Redacción El País.
La actriz y comunicadora Selva Pérez, de 50 años, acaba de tomar la decisión de alejarse del panel de “Sacate la careta” (Esdrújula TV) luego de varios meses de humor y de opinión en ese ciclo. Diferencias con el conductor Sebastián Oreiro determinaron esta salida. Con más de 192.000 seguidores en Instagram, la actriz ofrece todos los días videos de humor sobre la vida cotidiana donde se ríe, primero y principal, de sí misma. En materia teatral, asegura que no la llaman para muchos proyectos.
En entrevista con Sábado Show, responde a todos los temas.
—No estuviste en los últimos programas de Sacate la careta (Esdrújula TV) y se habló de ciertas diferencias con el conductor Sebastián Oreiro. ¿Es así?
—No voy a estar más en el programa y viene por ahí sí. Es una situación viene desde hace algún tiempo y que me tenía incómoda. No me interesa irme de un lugar enemistada y de hecho, hablamos con Sebastián. Él intentó convencerme muy amablemente para que me quedara pero justamente para preservar el vínculo me parece lo mejor dar un paso al costado.
—Fuiste parte desde el comienzo de la temporada 2024, ¿cómo se desencadenó esa situación de incomodidad que referís?
—Desde el comienzo siempre traté de aportar humor sobre el contenido del programa que es de espectáculos y farándula. Aunque no sé si lo logré, buscaba crear un personaje con un perfil más simpático que agresivo. Eso no siempre fue entendido y me generó situaciones. Últimamente el programa iba más por esa línea de la crítica que del humor y yo sinceramente no me quiero pelear con nadie. Lo que quería era hacer humor. Empecé a plantear estas cosas y si bien Sebastián es amoroso, a veces tiene salidas o respuestas cortantes. Hace unas semanas, en medio de un planteo mío, me dijo: “Hoy no vengas al programa”, como una cosa de autoridad. Entiendo que el programa es de él, pero si Sacate la careta es lo que es, lo es por el aporte de todos. Además, no nos paga por estar en el panel. No me gustó esa actitud y conversando con mi marido saqué la conclusión de que yo no puedo ir a un lugar donde no me sienta del todo feliz. Menos sin cobrar. Todo esto se lo dije a él, así que estoy tranquila de que no estoy hablando por atrás, ni generando lío.
—Tenés un presencia muy fuerte en redes sociales, donde compartís videos con humor de tu vida cotidiana. ¿Cuándo empezó ese perfil?
—Yo soy actriz y comediante desde hace muchos años. Me inicié en la compañía Italia Fausta con Omar Varela y tuve todo un recorrido en teatro. La pandemia que para muchos fue mal, en mi caso me ayudó a a salir del escondite en el que están muchos actores. En Uruguay, los actores se dividen en muy conocidos o completamente desconocidos. Yo estaba en ese segundo grupo, a pesar de que llevaba mil años trabajando. En tiempos del aislamiento por el coronavirus empecé a subir videos en Instagram y eso me ayudó a tener visualización en lo popular, que es lo que a mí me gusta. Me encanta la gente común, de barrio, la señora que está en la casa cocinando y se ríe con las cosas que hago y publico. Todo lo que hago, lo hago pensando en ese público.
—Tu marido es un actor involuntario en los videos...
—Así es, involuntario totalmente. Tenemos un matrimonio bastante largo, con hijos grandes y me parece interesante mostrar lo que somos en el día. Somos un matrimonio perfectamente imperfecto. No soy ejemplo de nada: por más que haga humor con mi gordura, no es saludable ser gordo, pero trato de desdramatizar la vida diaria. Por suerte la gente me acompaña en mis locuras.
—¿En materia teatral hay algún proyecto?
—Tengo que ser muy sincera: soy una actriz no muy convocada. Mucha gente se agranda en este ambiente y empieza a decir que tienen este proyecto o tal el otro. Yo no. Sinceramente, para el mundo del teatro soy una actriz del montón de las que no es muy convocada. El siguiente proyecto es para el año que viene con Pablo Atkinson una comedia musical.
—¿Por qué crees que pasa eso?
—Será que debo ser mala actriz. No le echó la culpa a nadie. No sé. O porque me han visto en televisión y me ven muy loca y o muy gorda. No me lo planteo mucho tampoco. Yo veo por un lado que la gente me acompaña mucho en cada video que subo a las redes sociales y me quedo con eso.
—En cierto momento hubo polémica porque la actriz Brenda Accinelli te mencionó como una artista que no sos de izquierda y llamó a que no te convoquen.
—No resucitemos muertos.
—¿Crees que esa situación pesa a la hora de convocarte o no?
—Yo nunca milité nada políticamente y mucho menos arriba de un escenario. Yo voy a hacer reír y la política pasa por otro lado que ni siquiera es partidario. Lo que quiero es lo que quiere todo el mundo: vivir bien y que mis hijos puedan vivir acá y trabajar en este país. Es cierto que alguna vez pensé que ese hecho de no militar para cierta mayoría que hay en el mundo artístico podría perjudicarme. Pero no creo. Espero que no. Ojalá que no.