Andrea Frigerio se corre los lentes de sol y deja ver la tierna y profunda mirada de ojos azules que se hizo famosa a través de decenas de personajes en cine y televisión. Observa alguna de las prendas que están en exposición en el pop up de Tuket Vintage en Osaka José Ignacio durante una de las actividades que se fijó para sus días en Uruguay.

La actriz llegó al Este junto a toda su familia, hijos y nietos, e intenta pasar los días en la playa aunque las nubes que cubrieron el cielo durante los últimos días de diciembre hayan frustrado sus planes más de una vez. "Son días de descanso absoluto", remarca a El País poco antes de retirarse del evento.

La actriz, que se destacó en los últimos años en producciones como Puan o La Extorsión, reflexiona que ha tenido "mucha suerte" a la hora de elegir proyectos como estos, que en los últimos casos han combinado una respuesta favorable del público y de la crítica. "Me pasa eso con muchas películas que hice como El Ciudadano Ilustre o Rojo", añade.

Según la actriz, a la hora de elegir un proyecto "solo pienso en si me gusta el personaje" y enseguida "me meto a fondo": "Investigo un montón para componerlo: su pasado, su historia, sus objetivos, su forma de encarar la vida, los miedos que tiene. Lo desmenuzo y lo pienso mucho", explica.

Contrario a su carrera en el cine, la actriz se ha alejado de la conducción televisiva, un rol con el que supo hacerse conocida a mediados de la década del 90. "Hoy lo hago para empresas y eventos, pero en la televisión no. Lo hice un montón de veces pero ya no me siento parte del medio. La televisión está haciendo cosas que no me entusiasman tanto", argumenta.

La actriz también se refiere a la merma de producciones audiovisuales en Argentina. Sostiene que "con todo el talento que tenemos hay mucho por hacer pero no hay recursos, hay que generarlos". En ese sentido considera que Argentina debería "copiar lo que hacen otros países como Uruguay, donde por ejemplo hay beneficios impositivos para quienes invierten en el cine y hacen producciones audiovisuales". "Es un modelo que funciona", enfatiza, y agrega que "hay conversaciones con la gente del Incaa (Instituto Nacional del Cine Argentino) para tomar ese modelo", agrega.

¿Pero hay expectativas reales de poder emprender ese camino con las políticas antiestatistas del gobierno argentino? Frigerio considera que sí: "Hay conversaciones para que las cosas caminen y yo confío en que las cosas se van a encaminar", finaliza.

Foto: Santiago Sedlacek

Es un rostro que no ha dejado de aparecer en las producciones audiovisuales argentinas de las últimas tres décadas. Andrea Frigerio se hizo conocida como conductora en ciclos como El Periscopio y El Paparazzi, pero enseguida dio el paso que más le interesaba: desembarcar en ficción. Ganó popularidad con programas como Poné a Francella, Son Amores y Los Roldán, y tiempo después se hizo también del prestigio de películas premiadas o reconocidas internacionalmente como El Ciudadano Ilustre, Puan y La Extorsión.