REGALO EMOTIVO
El periodista recibió una sorpresiva visita en Canal 10. María Bertolini, de 83 años, le trajo corbatas de su marido fallecido y gran admirador del estilo del conductor.
-Hace unos días recibiste una visita muy especial de una espectadora con un regalo cargado de emoción. ¿Cómo se generó ese encuentro?
-Así es. María Bertolini, de 83 años, vino a visitarme hace dos domingos al Canal. Llegó a la hora de Punto penal y tuvo que esperarme. Al salir me contó su historia y la de su marido, de nombre Ricardo, ya fallecido. Me dijo que a él le gustaba mi estilo de vestir y en especial las corbatas. Era un hombre muy elegante. María había traído una bolsita con las corbatas de su marido para regalarme. Creía que nadie mejor que yo podía llevarlas. Yo me emocioné, por supuesto, y le dije que no podía aceptar. No me sentía merecedor de ese homenaje. Ella insistió. Me dijo que había sido una voluntad de Ricardo y las acepté. Son unas 20 corbatas y algunos pañuelos.
-¿Qué te generó esa experiencia?
-Fue fuerte y estuvo lindo porque generalmente no nos damos cuenta, quienes trabajamos en televisión, de lo que generamos a veces en el otro. Hoy tenemos mucho del feedback de las redes sociales pero esa es una devolución no - real, donde muchas veces no se sabe quién te escribe o para qué. No se transmiten sentimientos. Este encuentro con María, sin embargo, fue verdadero. Nos dimos un abrazo y le deseé lo mejor.
-¿Qué vas a hacer con las corbatas?
-Me voy a poner una cada tanto hasta usarlas todas. Será nuestra forma de comunicarnos con María porque quedé como en shock y no le pedí el teléfono. No me quedó ningún contacto. La busqué en Facebook pero la cuenta con su nombre está inactiva hace tiempo.
-¿Dirías que son corbatas de tu estilo?
-Son prendas reflejo de una moda de otros tiempos. Me hacen acordar a las que usaba mi padre, que siempre se ocupó de estar a la moda. Ricardo también era jugado, usaba modelos de colores llamativos o con flores, cuadros u otros diseños.
-En tu caso, también cultivas un cuidado por la imagen y la elegancia masculina. ¿Cómo nació?
-Lo traigo de mi padre y después por la profesión. La televisión te obliga a tener una imagen determinada. Siempre bromeo que uno puede dar la mejor información, la noticia más impactante, pero si lo hace con la corbata torcida, lo que va a quedar en la gente es esa imagen, más allá de lo que se diga. Cuando trabajaba en el diario El Día, una de mis primeras experiencias en la comunicación, una compañera me llevó a comprar el primer traje. Después fui entrando en ese mundo y me encantó. Hoy me asesora Luis D’Amore y su esposa Fernanda. Confío mucho en ellos porque además de profesionales, son personas muy cálidas.
-Tu carrera televisiva tiene la particular de que empezaste en la pantalla en el Polideportivo, programa que ha vuelto y es competencia cada domingo de Punto penal.
-Es verdad. Empecé en el Polideportivo como un relator de las jugadas de los compactos. Estaban (Alberto) Kesman y Juan Gallardo como conductores y lo mío era voz en off. Luego fui ganando más espacio en el programa y también en Telemundo. En el Mundial de 1994 relaté muchos partidos para el 12. Allí estuve hasta 2002 cuando rescindimos por diferencias y por la crisis de ese año. Estuve en Canal 5 un tiempo hasta que me convocaron para Punto penal para una suplencia. En su primera etapa en el programa, Martín Charquero se iba a Miami e iba a suplantarlo por ese tiempo… y la suplencia lleva casi 20 años. Después me convocaron para Subrayado y acá seguimos.
-¿Cuáles fueron los principales cambios de estos 20 años?
-Hubo muchas renovaciones pero también cambié yo. Entré a Canal 10 soltero. Luego me casé y tuve hijos. Me divorcié. La vida misma.
-Volviendo al tema Polideportivo, su regreso implicó cambios en Punto penal: nuevos integrantes y nueva estética…
-Sí, la competencia te obliga a reinventarse permanentemente. Nosotros entendimos que salíamos que salir a jugar con todo. Es un ejercicio sano que nos estimula a nosotros y supongo que también a ellos. Nos beneficia a todos porque a esta altura los programas deportivos de domingo de mañana son un clásico de la TV.
-Algunos de los integrantes de Polideportivo, como Federico Buysan o Gonzalo Ronchi, son compañeros tuyos en radio Sport. ¿Cómo se maneja esa relación? ¿Hablan de los programas del otro?
-Has estado en varios canales y radios, ¿te acostumbraste a la inestabilidad del medio?
-Sí, entiendo que muchas veces los proyectos en los medios tienen principio y final. En mi caso, estuve muchos años en Carve, luego se terminó esa etapa y vino la experiencia de AM Libre, donde nos autogestionábamos. Decidimos tener una comentarista mujer, como Daiana Abracinskas. Fue una muy buena etapa hasta que hace cinco años recibí el ofrecimiento de Sport. Era imposible de rechazar, como si te convocaran de la selección.
-¿Cuál va a ser rol durante el Mundial?
-Para Canal 10 voy a relatar los partidos de Uruguay y otros de la Copa con los comentarios de Martín Charquero. Vamos con un equipo grande de Canal 10 a Qatar. La cobertura mundialista siempre es motivante, mucho más en un país tan diferente al nuestro. Estamos pensando en una cobertura que nos permita liderar, como ha pasado en otros mundiales.
-¿Cómo visualizás el crecimiento de Ana Inés Martínez? Sos su jefe en Subrayado…
-Se está mostrando en otros roles y lo está disfrutando. Hace muchos años que trabaja no solo en el canal, sino que es muy activa en redes sociales. A veces le decimos que no se pelee tanto por las redes, pero bueno, no puede con su condición. Yo creo que las mujeres tienen que tener más lugares, no por cuotificación sino por condiciones. Hay una camada de chicas que están demostrando un crecimiento importante. En el caso de Ana Inés ella marcó opinión en temas complejos, como por ejemplo la salida de Óscar Tabárez. Fue categórica, lo que generó contrapuntos en el programa, incluso conmigo que al principio consideraba que el Maestro debía seguir. Luego se hizo insostenible.
-Sandra Rodríguez se despidió de Punto penal hace dos semanas. ¿Qué te generó esa noticia?
-Me dio mucha tristeza. Ella tenía necesidades de vida vinculadas al crecimiento de sus hijos y es bravo a veces sostener una actividad toda la semana, porque ella trabaja mucho en otro rubro, y después todos los domingos el trabajo periodístico. Además, había agregado la noche con La hora de los deportes. Para mí se fue una amiga. La quiero mucho. Nos acompañamos en este tiempo en las situaciones de vida de cada uno. Es una persona que me escuchó y me aconsejó en diversas situaciones. En el momento de la despedida, ella pidió que nadie estuviera por miedo a emocionarse y por eso no estuve. La vamos a extrañar.
-Hace cinco años te separaste de Lucía Etchegaray, con quien tienen dos hijos. ¿Cómo sigue tu situación sentimental?
-Estoy soltero. Ella sí ha rearmado su vida amorosa y me parece muy bien. Tenemos un buen vínculo y nos une la crianza de los hijos. Vivimos cerca por lo que los chicos van y vienen. Hemos encontrado una forma adulta de respetarnos y dedicarnos a la tarea de que nuestros hijos sean felices.