Redacción El País
Viene de una familia de artistas (su madre es actriz y su padre director y dramaturgo) así que se crio entre camarines y asados donde la cultura primaba sobre cualquier tema de conversación. Julián Kartún debutó en un escenario con apenas 10 años y lo dirigió nada menos que Víctor Laplace.

En esa misma época empezó a gestar a Caro Pardíaco, el personaje que se inspiró en las amigas chetas de su hermana, popularizó en Cualca, ahora se luce en el canal de streaming de Olga, y el domingo 22 dirá presente en el primer programa de Susana Giménez, que en Uruguay se verá por Canal 10.

A pesar de haber fundado la banda El Kuelgue 20 años atrás, no se define como músico sino como showman, y dice que actúa de cantante. Con ese conjunto telonearon a Paul Mc Cartney.

El actor, cantante, humorista y guionista fue declarado Personalidad Destacada de la Cultura por los legisladores de la Ciudad de Buenos Aires días atrás. Por ese motivo y por su presencia en la vuelta de la diva de los teléfonos a la pantalla, van cinco cosas que quizás no conocían de él.

El usuario @T1NF4 reveló que apenas conocía a Kartún de Twitter y una madrugada de 2016 fue su salvador al evitar que se “pegara un corchazo”. El joven no paraba de lanzar publicaciones suicidas y el músico le envió un mensaje pidiéndole su número.

“Hablamos 80 minutos mientras se prendía puchos con la hornalla porque no tenía fuego. Nos habíamos visto una sola vez en un backstage, no teníamos confianza y el loco se tomó el laburo de bancarme la cabeza a las cinco de la mañana sabiendo que yo lo admiraba”, relató. Le dio argumentos para seguir vivo y sintió que no le había agradecido lo suficiente: “Ojalá le llegue. Gracias, loco, hoy soy feliz”, agregó.

El personaje que cada miércoles la rompe en Se extraña a la nona, por el streaming de Olga y que mañana estará en el living de Susana Giménez (Telefé) para participar del primer sketch de la temporada (inicialmente se había dicho que reemplazaría a Gasalla), lo creó Kartún de niño, para burlarse de las amigas de su hermana, que hablaban con puro latiguillo y sin contenido.

Su padre, el director y dramaturgo Mauricio Kartún, dijo que Caro Pardíaco tiene “un peso mítico en la familia”, ya que su hijo lo hacía en cada viaje para “joderle la vida a la hermana”. Y elogió: “Que alguien con el cuerpo, una peluquita y su capacidad mimética genere empatía y un discurso hace que vea eso y diga, ‘por eso me dediqué al teatro’”.

Caro Pardíaco dio sus primeros pasos en Cualca y en varias fiestas de 15. Caro es una cheta de unos 30 años que vive en Zona Norte y tiene algunos bares en Palermo: Bibliotec, Pertenenciah y Dramah. También es content creator. Según Kartún, parte del éxito se debe a que es “bastante real”.

Julieta Horak / Netflix/Julieta Horak / Netflix

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Hizo los castings para El amor después del amor en pandemia, así que mandó el material por video. La convocatoria inicial era para interpretar a Charly García, pero a la semana le dijeron, ‘probemos a ver qué tal te sale Spinetta’. “Lo admiro mucho, lo tengo muy visto, muy escuchado, pero me puse a ver más documentales, más entrevistas, más videos. En un momento me dijeron, ‘parece que sos vos’”, contó a Radio con vos.

Y si bien disfrutó de la repercusión posterior, confesó que “fue un cagazo fuerte hasta que salió”. Temía qué podía pasar, por ser un personaje tan querido y muy difícil de representar. Vera, una de las hijas del músico, le dijo que había mucha verdad en su trabajo, y para Kartún, fue espectacular.

La obra se tituló Absolutamente Comprometidos, lo dirigía Miguel Pittier (que ya había probado la pieza en España) y sorprendió al público al ponerse en la piel de 40 personajes. Si bien no todos tenían su mundo, sí una voz y una forma de moverse distinta, así que el trabajo de composición fue arduo.

“Hay como una memoria del cuerpo que se va adaptando y, una vez que la entendió, empezó a salir. Pero hasta que no salió bien sufrí mucho la obra porque era un desgaste físico y mental. En un momento enganchó y se generó esto de que el cuerpo ya sabe y va de una cosa a la otra”, explicó a Almagro Revista sobre el desafío. Confesó también que le pidió consejos a su padre para esta obra y que pensó en reponerla.

Viene de una familia de artistas y ha dicho no tener memoria de cuándo empezó su amor por el arte. Lo cierto es que en las reuniones familiares siempre hablaba de actores, directores y puestas. Su primera vez en el escenario fue con apenas 10 años, en Rebelión en la granja, y se puso bajo las órdenes de Víctor Laplace.

Con ese sueldo y el de su siguiente proyecto se compró una cámara. A los 12, Mex Urtizberea y la gente de Magazine for Fai lo vieron en una clase en Río Plateado, y le dijeron, ‘probemos el piloto’. “Era todo muy divertido, agotador, pero era jugar entre amigos y el producto quedaba espectacular”, dijo a Filo News, y confesó que por surte solo era martes y sábados ya que sus padres no querían que actuara pero él sí.

También trabajó como editor para MTV, Cárceles (Telefé) y Nicolás Repetto. Luego llegó Cualca con Malena Pichot y se abocó a su proyecto de actuar y guionar.