.
—¿Te interesaba explorar la faceta de la conducción o nunca lo habías pensado?
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—Las cosas en la vida no son blancas o negras. Hay procesos. Una va creciendo, evolucionando, conociendo personas y pensamientos. Antes era antes y ahora es ahora.
—¿Y ahora te gustaría avanzar en una carrera como conductora?
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—Ahora estoy feliz de estar haciendo teatro en Uruguay.
—¿Recordás algún consejo o tip que te haya dado tu abuela Mirtha (Legrand) sobre la conducción del programa?
—Siempre. Es una mujer que tiene 50 años de trayectoria en ese programa, así que si alguien sabe y puede opinar y aconsejar es ella. Somos personas distintas. Yo nunca intenté ocupar el lugar de nadie. Tuve, tengo y tendré libertad, siempre.
—¿En qué te parecés a ella?
—Seguramente tengo sus genes. Es mi abuela, así que me parezco bastante. Somos una familia muy libre, y yo tengo eso.
—¿Seguís este año al frente de Almorzando y La Noche de Mirtha?
—Lo que sé es que ahora estamos casi un mes entero haciendo funciones, y es lo que a mí más me interesa.
El elenco de "El Ardor"
Juan Gil Navarro, Joaquín Berthold y Santiago Magariños acompañan a Juana Viale en El Ardor. Habrá funciones 19 y 20 de enero en Sala Cantegril.