Desde que desembarcó en Netflix, la película La sociedad de nieve se instaló como la más vista de la plataforma. El actor argentino de 22 años interpreta a Álvaro Mangino, uno de los sobrevivientes, en la dirigida por Juan Antonio Bayona. Juani Caruso reveló cómo se preparó para el personaje (bajó 17 kilos de peso) y la comunicación permanente que tuvo con Mangino para encarnar la peripecia en la montaña. Fue la primera vez que Mangino era interpretado.

—¿Cómo recordás el proceso de rodaje?

—Fue muy duro y muy desafiante para todos y en especial para mí. Nunca había estado en una producción tan grande, a nivel Hollywood y eso por un lado simplifica las cosas pero por otro, había que estar a la altura. Yo estuvo siempre en contacto con Álvaro Mangino, el sobreviviente que me tocó interpretar, para sacar el mayor realismo posible en la interpretación. Eso era lo que nos pedía permanentemente el director. Aprendí mucho. La mayor parte del rodaje fue en España, en Sierra Nevada, además de escenas en Montevideo en el aeropuerto y en el hospital.

—¿Cuál fue tu primera sensación al ver la película terminada?

—La primera vez la vimos con los chicos del equipo y tuvimos todos satisfacción por lo logrado técnicamente. La segunda vez la vimos en el Festival de Mar del Plata, ya con público real, digamos, y ahí nos embargó el sentimiento. Fue impactante cómo la gente se conmovió con la historia, personas llorando. Y el aplauso final nos emocionó a todos. Eso nos impactó muchísimo y nos dimos cuenta de lo grande que era la película y las cosas que podía lograr.

—Estuviste en contacto permanente con Álvaro Mangino. ¿Cómo fueron esas conversaciones? ¿Qué consejos te daba?

—Para Álvaro fue un gran honor porque era la primera vez que lo interpretaban. En las películas anteriores no había sido incluido su personaje. Así que desde el comienzo tuvo un gran agradecimiento con la producción y conmigo en particular. Lo conocí en Montevideo; fui a visitarlo en su casa y tuvimos muchas charlas. Hay una anécdota muy graciosa: en el accidente él se rompe la pierna y por la montaña se arrastraba. Cuando estábamos en su casa, agarró un almohadón, si tiró al piso y me mostró cómo lo hacía. “Ves, Juani, así me arrastraba”, me decía. En el rodaje me ayudó permanentemente a la distancia. Yo le preguntaba: cómo viviste esta situación, cómo reaccionaste y trataba de representar lo que había hecho y su rol en la montaña. Para mí, todos los que estuvieron en la historia fueron importantes, cada uno con su perfil.

—Sos muy activo en redes sociales, en especial en Twitter. De ahí que de algún modo te hayas convertido en el “tuitero” oficial de La sociedad de la nieve…

—Sí, yo soy tuitero desde siempre. Me gusta. Opino de cualquier cosa, como debe ser en esa red social. No lo hago para tener más seguidores ni nada. Pienso que las redes sociales son una especie de diario íntimo abierto al mundo. Comparto todo tipo de contenido y opiniones, aunque hasta ahora no había hablado mucho de mi perfil como actor.

—¿Qué cambió?

—La película. Cuando explotó todo, empecé a contar cosas del back de la película y la gente quedó muy atenta. Yo subo mucho contenido de la película y la gente me preguntan cosas, datos. Respondo todo. Tengo una retroalimentación muy buena con la gente.

—¿Qué tipo de contenido te gusta compartir más allá de la película?

—Yo hablo de todo, de cosas triviales o cosas importantes. Hablo de Gran hermano, del Bailando, soy una persona que consume TV y redes sociales y opina.

—Twitter es una red habitualmente agresiva. ¿Cómo te llevás con esa faceta?

—Entiendo los códigos de Twitter. Lo uso hace muchísimos años y nadie debería enojarse por lo que se dice en Twitter, ahora X. No es personal, es Twitter, chicos. Cuando me critican por algo, me río. Es como una realidad aparte.