Tiene 73 años y es un ícono del cuarteto cordobés, con una carrera que está llena de curiosidades e incluye su paso por ¿Quién es la máscara? de La Tele. Hoy vuelve a Uruguay para tocar en el Cosquín Rock y por eso acá van cinco cosas que no sabías sobre él.

Juan Carlos Jiménez Rufino (1951) es el nombre de nacimiento del cantante cordobés conocido como “La Mona”, un nombre artístico que adoptó en la infancia, porque era fanático de la serie Tarzán. En 1972 fue con unos amigos a ver un partido de fútbol y, cuando estaba en la tribuna, fue golpeado por un ladrillo. El objeto le pegó en la cabeza y le cortó el nervio de la coordinación: estuvo cinco meses en coma. Sin mejoras, estaban a punto de desconectarlo cuando reaccionó. “Los médicos me dijeron que fue un milagro”, contó en la época. La recuperación le llevó dos años. Tuvo que aprender nuevamente a caminar y a hablar.

Además de desplegar su talento en la música y volverse un exponente del cuarteto, el intérprete de “El federal” se atrevió al cine. La Mona Jiménez llegó a actuar en la película Las locuras del extraterrestre de 1988, dirigida por Carlos Galettini. Su participación dura tan solo un minuto, pero la producción le gustó tanto que, ha dicho, ya la vio más de 50 veces. La trama tiene a Emilio Disi, Javier Portales y Gianni Lunadei como intérpretes principales y cuenta la historia de un niño que se escapa de su tío malvado y, en esta fuga, tiene un encuentro con un extraterrestre. Cuando no regresa a casa, la policía sale a buscarlo con la ayuda de sus dos profesores de artes marciales. En aquella época, el cantante comenzaba a llevar su música a Buenos Aires y aparecer en la película le permitió “mostrarse” a un público no habitual. En el filme lo puede ver con su característica melena de rulos y una campera brillosa con hombreras voluminosas. Canta, al principio de la escena, “Quién se ha tomado todo el vino”, uno de sus clásicos.

Hace más de tres décadas Luis Alberto Spinetta debía tocar en Córdoba. El micro que llevaba a su banda se incendió y perdieron todos los equipos. El Flaco, que hasta ese momento no lo conocía, le pidió ayuda. “Mona, se nos quemó el colectivo acá en Marcos Juárez”, recordó el cuartetero en una entrevista radial con Bebe Contepomi. “Se incendió, nos hemos salvado de pedo, se nos han quemado los instrumentos. El único tipo que nos puede ayudar sos vos”, le habría dicho el mánager de Spinetta, Frente a este contratiempo, decidió enviarles un colectivo y prestarles instrumentos. Así, pudieron presentarse en el microestadio de Atenas y desde ese momento nació una gran amistad entre ambos.

En la Avenida Rafael Núñez de la ciudad de Córdoba se inauguró, en setiembre de 2022, un museo y bar que le rinde homenaje. “Estoy contento de poder mostrar acá ropa de cuando era pibe. Hay 8.000 trajes y 300 pares de botas que usé durante mi carrera. Tengo una alegría encima por todas las cosas que me están pasando”, dijo el artista durante la inauguración. “Este es un homenaje que le hacemos en vida, es un mito viviente”, afirmó Sofía Nicolossi, curadora del lugar. En las vitrinas van rotando algunos de los vistosos trajes que el artista usó durante sus años de carrera y la carta del colorido bar incluye choripán, empanadas, carnes asadas y el plato preferido de La Mona: buñuelos de espinaca.

El cantante ha contado a Rolling Stone Argentina que jamás usa reloj. Por eso, desarrolló la capacidad de calcular la hora y lleva consigo un objeto particular que lo ayuda: una plaqueta energética. El motivo, según confesó, es por superstición. “¿Sos cabulero?”, le preguntó en aquella entrevista del año 2000 el periodista Fernando Sánchez. “Uy, sí. Mucho. Nunca uso reloj. Calculo la hora. Me manejo, miro el sol y sé qué hora es, si va a llover. Parezco indio ya”, afirmó entre risas. “Tengo una plaqueta. La llevo siempre encima. Es energética”, añadió. “¿Se puede ver?”, indagó el periodista. “Te la muestro y la guardo, ¿sí?”, contestó La Mona sacando del bolsillo una especie de tarjeta de metal fucsia y mostrándola con cuidado. “Muy loco, ¿no? Me la regalaron hace muchos años. Siempre la llevo en el bolsillo”, contó. “Y cuándo te acostás, ¿dónde queda?”, trató de entender el periodista. “Duermo con eso y voy al baño con eso”, explicó con humor.