Laura Martínez fue la última de las secretarias televisivas y la primera de las conductoras de programas infantiles. De “50 y pico” de años (prefiere no ser específica en este punto), hoy la comunicadora está instalada en Playa Verde (Maldonado), más cerca del mar y de sus obligaciones laborales: conduce el programa de entrevistas Laura contigo en Canal 11 de Punta del Este y también está al frente del veraniego Punta Es, junto a Patricio Giménez.

A 15 años de la separación con Cacho de la Cruz, la palabra que más repite Martínez es “sanar”. Le profesa orgullo profesional a quien fue su marido y jefe por 25 años. También es el padre de su mayor tesoro, Santiago, de 22 años y un músico prometedor que continuará en breve su formación en Europa.

Cuando Laura supo que Cacho de la Cruz publicaba su biografía, con la autoría de Joaquín Doldán, decidió invitarlo a su programa esteño. Lo fue a buscar y lo trajo en su auto. El reencuentro en cámara, algo que no ocurría desde el final de Cacho Bochinche en 2010, salió al aire la semana pasada en Canal 11 y se tradujo en un diálogo muy ameno, hasta cariñoso, repleto de anécdotas de la trayectoria televisiva de Cacho y de sus andanzas por Punta del Este. Solo hubo una pregunta que los observadores mal pensados podrían haber interpretado como un pase de antiguas facturas: “Para vos, ¿cuál es el valor de la palabra?”, le preguntó Laura en cierto momento. “Más que una firma”, respondió él.

Pero ella niega cualquier sentimiento rencoroso. “Fue preciosa la nota que le hice y no hablamos de la vida personal. Pasaron 15 años de nuestra separación y el tiempo lo cura todo. Cualquier sentimiento de angustia, de bronca ya se fue. Todo eso quedó en el pasado. Me quedo solamente con lo bueno de la persona y eso me parece maravilloso. Yo sané completamente mi relación con él”, asegura Laura sentada en un sillón de su casa en la playa, con vista al horizonte marino.

Las últimas noticias de Laura refieren también al Tai Chi, un arte marcial chino en el que se formó como instructora luego de cuatro años de estudios. Ha incorporado esta disciplina de meditación china a su estilo de vida, da clases una vez por semana en el Castillo Pitamiglio de Piriápolis y aspira a abrir más grupos. “Es meditación en movimiento”, lo define.

-¿Por qué Tai Chi?

-La pandemia marcó un antes y un después. Como a muchos me llevó a hacerme preguntas: ¿Dónde estoy?, ¿qué estoy haciendo? ¿Cuánto tiempo de vida me queda? ¿Qué hice de mi vida? y sobre ¿qué quiero hacer? En medio de esas preguntas descubrí el tai chi y al maestro Ruben Martínez, de Maldonado y egresado del templo de Shaolin. Empecé a estudiarlo por zoom y ya llevo cuatro años mucho. La formación es continua pero hoy soy instructora. El tai chi es meditación en movimiento y un arte marcial interno. Con los ejercicios lográs la calma y el desbloqueo de los canales energéticos. Tiene semejanzas con el yoga pero su principal diferencia es la fluidez del movimiento.

-O sea que el clic vino con la pandemia...

-Sí, siempre hay disparadores. Yo estaba en la búsqueda espiritual desde antes. Hay episodios que marcan, como la ruptura de una relación o la pérdida de un trabajo. A mí me pasó todo eso junto en 2010, cuando estaba recién separada de Cacho y se terminó Cacho Bochinche. Pienso que ahí empezó mi proceso y me metí en muchos cursos de orientación espiritual hasta que descubrí el tai chi. Me inspiró y me orientó Santiago: me dio esa fuerza esa voluntad porque Santiago toca seis horas por el piano. Apaga el teléfono y se desenchufa completamente.

@Ricardo Figueredoo

-También decidiste dejar Montevideo e instalarte en Playa Verde.

-Sí, estoy en la casa donde veraneamos con mis padres toda la vida. Cuando me di cuenta que las oportunidades laborales en Montevideo se cerraban, vine acá y me dije: “este es mi lugar”. En Canal 11 ya me habían abierto las puertas. La gente se preguntaba por qué me iba de Montevideo, por qué vivía sola, pensaban que estaba loca. Pero no: yo disfruto de la soledad y de este lugar, del horizonte, del mar.

-Hace pocas semanas, Cacho de la Cruz publicó su biografía, a cargo del autor Joaquín Doldán y titulada “Todo esto es mentira”. ¿Leíste el libro?

