Empezó con un video viral en TikTok, se convirtió en trend y hoy es un hit mundial. Se trata de “Ohnana”, el pegadizo afrobeat del cantante colombiano Kapo que pasó varias semanas en el Top 50 de las canciones más escuchadas de Spotify en el mundo y hoy acumula 198 millones de reproducciones en la plataforma.

A “Uwaie”, su siguiente lanzamiento, le fue aún mejor: alcanzó el puesto 19 de las más populares de Spotify. Ahora lanzó “Qué pecao”, con Manuel Turizo, que tiene todo para replicar el éxito. Lo de Kapo sorprende, aunque se trata de un camino de varios años.

—“Qué Pecao”, tu nueva canción, expande el mensaje luminoso de “Ohnana” y “Uwaie”: siempre se puede volver a empezar. ¿Qué tan importante es mostrarlo en tus letras?

—Yo siento que hay que colocarle los ojitos lindos a las flacas, entonces hay que cantarles canciones que les gusten, que les den cariño y que las hagan sentir empoderadas, ¿entiendes? Uno no es perfecto, pero hace musiquita para dejar un mensaje y una caricia por medio de canciones. “Qué Pecao” es un tema increíble, y me llena el corazón haber logrado coincidir con Manuel Turizo. Espero que la gente disfrute tanto de la canción como yo le he disfrutado.

—Hace días publicaste un video en Instagram en el que decías que la frase “A punta de mente” te ha acompañado a lo largo de estos 15 años dedicados a la música. ¿Qué representa en tu camino?

-Pues, papi, no había de otra, ¿entiendes? (Se ríe) Si vamos a pensar en algo, ¿por qué vamos a pensar en algo negativo? Tengamos presente algo positivo y estemos seguros de que va a pasar. Lógicamente no se trata solo de (imita una voz burlona): “Ay, sí, a punta de mente”. No. Haga su trabajo, suba su TikTok, grabe una canción, escriba... Y, lógicamente, si lo que hacemos nos apasiona, lo vamos a hacer de la mejor manera (sonríe). Eso es lo que me ha mantenido motivado y es lo que le quiero dejar a la gente: pueden cumplir sus sueños, pero tienen que trabajar todo el tiempo por lo que quieren. Nada va a caer del cielo, pero si pueden mandar bendiciones al cielo, poco a poco les van a ir llegando esos destellitos de luz que los van a hacer sentir bien.

—Ya que mencionás el esfuerzo sostenido a lo largo de estos años, ¿en qué pensás cuando recordás la época en que vivías en una gasolinera de El Cabuyal, un pueblito del interior de Colombia, y cantabas sin micrófono en pequeñas tiendas y estacionamientos a cambio de monedas?

—Que era muy necio el pelao (se ríe). Pienso que él no tenía muy claro todo lo que podía alcanzar, pero igual cantaba sin parar. (Hace una pausa) Le doy gracias a ese man que no desfalleció, que le dio y logró, en el minuto 90 con 10’ de reposición, meter un cabezazo, anotar un gol y ganar el partido. Muy bien por él, lo felicito...

—Hace poco encontré tu primera canción, “Yo tengo un sueño”, de la época en que te hacías llamar Kapo Crazy...

—(Lanza una carcajada) ¡Vaya! ¡Este hombre sabe muchas cosas!

—¿Te acordás del estribillo? Era: “Yo tengo un sueño, de llevarte conmigo a otro planeta”...

—¡Claro! Aunque ese tema me hace dar hasta pena y todo (se ríe). Yo le escribí esa canción a una niña de la que estaba enamorado pero que no me prestaba atención. Entonces, le hice “Yo tengo un sueño” y ahí apareció, así que le dije: “Ah, no, pues ahora yo no quiero” (se ríe). Cuando veo todo mi camino con perspectiva me doy cuenta de que desde el primer momento he tenido esa jocosidad, esas ganas de vivir y esa pujanza en mis canciones; es esa vaina de vivir la vida y de estar tranquilo. Ese primer tema me trae muchos bonitos recuerdos del colegio. Además, fue la primera vez que grabé con Mr. Koby en Florida Valle...Y mira, ahora estamos en otra Florida, al pie del cañón, dándole y disfrutando mucho de todo lo que está pasando.

—En una entrevista mencionaste que estabas seguro de que “Ohnana” iba a ser un hit mundial. ¿Recordás el momento en que lo confirmaste?

—Sí, es verdad. Yo lo tenía en mi mente. La hicimos en un Airbnb con (el productor) Gangsta en Jamaica, y cuando la terminamos me volví en el avión escuchándola y escuchándola sin parar. Yo sabía que era un hit mundial, aunque había gente de mi equipo que me decía: “¿Estás seguro? Es un afrobeat”. De inmediato, yo les insistía: “Es este tema”. Y fue así. Aunque lo subimos al TikTok y el primer video no fue muy exitoso. El segundo y el tercero tampoco, pero igual insistimos. Por allá, por el décimo, empezó a tomar color y la gente empezó a acercarse. Ya venía con una viralización gracias a “Pelinegra”, mi canción junto a NampaBásico, y entonces había una cadena de personas que querían saber más de mis canciones. Ellos nos ayudaron a impulsar a “Ohnana”, y de repente se metió en otros países donde ni siquiera se hablaba español. Fue ahí que yo dije: “Bueno, ¿qué está pasando aquí?” (se ríe). Abrí los ojos y en ese momento me di cuenta de que “Ohnana” se había regado en el mundo. Mucha gente se sintió identificada con la canción. Y por suerte me atreví a hacerla. Siempre supe que iba a ser un hit. Ahora, ¿por qué? Porque sí y punto (lanza una carcajada).

—Que la canción se haya convertido en un hit tan grande luego de varios años de carrera debe ser aún más gratificante. Supongo que si hubiese sido tu primer lanzamiento, no lo hubieses valorado tanto...

—Claro. Ahorita mismo tengo que tener muy presente todo lo que me está pasando para disfrutarlo al máximo y que no se me pase absolutamente nada. Sé que no todo va a ser positivo, pero me obligo a que todo marche, ¿me entiendes? Siento orgullo y agradecimiento por haber logrado eso por lo que he venido trabajando por tanto tiempo.

—Ahora que la canción “Qué Pecao” está publicada, ¿qué te gustaría que tu colaboración con Manuel Turizo genere en el público?

—Que se la gocen, que bailen y que la canten. Yo siento que canciones como “Qué Pecao” tienen alma y sentido, se vuelven gritables, y eso es lo que espero que les produzca: ganas de cantarla y de pasarla bien. Y sobre esas chicas de las que habla la letra, les digo que no se sientan mal, que estén chéveres y se sientan muy bonitas y muy damas.