-Sí, leí el capítulo que me de dedica a mí. Me pareció lindo lo que dice, justo.

-¿Qué dice? ¿Habla de la relación personal que tuvieron?

-No, se centra en lo profesional y en lo que yo aportaba al programa. Como debe ser.

-Hace unos días lo entrevistaste en tu programa Laura contigo, de Canal 11. ¿Cómo surgió esa invitación?

-Supe que había sacado el libro y mi compañero Marcelo Pallares lo invitó a su programa. Ahí me dije: “Yo también, ¿por qué no?”. Lo fui a buscar a Montevideo y lo traje. Fue preciosa la nota que le hice y no hablamos de la vida personal. Ya pasaron 15 años de la separación. El tiempo lo cura todo. Cualquier sentimiento de angustia o de bronca, todo eso se fue. Quedó en el pasado. Me quedo con lo bueno de la persona y eso me parece maravilloso. Yo sané completamente la relación con él. Santi se quedó contento también de que lo haya invitado; no porque volvamos ni nada de eso, pero sí como una linda señal de concordia entre sus padres.

-¿Estabas nerviosa durante la nota?

-No, me cuidé de no tocar nuestra relación, de 25 años. Claro que en este tiempo separados estuvimos en contacto por Santiago y siempre el vínculo fue correcto. Lo presenté como lo que es, un grande de la televisión, un ser creativo, trabajador.

-¿Cómo lo encontraste?

-Muy vital, a pesar de la edad. Está muy entusiasmado con el libro. Participa también de un programa en Radio Universal. Me alegro mucho por él.

-Estuviste mucho tiempo a su lado en los programas. ¿Es verdad que Cacho trataba mal a los niños en las tandas de Cacho Bochinche?

-Yo no puedo decir eso. Para empezar, en las tandas yo estaba abocada a mis participaciones, a estar con las chin - chin y con los niños. Él tenía una gran responsabilidad en un programa de dos horas o más, en vivo. Atendía todos los detalles, entre ellos a los anunciantes que estaban allí para promocionar sus productos. No era su función entretener a los niños durante las pausas. También me parece que para trabajar con niños durante tanto tiempo, como hizo él, hay que tener un fondo de verdad y de interés auténtico por los niños. A él le encantan los niños. No se puede sostener un personaje tanto tiempo.

-En El castillo del suerte, ¿sabías en qué puerta estaba el chancho?

-No, Pelusita (Juan Carlos Pintos, productor del programa) no nos dejaba ver cuando preparaba el juego. Cacho tampoco sabía. Yo trataba de ayudar a que la gente se llevara los mejores premios: el auto, los electrodomésticos. Era otra época. A diferencia de hoy, no importaba tanto la grandilocuencia de la escenografía, sino la gracia del juego y del conductor. Cacho lo hacía muy bien. Tampoco hoy sería admisible el juego con un chancho en el estudio.

-Pelusita hizo algunos comentarios duros contra Cacho. Dijo que le había dicho que Cacho bochinche seguiría y finalmente no ocurrió así en 2010. ¿Te consta que haya sido así?

-Algo leí de lo que dijo Pelusita. Cada uno canaliza las cosas a su manera. En mi caso, yo también estuve confundida y contrariada cuando terminó Cacho bochinche. Fueron muchos años. Pero no podría hablar negativamente de lo que pasó. Con lo positivo me quedo. Yo sané todo lo que tiene que ver con el pasado.

-¿Con Daniela Marotta, que fue tu compañera muchos años, mantenés el vínculo?

-Ahora sí. Estuvimos un tiempo distanciadas pero lo hablamos, está todo bien.

-¿También sanaste con Daniela Marotta?

-También. Fue muy abrupto el final de El show del mediodía y se generó mucha confusión entre nosotros. Hubo ruidos, malos entendidos. Pero lo hablamos con Daniela y está todo bien. Fuimos compañeras muchos años y es una divina persona.

-Estrenaste hace pocos días el programa estival Punta es con Patricio Giménez en la coconducción, ¿cómo definirías el programa?

-Vamos dos veces por semana (miércoles y viernes en horario central). Es un clásico de cada verano en el 11. Tenemos notas y coberturas con nuestra impronta. Con Patricio tuvimos muy buena química desde el primer día. Anda con su perrita Rumba para todos lados. Esperamos tener a Su en cualquier momento en el programa.